Puntaje del Disco: 9
- Crazy Feeling: 9,5
- Charley’s Girl: 8
- She’s My Best Friend: 9
- Kicks: 9
- A Gift: 8,5
- Ooohhh Baby: 8,5
- Nobody’s Business: 8
- Coney Island Baby: 9
El retorno de un héroe. Lou Reed luego de la inaguantable bofetada de Metal Machine Music vuelve en su mejor forma con Coney Island Baby, un disco que nos sigue mostrando la increíble evolución de Reed, quien afortunadamente deja de intentar parecerse a David Bowie para ser él mismo. Este cambio de actitud conllevo en que adopte un estilo más pasional, templado, sin grandes pretensiones como en Berlin y más convencional como la última etapa de la Velvet (como en Loaded y The Velvet Underground).
Coney Island Baby es un álbum integrado por canciones cargadas del romanticismo de Reed, que no cuenta con melodías espectaculares, pero que igualmente generan un clímax sensacional. Y en esto también tiene que ver mucho en cómo interpreta Lou Reed las canciones. No solo en sus singulares entonaciones, sino también en que deja de cantar para recitar sonando “cool” en todo momento. Basta con escuchar el tema titular del álbum, “Coney Island Baby”, para darse cuenta.
Y es así como nos encontramos con un disco parejito, sin bajones como Berlin, ni arrebatos comerciales como en Sally Can’t Dance. Haciendose notar por un lado canciones más seductoras como “A Gift” y “Coney Island Baby”, y cortes más dinámicos como “Crazy Feeling” y “She’s My Best Friend”. Y en el medio también tenemos a “Kicks”, un tema que rompe esquemas con su estructura semi-jazzera y que rockea descontrolándose sobre el final con Lou interpretando con genialidad y gracia la frase: “I ne ne ne ne ne need some Kicks!”.
Un capo que “necesita patadas”, pero en realidad merece un aplauso por este trabajo.
Persy