Albert King – Born Under a Bad Sign (1967)

Puntaje del Disco: 10

 

  1. Born Under a Bad Sign: 10
  2. Crosscut Saw: 9.5
  3. Kansan City: 8.5
  4. Oh, Pretty Woman: 10
  5. Down Don’t Bother Me: 9
  6. The Hunter: 9.5
  7. I Almost Lost My Mind: 8.5
  8. Personal Manager: 9.5
  9. Laundromat Blues: 10
  10. As The Years Go Passing By: 9
  11. The Very Thought of You: 8.5

Si el Rock N’ Roll tenía a su Rey en Elvis, el Blues se erigiría no tanto como una monarquía, sino en un triunvirato de Reyes que se convirtieron en los grandes impulsores del Blues como música masiva. El legendario B.B., Freddie King y Albert King compartían el honor de proclamarse como los principales monarcas del género.

Albert Nelson, tal su verdadero nombre, fue uno de los músicos que mayor influencia generó en el Blues con su guitarra eléctrica. Lucy, como llamaba a su compañera de sesiones, tenía la particularidad de haber mantenido sus cuerdas en la posición original a pesar de que Albert la utilizaba con la mano izquierda. Esta diferencia con el resto fue quizás una de las claves para que King lograra unos sonidos únicos derritiendo las notas para crear un impacto tan fuerte en las generaciones futuras, que grandes como Otis Rush, Robert Clay, Eric Clapton y Stevie Ray Vaughan se hayan visto electrizados por los mismos.

De dura niñez y habiendo trabajado en las plantaciones algodoneras en Arkansas, Albert dio sus primeros pasos en la música en un grupo de góspel para tocar luego con una banda llamada The Groove Boys. En 1953 grabó un disco sin pena ni gloria, pero en 1959 consiguió el primer hit con “I’am a Lonely Man”, al que le seguiría “Don’t Throw Your Love On Me So Strong”. En 1966 firmó con la compañía Stax Records con la que lanzó “Born Under a Bad Sign”, considerado como uno de los discos más populares e influyentes de la década del sesenta.

Tamaña conceptualización no queda chica para este extraordinario álbum, incluido en el Hall de la Fama de los Discos Clásicos del Blues. Desde el primer hasta el último tema, el disco no tiene desperdicio. Cada nota de King en la guitarra es una pincelada del más majestuoso Blues. El track que da nombre a este material es sencillamente espectacular y una de las piedras fundamentales del género. El piano en la escala del blues es el acompañamiento ideal de la guitarra eléctrica de King. Cream, Clapton, Hendrix son sólo algunos de los muchos artistas que versionaron este gran éxito.

“Crosscut Saw” es un cover de un tema proveniente del Delta Blues de principios de los años cuarenta. King se encargó de darle un ritmo más caribeño y aunque mantuvo las letras originales, modificó un verso para hacer un solo de guitarra. Son indudables la notoriedad que toman temas como “Oh, Pretty Woman” (con un estilo más frontal y rebelde), “The Hunter” y “Personal Manager”, con Lucy en su uno de sus puntos más altos.

El disco cierra con “As The Years Go Passing By” y “The Very Thought of You”, dos temas de antaño varias veces interpretados; aunque nunca con la calidad del gran Albert King.

Piro

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Riff – Ruedas de Metal (1981)

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Puntaje del Disco: 8,5

  1. Ruedas de Metal: 9
  2. Sordidez: 8,5
  3. El Marques Bajo La Luz: 9
  4. Mucho Por Hacer: 8,5
  5. No Detenga Su Motor: 8
  6. Rayo Luminoso: 8
  7. Necesitamos Mas Acción: 8,5
  8. Alas del Mal: 9
  9. Boff No Puedo Soportarlo Más: 8,5

En 1980 se desarrolló un recital que se conoció como “Adios Pappo’s Blues, Bienvenido Riff”. Como el nombre lo sugería, el evento anunciaría la llegada de la nueva banda de Pappo, Riff, y el fin de la leyenda de Pappo’s Blues.

La historia cuenta que Riff se formaría luego de que el Carpo retornara de su travesía en Europa. Fue durante su viaje que tomó la influencia del New Wave of British Heavy Metal, es decir de bandas como Motörhead y Judas Priest, para armar su nuevo proyecto que se acercaba a un sonido más metalero y se alejaba del Blues.

Su álbum debut no tardaría en llegar, en 1981 editarían Ruedas de Metal. Su portada con una estética similar a cualquiera de Motörhead pero con una moto en lugar de una imagen cadavérica/diabólica ya nos da las pautas de lo que vamos a encontrar. Pappo, como el motoquero que siempre fue, junto a su banda nos ofrece un sonido bien duro y potente, sin embargo nunca alcanza la intensidad y velocidad del Thrash que sí tenía la banda de Lemmy Kilmister. No, Riff es más bien una banda como AC/DC, ubicada sin problemas entre el Hard Rock y el Heavy Metal. De hecho comparten ciertas similitudes, mientras que AC/DC se apoya en los riff ultra poderosos de Angus Young, Riff se apalanca en las cualidades de Pappo. Y cuando alguno se atreve a criticar a AC/DC argumentando que “sus canciones son todas iguales”, a Riff también se le puede reprochar la misma característica.

Desde este aspecto, centrándonos más en Ruedas de Metal lo primero que quiero remarcar es que su hard rock es terriblemente reiterativo. ¿Cuantas bandas de los setenta hicieron un disco como este? Montones. Sin embargo, también quiero decir que su hard rock genérico es irresistiblemente entretenido, aplastante e impecable. Ninguna canción de Ruedas de Metal tiene desperdicio, todas tienen un nivel que van de muy bueno a excelente. Resaltándose algunas por alguna cualidad en particular, como el riff arrollador de la homónima “Ruedas de Metal”, el tremendo solo de guitarra de “El Marques Bajo La Luz” y la potencia impactante de “Alas del Mal”. El resto de sus temas son también remarcables, pero diluyen sus virtudes en sus semejanzas.

El Carpo lo volvió a hacer. No solo hizo que su gente no extrañara a Pappo’s Blues, sino que continuó desarrollándose en el nuevo estilo de Riff que lo siguió consolidando como una figura icónica del Rock Argentino.

Persy

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