Puntaje del Disco: 5
- Doomsay Clock: 8,5
- 7 Shades of Black: 7
- Bleeding the Orchid: 7
- That’s the Way (My Love Is): 7,5
- Tarantula: 5,5
- Starz: 4,5
- United States: 5
- Neverlost: 4
- Bring the Light: 4
- (Come on) Let’s go!: 5
- For God and Country: 3
- Pomp and Cicumstances: 3
En el año 2006, luego de una separación, los Smashing Pumpkins se volvieron a reunir y… ¿volvieron?
Un año después de anunciar su regreso, editaron el disco que nos compete para alegría de todos aquellos a quienes nos gusta su música. Pero… ¿por qué esto?
El disco es muy flojo, creo que no hacía falta aclararlo, ni siquiera con Corgan acercándose a temáticas sociales (la marea roja en Nueva York…) lo hace zafar. Decepción es la palabra. Decepción es el sentimiento luego de escuchar «Doomsay clock» -por ejemplo- de lo poco no desechable del disco. Es que el primer tema, te impulsa a esa prolífica sensación de que el «status quo» se mantiene firme, que nada cambió: que volvieron los Smashing Pumpkins. De ahí en más todo se viene a pique, un descenso brusco hacía lo inaguantable e inescuchable.
Jimmy Chamberlin tal vez haya tocado como nunca en su vida la batería, pero ni así se evita lo saturado y la enorme bola de sonido que salen de los parlantes al escuchar este disco. Muchas veces, metiendo una gran cantidad de arreglos que la canción no necesita, un exceso total que no se comprende, embarrando aún más las ya embarradas melodías. ¿Estos son los que grabaron un disco como «Gish»?
Promediando el disco la monotonía exaspera. Desde la inentendible «United States», un tema de 10 minutos de una sesión de metal (?) donde la guitarra de Corgan juega con delays y overdubs, el bajo de Corgan sigue saturadísimo como todo el disco y… sí: Corgan toca bajo, guitarra y además teclados en el álbum. ¿Estos son los que grabaron un disco como «Siamesse dream»?
Ufff…, que inaguantable se hace esto a esta altura. Los últimos temas son penosos. ¿Cómo encontrar respuesta a todas las preguntas? Yo creo que hay una: El ego de Corgan. Esta reunión es la solución a su desapercibida carrera post-Pumpkins. Una nueva oportunidad para demostrar que él es un miembro del olimpo rockero y volver a las primeras planas con el ente que lo dio a conocer, y justamente, ¿qué mejor manera que hacerlo con la joya que le queda? Ahora bien, de los miembros originales sólo Chamberlin, quien tocaba con Corgan previamente a la reunión, aparece como miembro. D’arcy ni siquiera fue llamada, como así tampoco Melissa auf der Maur, quien la reemplazo cuando aquella renunció al grupo en 1999. James Iha decidió no participar. Corgan no llamó a nadie, aprovechó la situación para demostrar su omnipotencia y llevarse al mundo por delante. Pero le salió mal. ¿Estos son los que grabaron un disco como «Mellon Collie and the Infinite Sadness»?
No, definitivamente no.
Bari