Miguel Mateos-ZAS – Huevos (1983)

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Puntaje del Disco: 7.5

  1. Un poco de satisfacción: 8.5
  2. Un gato en la ciudad: 7.5
  3. En la cocina, huevos: 8
  4. Mi máquina de volar:
  5. Extra, extra: 7.5
  6. Su, me robaste todo:
  7. Información confidencial: 6
  8. Mujer sin ley:
  9. Bobby moto: 6
  10. Noticiero TV: 6.5
  11. Exilio en París: 7  

Pensar en ZAS sin asociarlo directamente con Miguel Mateos es algo casi ilógico. Fue aquel porteño del barrio de Villa Pueyrredón quien le dio vida a esta banda que supo transformarse en un referente del rock argentino. Incluso la formación, que también integraban Alejandro Mateos, Jorge Ifusino, Omar Moretti, Pablo Guyot y Raúl Chevalier y Eduardo Sanz (incorporados en 1982), pasó a llamarse Miguel Mateos-ZAS.

El proyecto se inició a fines de los años setenta con Mateos a la cabeza y con Oscar López como productor (previa presentación por parte de Raúl Porchetto). En 1982 ZAS realizó dos conciertos en el Teatro Astros junto a Celeste Carballo y Alejandro Lerner, en el cual presentaron su primer material homónimo. Previamente y como uno de los hechos que marcó la historia de la banda fueron los shows brindados como teloneros de la legendaria Queen, que se presentó en la Argentina en 1981.

Tras la derrota de las Fuerzas Argentinas en la Guerra de Malvinas y con la Dictadura Militar en su ocaso, comenzó en la República la tan esperada transición hacia la democracia. Durante aquel tiempo el Rock no estuvo ajeno a dicho proceso y fue ZAS una de las agrupaciones que se rebeló contra la opresión que la sociedad había vivido en los años de tortura y desapariciones. “Huevos”, como su nombre lo indica, fue un disco lanzado con mucha valentía en el que Miguel Mateos expresó lo que necesitaba el pueblo por aquel entonces.

“Quiero un país muy muy diferente” rezaba “Un poco de satisfacción”, uno de los grandes clásicos de Mateos. “En la Argentina hacen falta Huevos” fue otra de sus frases, que permitió ese despertar tan deseado en el Rock que debió estar silenciado. Las letras expresaban en un tono bastante crudo, aunque no hiriente, la realidad que por entonces se vivía (“Noticiero TV”, “Extra Extra”).

“Huevos” fue un reflejo bastante realista de cómo vivió la Argentina el regreso a la democracia y significó para Miguel Mateos un incremento en la popularidad de ZAS, que seguiría lanzando clásicos del rock nacional.

Piro

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Simple Minds – Reel to Real Cacophony (1979)

Puntaje del Disco: 7.5

  1. Real to Real: 8
  2. Naked Eye: 6
  3. Citizen (Dance of Youth): 7
  4. Carnival (Shelter in a Suitcase): 8.5
  5. Factory: 8
  6. Cacophony: 7.5
  7. Veldt: 5
  8. Premonition: 7
  9. Changeling: 8
  10. Film Theme: 6.5
  11. Calling Your Name: 7.5
  12. Scar: 7.5

Al borde de ser considerada una banda One Hit Wonder, Simple Minds será recordada por siempre por el clásico “Don’t You Forget (About Me)” que sirvió de soundtrack para la película de 1985 “The Breakfast Club”, aquel memorable film que marcó a la Generación X. Ese fue el gran hit con el que este grupo de Glasgow caló hondo en la cultura norteamericana y se convirtió en el sonido de mediados de los ochenta.

Más allá de ese hitazo, Simple Minds tuvo una historia previa. Debieron pasar algunos años antes que el grupo liderado por Jim Kerr pudiera extender su música más allá de las fronteras británicas. Johnny and the Self-Abusers fue el nombre original de la formación, que estuvo integrada, además de Kerr, por el guitarrista Charlie Burchill, Tony Donald en bajo (luego reemplazado por Derek Forbes), Brian McGee en batería y Mick McNeil en teclados. Sería la letra de “Jean Genie” de David Bowie la inspiradora del nombre con el que la banda lanzaría su primer material y mantendría durante el resto de su trayectoria.

Influenciados por el Post Punk con bandas como Roxy Music y Genesis, el grupo editó en abril de 1979 su primer álbum de estudio, “Life in a Day”. El disco alcanzó estar entre los treinta más vendidos de aquel año en el Reino Unido, pero no terminó de convencer y no tuvo demasiado éxito en los charts. Siete meses después la banda lanzó “Reel to Real Cacophony”, un material que prácticamente cambió el estilo que del primer trabajo y que le valió al grupo un merecido reconocimiento.

Como si no hubiesen estado conformes con “Life in a Day”, Kerr y compañía decidieron dejar de lado el tono oscuro y denso, para grabar un disco más experimental e inclinado al New Wave, que por entonces estaba acaparando la escena. Lo notorio es la variedad de mixturas con las que cuenta el disco, pasando desde el tono “zombie” de “Real to Real” al jovial “Carnival (Shelter in a Suitcase)”. Por otra parte, las guitarras quedan levemente apartadas por los sintetizadores, tan frecuentes en esa época, tal como se aprecia en la robótica “Calling Your Name”.

Piro

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