Iron Maiden – Estadio de River Plate (27/09/2013)

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Una vez más Iron Maiden se presentaría en la Ciudad de Buenos Aires, como tantas otras veces lo había hecho. Sin embargo, en esta oportunidad, el Estadio de River Plante sería el escenario elegido y por el cual miles de fanáticos esperaban para rendirle homenaje a sus ídolos. Fue la décima visita a la Agentina la que depostió al conjunto británico en un Estadio de las magnitudes necesarias para contener a la inmensa cantindad de seguidores que se acercaron para ver nuevamente a estos indestructibles del metal.

Tanta fue la emoción y efusividad con la que los fanánticos recibieron a la banda, que la valla de contención frente al escenario no fue sufieciente y cedió inmediatamente, causando que mientras Bruce Dickinson cantaba “Moonchild”, estuviese más pendiente de la seguridad del público que de las letras de la canción. Su preocupación fue tal que el espectáculo se detuvo durante casi media hora mientras solucionaban el problema y Dickinson ya no encontraba qué hacer para contener la impaciencia generalizada. Con un solo de batería y otro a cargo de Nick McBrain y la interpretación de la obertura de William Tell, fueron algunas de los atractivos que el cantante llevó a cabo durante la prolongada interrupción.

“Can I Play With Madness?” volvió a tomar las riendas del espectáculo que continuó sin otras desviaciones. “The Prisioner”, apareció como una verdadera sorpresa al ser incluida en el repertorio después de años de no ser interpretada y “2 Minutes to Midnight” desplegaban las primeras vibraciones de los mejor de Maiden.

Flameando la bandera británica en “The Trooper”, Dickinson corría por el escenario al tiempo que los guitarristas luchaban contra uno de los primeros muñecos de Eddie que invadían la escena. “The Number of the Beast”, del gran álbum homónimo, “The Phantom of the Opera” y la implacable “Run to the Hills” completaban los temas clásicos del grupo.

Luego de una excelente interpretación de “Fear of the Dark”, fue momento del encore que arrancó con el video del discurso de Churchill, previo a “Aces High”. “The Evil That Men Do” y “Running Free” cerraron una magnífica presentación, en la que hubo todos los condimentos que uno hubiese esperado de un show de semejante magnitud: fuego, muchos riffs, puesta en escena y sobre todo mucha potencia.

Piro

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