Puntaje del Disco: 9
- Liberty: 6,5
- Erotic Nightmares: 9,5
- The Animal: 8
- Answers: 8,5
- The Riddle: 8,5
- Ballerina 12/24:9,5
- For the Love of God: 10
- The Audience Is Listening: 9
- I Would Love To: 8
- Blue Powder: 9
- Greasy Kid’s Stuff: 9
- Alien Water Kiss: 8
- Sisters: 9
- Love Secrets: 9
Steva Vai, de niño soñaba. Sueños de niño, claro está.
Passion and Warfare es la extrapolación de esas aventuras oníricas, traducidas al lenguaje musical. Las diversas técnicas con guitarra que Vai utiliza, no son pura demostración ególatra de su capacidad de shredding; tienen un uso expresivo totalmente justificado y logrado.
Claro que el disco empieza con “Liberty”, una de esas monumentales basuras que, a pesar de ser puramente instrumental, chorrea patriotismo americano chato e insulso. ¡Oh, Vai, cuánto daño te ha hecho Whitesnake!
Pero KRAPÁM, “Erotic Nightmares” es una bofetada sorpresiva de demencias musicales, fuertemente derivativa y original. En la pista se ven los pingos: imposible adivinar lo que hace Vai en este tema.
Steve es muy transparente, y sus influencias se notan muy marcadamente. De su paso por Frank Zappa and the Mothers tenemos “Answers” y “Greasy Kids Stuff”. De las malas influencias de David Lee Roth y su temprano involucramiento con Whitesnake, tenemos la mencionada “Liberty” y “I would love to”. La excelente semi-balada “Blue Powder” está claramente epigrafeada por Joe Satriani.
Pero esto no es en función de quitarle mérito a Vai, Passiond and Warfare, a pesar de tener una tapa muy mersa, es un disco bueno y entretenido. Especialmente entretenido, ya que cuenta con canciones como “The Audience is Listening” que merece un alto puntaje sólo por lo pelotuda y divertida que es. Pero no es que Steve no se tome la música en serio, como lo demuestra “Ballerina 12/24”, una simple cancioncita con un punteo violentamente complicado, que allana cualquier tipo de dudas sobre el virtuosismo de Vai (que Frank Zappa comparó con el de Liszt o Paganini, por ejemplo).
Y, en el medio de esas dos canciones, “For the Love of God”. ¿Vieron cuándo se dice: “esta persona no necesita introducción alguna”? Bueno, así es “For the Love of God”. Baste decir que fue rankeada como el 29º mejor sólo de guitarra en la historia por la revista Guitar World, que es una violación cerebral y un orgasmo para los tímpanos, que el que no llora mientras la escucha tiene menos sensibilidad que un zócalo, y que el nombre está muy buen puesto: una vez terminado el tema, uno inevitablemente piensa: “Por el amor de Dios… ¡¡qué buen tema!!”
La curiosidad: ¿Y cómo pudo Steve Vai componer y ejecutar semejante obra? Algo realmente sencillo, que cualquiera puede hacer. Simplemente pasó diez días de ayuno y purificación material y espiritual y meditación. Y al cuarto día… “For the Love of God” vio la luz.
Barba