Puntaje del Disco: 8
- Round Here: 8
- Omaha: 7.5
- Mr. Jones: 9
- Perfect Blue Buildings: 7
- Anna Begins: 7.5
- Time and Time Again: 7
- Rain King: 8
- Sullivan Street: 8
- Ghost Train: 7.5
- Raining in Baltimore: 7
- A Murder of One: 7.5
Originaria de Berkeley, California, Counting Crows se convirtió en una de las bandas más populares, o por decirlo de otra manera, que más sonó gracias a un hit, de mediados de los años noventa. Entre 1993 y 1994, luego del lanzamiento de su álbum debut, la banda liderada por Adam Duritz dio un vuelco de popularidad que pocas agrupaciones han logrado.
Duritz, proveniente del grupo The Himalayans y el guitarrista David Bryson dieron vida a Counting Crows en 1991 en San Francisco. Al comienzo se trató de un dúo que brindaba conciertos acústicos, pero luego contaron con la colaboración de David Immerglück en la grabación de algunos demos (aunque no sería un integrante definitivo del grupo). Dos años después el grupo quedó completo con Matt Malley en bajo, Charly Gillingham en teclados y Steve Bowman en batería.
El 16 de Enero de 1993 quedará grabado en la historia de la banda como una de las fechas claves, ya que brindaron una presentación en la inclusión de Van Morrison en el Salón de la Fama del Rock N’ Roll. A partir de ese momento y sobre todo con “Ausgust and Everything After” Counting Crows dejaría de ser desconocida para el público nortemericano.
R.E.M, Van Morrison y The Band fueron las principales influencias que Duritz y compañía adoptaron como referencias. Las baladas, las letras y sobre todo el estilo del cantante contribuyeron a la masividad de esta banda que, en época del auge del grunge, adoptó muy bien los sonidos de los sesenta y los setenta. El disco se podría definir con “Round Here”, una bella balada con un tono pop. Por supuesto que este trabajo ofrece otras interesantes canciones, tales como “Anna Begins” y “Sullivan Street”. Aunque “Mr. Jones” es el corte que se lleva todos las miradas.
El disco no es tal vez el más ideal si uno anda medio depresivo debido a que los temas no se apartan de la fórmula de temas pop con un lado casi triste. Sin embargo, no fue tristeza lo que invadió a los músicos de Counting Crows gracias a que “August…” se convirtió en un éxito comercial y en la catapulta hacia el reconocimiento.
Piro