Puntaje del Disco: 7,5
- Dead Man Tell No Tales: 9
- Lawman: 8
- Sweet Revenge: 7,5
- Sharpshooter: 7
- Poison: 6,5
- Stone Dead Forever: 9
- All The Aces: 6
- Step Down: 7
- Talking Head: 8
- Bomber: 8
Con Overkill Motörhead se encontraba en un muy buen momento. Hecho que debía ser prolongado pronto en el tiempo. Por eso, no tardó en llegar, tan solo unos meses después, Bomber, que también contó con Jimmy Miller como productor, quien ya había colaborado con los Rolling Stones en importantes discos como Beggars Banquet, Sticky Fingers y Exile on Main Street.
La primera vez que uno escucha este disco piensa que se trata de Overkill. Y es que Bomber es la continuación de este último, no solo porque son del mismo año, sino también porque sus cortes parecen calcados. En otras palabras Bomber viene a ser una reescritura de Overkill pero lastimosamente inferior.
Aún así hay ciertas diferencias entre ambos discos. Si nos centramos puntualmente en Bomber es tanto o más explosivo que su predecesor y al mismo tiempo es un poco más oscuro. Basta con escuchar canciones como “Sweet Revenge” y “Step Down”, donde aparecen sus intensiones de variar un poco con un estilo más blusero, por así decirlo.
Pero estos cortes no son lo más impresionante del disco. Los mejores momentos los marcan claramente sus dos grandes clásicos “Dead Man Tell No Tales” y “Stone Dead Forever”, donde la destrucción heavy y rabiosa es impactante y sin igual. Son capaces de tumbar paredes y romper traseros con toda la furia.
Otros buenas canciones de este disco son la frenética “Bomber” junto a la potencia rockera de “Talking Head” y “Lawman”. El resto de los temas son menos logrados haciendo que Bomber sea desparejo, pero con su furibunda energía latente, capaz de revolotear tu masa encefálica con tu mano haciendo cuernitos a lo “Mostaza” Merlo hasta el hartazgo.
Persy