Puntaje del Disco: 8
- Handle with Care: 9
- Dirty World: 8
- Rattled: 8
- Last Night: 7.5
- Not Alone Any More: 8
- Congratulations: 7
- Heading for the Light: 7.5
- Margarita: 7.5
- Tweeter and the Monkey Man: 8
- End of the Line: 8.5
Nelson, Otis, Lefty, Charly T y Lucky. Los hermanos Wilburys iniciaron sus caminos juntos a fines de los años ochenta en Los Angeles. Casi de casualidad, este quinteto se encontró en aquella ciudad y al ver que la química era buena, grabaron su primer disco y tuvieron bastante éxito.
Hasta aquí podría tratarse de cualquier banda de músicos que, como la mayoría, decidieron componer y tener fama y dinero. Sin embargo, si estos personajes se tratan de George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison, Tom Petty y Bob Dylan respectivamente, la historia no parece tan trillada. Aunque la realidad tuvo algo de eso.
La leyenda cuenta que después de una cena entre Harrison, Orbison y Lynne en LA con la excusa de grabar un lado B de una canción del ex Beatle, se dirigieron a la casa de Bob Dylan ya que contaba con un estudio acorde a las circunstancias. En el camino, como la guitarra de Harrison estaba en poder de Tom Petty, lo invitaron a la grabación. Al ver el buen entendimiento entre los miembros, en lugar de grabar una solo canción, extendieron la lista a diez y de esa manera quedó conformado el primer disco de una de las más grandes superbandas del rock.
“Handle With Care” iba a ser el lado B de “This is Love”, pero al ver lo buena que era, se incluyó en el disco. Aunque la canción no logró la posición en los charts que se merecía, se convirtió en el gran clásico de los Traveling Wilburys. Puede otorgársele la autoría a Harrison, quien tomó el título de una caja que vio en el garage de Dylan; pero por el compañerismo que había entre estos excelentes artistas, todas las canciones tienen el nombre de la banda. Un gesto que muestra cómo, incluso entre músicos consagrados, los egos se pueden dejar de lado.
Cada uno de los temas tiene la esencia del grupo, pero pueden apreciarse los aportes de cada miembro. “Rattle” es Roy Orbison puro, mientras que por citar otro caso, “Tweeter and the Monkey Man” no deja más lugar que pensar que sólo un grande como Dylan puede estar detrás de tal composición. El disco concluye con el otro clásico “End of the Line” en cuyo video se ve la imagen de una guitarra en una silla en homenaje a Orbison que había fallecido al poco tiempo del lanzamiento del disco.
Piro