Puntaje del Disco: 10
Esperen, esa melodía la conozco de algún lado. Sí, de la película “El Exorcista”. Es fácil de reconocer el inicio de Tubular Bells. Pero esto es algo más importante que un simple sound track de película, esta es una obra maestra del rock progresivo. Su autor material e intelectual fue Mike Oldfield y este fue nada menos que su disco debut como solista.
Antes de seguir, aclaremos un poco quien es su creador. Mike Oldfield es un multi-instrumentalista que tuvo sus inicios en la música desde muy joven (llegó a integrar una banda a los 16 años junto a Kevin Ayers, fundador de Soft Machine). De hecho ya a los 17 años había empezado a delinear lo que sería Tubular Bells con su amplísima capacidad para tocar diversos tipos de instrumentos. Justamente una de las grandes cualidades del disco es la gran cantidad de instrumentos que se emplearon para componerlo (todo tipo de guitarras, órgano, mandolina, piano, bajo, etc.), lo que da un resultado fantástico en el nivel y la diversidad de las melodías, y el clima que Oldfield desarrolla en los distintos pasajes. Y si bien otros músicos colaboraron, Mike se encargó de tocar la mayoría (prácticamente todos) de los instrumentos.
Otro punto a destacar, es que las dos partes en las que esta dividido el disco te mantienen enchufado todo el tiempo. Sus múltiples tramos no tienen desperdicio alguno. Y la ausencia de interpretaciones vocales (salvando la aparición de algunos coros) no lo perjudica, le agrega cierta mística.
Tubular Bells es un gran álbum, una maravilla por donde se lo mire, que no solo recibió elogios de la crítica sino que el público también respondió comprando millones de copias en el mundo.
Persy