Puntaje del Disco: 9
- I Don’t Know: 9
- Crazy Train: 9,5
- Goodbye to Romance: 8,5
- Dee: –
- Suicide Solution: 9
- Mr. Crowley: 10
- No Bone Movies: 7,5
- Revelation (Mother Eart): 8
- Steal Away (The Night): 7,5
A finales de los setentas, la carrera de Black Sabbath, agrupación inglesa primigenia del rock duro posteriormente conocido como heavy metal, sucumbía ante un bajón tanto musical como a nivel comercial. Después de entregarnos trabajos como “Master of Reality”, el magistral “Sabbath Bloody Sabbath” o “Sabotage” y después de la salida de este último pareciera que la creatividad del grupo se había acabado (casi) por completo. La banda arrastraba los excesos y el hartazgo físico, en especial Ozzy Osbourne quien en esos momentos se perdía en un cocktail de drogas y alcohol. Tanto la disquera como Tony Iommi decidieron ponerle un hasta aquí y despidiendo al vocalista se daba punto final a una etapa para la agrupación. Sin embargo para Ozzy fue lo mejor que le pudo haber pasado (sin saberlo él en esos momentos claro está).
Apoyado por su esposa Sharon, quien no solo lo saco del hoyo en el que el cantante se encontraba sino también lo motivo a formar una nueva banda; así el vocalista recluto a músicos de primer nivel entre ellos esa leyenda surgida de Quiet Riot llamado Randy Roads. Originalmente el grupo iba a llamarse Blizzard of Ozz (en honor al famoso libro) pero finalmente solo sería el título de este primer álbum.
Con un estilo neoclásico sobre todo gracias a la guitarra, el álbum se convirtió en todo un suceso que catapulto a Ozzy inmediatamente a las ligas mayores, y no es para menos pues a pesar de tener esa clara influencia black sabbathiana el virtuosismo de Randy en las seis cuerdas irremediablemente nos hace olvidar a Iommi y cia. La contúndete “I Don’t Know” (gran riff), la demoledora “Crazy Train”, ese corte tan soberbio (con esos solos y el intro de sintetizadores) llamado “Mr. Crowley” o el homenaje a Bon Scott (y fuente de problemas para Ozzy en el futuro) “Suicide Solution” se perfilan como lo más “heavy” del álbum. Sin embargo la baladesca “Goodbye to Romance” o la semiprogresiva “Revelation (Mother Earth)”, más ese interludio llamado «Dee» no desentonan para nada en este clásico absoluto del rock duro, básico en la carrera del “príncipe de las tinieblas”.
Mich