The Kinks – Kinks (1964)

Punatje del Disco: 6

  1. Beautiful Delilah: 4,5
  2. So Mystifying: 6
  3. Just Can’t Go To Sleep: 6
  4. Long Tall Shorty: 4
  5. I Took My Baby Home: 5
  6. I’m A Lover Not A Fighter: 5,5
  7. You Really Got Me: 10
  8. Cadillac: 7
  9. Bald Headed Woman: 5,5
  10. Revenge: 7
  11. Too Much Monkey Business: 7,5
  12. I’ve Been Driving On Bald Mountain: 4
  13. Stop Your Sobbing: 8,5
  14. Got Love If You Want It: 7

Bonus Tracks:

  1. Long Tall Sally: 7,5
  2. You Still Want Me: 7,5
  3. You Do Something To Me: 7,5
  4. It’s Alright: 8
  5. All Day And All Of The Night: 9,5
  6. I Gotta Move: 7,5
  7. Louie Louie: 5
  8. I Gotta Go Now: 7,5
  9. Things Are Getting Better: 5
  10. I’ve Got That Feeling: 6
  11. Too Much Monkey Business: 8
  12. I Don’t Need You Any More: 7

The Kinks sin lugar a dudas fue una de las bandas más influyentes de las invasiones británicas. Ya desde sus inicios empezaron a dejar en claro porque iban a ser importantes en la historia del rock, ganándose el título de “Pioneros del Hardrock” en la década de los sesenta.

Sin embargo, el álbum debut de los Kinks, homónimamente denominado como ellos mismos, distó mucho de ser un gran disco. Fue un disco mediocre lisa y llanamente, que concentró todos sus elogios en un solo tema: “You Relly Got Me”, un clásico de puta madre, con uno de los mejores riff nunca jamás concebidos. Mucho le deben los Kinks a este importantísimo tema, el cual los ayudo a posicionarlos, aunque nunca alcanzando el mismo nivel de popularidad que tuvieron los Beatles o los Rolling Stones.

Lamentablemente, el material de Kinks que rodeó a “You Really Got Me” fue bastante exiguo en calidad. Esto se debe a varios motivos: 1) la banda suena realmente primitiva, como si fuera un grupo de rock and roll promedio, del montón, que merece poco reconocimiento; 2) Ray Davies todavía estaba muy verde, su capacidad compositiva estaba lejos de alcanzar a cosas como Arthur o The Village Green; 3) la gran cantidad de temas basura, especialmente los covers interpretados por la aberrante voz de Dave Davies como “Beautiful Delilah” y “Long Tall Shorty”.

Una sola canción es la que acompaña a “You Really Got Me”, y en este caso es “Stop Your Sobbing”, un mini clásico Kinksiano por su excelente melodía pop. Pero en esta reedición de Kinks, hay más. Claro que sí, 12 bonus tracks que si los sumamos a los cortes originales del disco son 26 condenadas canciones. Sin embargo, estos cortes extra no son tan desechables como parece. Es más, levantan el nivel del álbum porque son más agradables (o mejor dicho menos desagradables) que los otros y además en sus filas contienen otro superclásico, “All Day And All Of The Night”, fantástico a pesar de ser acusado como una reescritura de “You Really Got Me”.

Kinks es un disco con todos los chiches: un puñado de grandes clásicos, mezclados con desperdicios y bonus tracks. Y si lo pensamos en frío, si hubiera sido el único trabajo de la banda, estaríamos hablando de un “One Hit Wonder” (banda de un solo tema). Afortunadamente esto no fue lo que sucedió. Lo mejor de los Kinks estaría por venir.

Persy

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