Puntaje del Disco: 8,5
- El Mimo: 8,5
- Continuo Susto: 8
- La Procesión: 8,5
- Serpentina: 8
- Manicomio Gris: 9
- Después de Todo: 7,5
- Agua Acróbata: 8,5
- Sé que el Tiempo: 8
- Las Voces del Viento: 8
- Baila Valses: 8
- Sacacorchos: 7,5
- Higo Turco: 7,5
- Mañanitas: 7
- Amo el Jardín: 8,5
Superada la tormenta sobre rumores de separación, que terminaron concretándose temporariaramente, al año siguiente de la edición de su primera placa, los Peligrosos Gorriones se abocaron en 1995 a la grabación de su siguiente material Fuga del que finalmente se conocería su resultado para finales de ese mismo año.
En líneas generales Fuga (catalogado por la mayoría de sus fans como su mejor álbum) mantuvo la esencia melódica que le conocimos a los Gorriones en su debut aunque con un toque psicodélico y experimental como novedad. Pero siempre sonando en forma compacta y prolija, característica distintiva de la banda.
Sobre la concepción de Fuga Bochaton contaba lo siguiente: «Fuga es el disco en que más se escucha a los Gorriones como éramos en vivo. Usamos un recurso, armando un concepto abstracto: a falta de tecnología, hicimos música sin maquillaje. Primero decidimos hacerlo nosotros con Bergallo. Yo tenía la idea de llamar a Iggy Pop para ese disco. Pero era medio imposible. Ricardo Mollo se barajaba en un momento, pero estaba con un disco y no pudo. Me acuerdo que llevé al estudio el disco de Morphine, Cure for Pain, y el primero de Elastica porque querían que las baterías sonaran como Elastica. Y usamos los discos para producir. Las tomas eran en vivo. No fue igual que el primer disco, fue mucho más maduro.»
También en 1995 los Peligrosos Gorriones integraron un recordado concierto: el denominado “Nuevo Rock Argentino” en Obras junto a otros grupos prometedores que terminaron con distinta suerte como Babasónicos, Los Brujos y Massacre. Otro punto destacado en su ascendente carrera por aquellos años, que lamentablemente estaría alanzando sus ultimas paginas, fue el de ser teloneros en el histórico concierto en el estadio de Ferro que ofrecieron Jimmy Page y Robert Plant en el verano de 1996.
F.V.
Estuve ahí en Ferro, ese día agobiante de enero en el que tocaron Page & Plant. (Como dato de color, me había ganado la entrada en el programa de Nagy, pese a lo cual hubiese ido igual).
Hay que decir que aun estando frente a una mayoría hard-rockera o incluso metalera, lo de los Gorriones fue dignísimo en términos de recepción, y además sonaron de la puta madre. Bochatón rompió una cuerda y según supe, en los stands de remeras vendieron como veinte. Lo que se llama una banda en franco ascenso, nada que ver con lo que ocurría con Los Autos Locos, otro de los teloneros, destinados a la intrascendencia.
Hasta los Black Crowes en piloto automático, con Chuck Leavell y todo, jugaron a favor de los de La Plata. A fin de ese año los vería otra vez en el mismo recinto, en ese acontecimiento histórico que fue el Festival Alternativo. Que vivan los Gorriones.