Puntaje del Disco: 8
- To Sheila: 8
- Ava Adore: 9
- Perfect: 7,5
- Daphne Descends: 7
- Once Upon a Time: 8
- Tear: 7,5
- Crestfallen: 7
- Appels + Oranjes: 7
- Pug: 7,5
- The Tale of Dusty and Pistol Pete: 8
- Annie-Dog: 8,5
- Shame: 8
- Behold! The Night Mare: 7,5
- For Martha: 8,5
- Blank Page: 8
- 17: –
Para finales de la década del noventa Billy Corgan y sus Smashing Pumpkins eran una de las últimas esperanzas estadounidenses de rock alternativo que aún quedaba en pie dentro de una escena global donde la electrónica ganaba cada vez más adeptos y parecía arrasar con todo.
A pesar de contar con un suceso desmedido en sus dos anteriores placas, Siamese Dream y Mellon Collie and the Infinite Sadness, la banda comenzó desde antes del lanzamiento de su cuarto disco a deslizar que harían algo distinto a lo que nos tenían acostumbrados. James Ilha declaró: “el futuro está en la música electrónica. Realmente se hace aburrido sólo tocar música rock” y Corgan agregaba: “Ya no hablo con adolescentes. Ahora le hablo a todo el mundo. Es un diálogo más amplio. Hablo con gente más mayor que yo y más jóvenes que yo, y con nuestra generación también”. Y a su vez generaría incertidumbre con lo que iban a ofrecer: “La gente que dice que será acústico se equivocará. La gente que dice que será electrónico se equivocará. La gente que dice que será un álbum de Pumpkins se equivocará. Intentaré hacer algo indescriptible”.
El 2 de Junio de 1998 se develaría el misterio y se lanzaría al mercado Adore. Primer trabajo de la banda sin su baterista fundacional Jimmy Chamberlin, quién fue despedido después de sufrir una sobredosis de heroína junto al tecladista Jonathan Melvoin, este último tuvo peor suerte y fallecería en ese espisodio.
Como se esperaba Adore significó un cambio en el sonido de la banda. Menos presencia de guitarras distorsionadas, serían reemplazadas con más temas tranquilos y pop y mayor presencia de música electrónica y sintetizadores. El control de las baterías en Adore estuvo en casi todo el trabajo a cargo de Matt Walker, aunque también participarían en un par de temas el baterista de Beck Joey Waronker y el ex Soundgarden y actual Pearl Jam, Matt Cameron.
A pesar de ser uno de los discos más esperados para 1998 el disco no funcionó del todo bien. Al parecer la gente no compró mucho el cambio de “onda” del grupo. Su primer sencillo el gótico y frenético “Ava Adore” tuvo bastante repercusión pero el resto de las canciones no alcanzaron demasiada rotación. Con su segundo single “Perfect” buscaron emular canciones del estilo de “1979” pero sin tanta efectividad. Aún así encontramos dentro del nutrido listado de temas varios momentos agradables como «To Sheila», «Once Upon a Time», «Annie-Dog», «Shame», «For Martha» y «Blank Page».
Al margen de ser bastante bastardeado y criticado por el público tuvo bastante aceptación por parte de la crítica especializada. Alabando el crecimiento tanto en sus letras como en el crecimiento de su sonido y a pesar de que no fue muy valorado con el tiempo por el propio Billy: “Fue la imagen de una banda rompiéndose en pedazos”, con el tiempo se lo valoró mucho más teniendo en cuenta que estamos ante quizás el último momento realmente valioso en la carrera del conjunto de Chicago.
F.V.