Puntaje del Disco: 8
- In the Darkness: 8
- No Destruction: 8,5
- On Blue Mountain: 7
- San Francisco: 8,5
- Bowling Trophies: –
- Shuggie: 9
- Oh Yeah: 8,5
- We Are The 21st Century Ambassadors of Peace and Magic: 7
- Oh no 2: 7,5
De entre las bandas apadrinadas por la disquera indie JagJawugar (Black Mountain, Bon Iver, Dinosaur Jr.), Foxygen ha sido una de las más sonadas en los últimos dos años en la escena psicodélica. Con un sonido retro y Lo-Fi como base, con el ingenio creativo de Jonathan Rado y con la extravagancia del vocalista Sam Frances, esta agrupación californiana terminó por consolidarse en el 2013 como algo más que una promesa con su segundo lanzamiento We Are the 21st Century Ambassadors of Peace and Magic.
No hay que ir más allá del título para irse dando una idea de que se espera en el trabajo, prácticamente Frances y Rado se declaran “embajadores modernos de la música psicodélica hippie” y es que prácticamente eso nos encontramos en este trabajo; es un homenaje a las bandas que hicieron grande al rock a finales de los sesentas, desde principio a final, nos encontramos con una oleada de referencias a elementos de esa etapa tan glorioso del rock, musicalmente y líricamente nos encontramos con el rock n’ roll de The Rolling Stones, el glam de David Bowie, al experimentalismo de The Velvet Underground y el folk de Bob Dylan, garantizando que todo amante del rock clásico encontrará este disco interesante.
El disco abre explosivamente con “In The Darkness” un tema centrado en teclado y con una sección de vientos que recuerda a Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles, pero la cosa no queda allí “No Destruction” es una relajada pieza donde el juego de palabras y los coros armónicos hacen de las suyas. En “On Blue Mountain” nos vamos dando cuenta de lo caótico que es Frances en su interpretación vocal, cambiando constantemente la estructura de la canción.
Entonces entramos a la base del disco con un par de singles, primero “San Francisco” es una suave balada digna de Ray Davies, melódica, con un estribillo llamativo se convierte en uno de los puntos altos del disco. Pero como mejor canción del álbum me quedo con el otro single “Shuggie” una accesible canción de letra inocente, pero con una estructura impredecible que la mantiene interesante en todo momento.
Ya para cerrar las cosas se vuelven más burdas que nunca, para empezar con la droga “Oh Yeah” que nuevamente tiene un estribillo memorable y podría fácilmente haber sido una canción de Lou Reed (Q.E.P.D). Luego prosigue con la homónima “We Are The 21st Century Ambassadors of Peace and Magic”, caótica pieza psicodélica donde Sam grita de tal manera que hace dudar de su sanidad mental y finalmente terminamos con “Oh No 2”, un soñador tema basado en piano que primero baja las revoluciones, hace entrar en reflexión, explota en una serie de desesperadas exclamaciones de ¡Oh no! Y se recompone al final para cerrar el disco con un pequeño poema sobre el amor (Recalco, las canciones cambian mucho en su estructura).
Retrospección, desenfreno, viajes ácidos, estructuras nada convencionales, estribillos que marcan, impredictibilidad,… al final We Are the 21st Century Ambassadors of Peace and Magic termina siendo un disco entretenido de principio a fin, una gran revelación del 2013 y la consolidación de una formación que de mantener el nivel podría seguir dando de qué hablar en los siguientes años.
Gera Ramos