Puntaje del Disco: 8
- Low Self Opinion: 9
- Grip: 8
- Tearing: 7,5
- You Didn’t Need: 7,5
- Almost Real: 8,5
- Obscene: 8,5
- What Do You Do: 8
- Blues Jam: 7,5
- Another Life: 7
- Just Like You: 8
The End of Silence (1991) es reconocido casi unánimemente como el mejor trabajo de Rollins Band.
El grupo del inquieto cantante Henry Rollins parecía estar en su momento, firmó contrato con la floreciente discográfica Imago Label lo que le dio mayor tiempo para pulir sus composiciones, además de una mayor difusión nunca antes recibida y contó con la producción de Andy Wallace, un establecido productor que ya había trabajado con Sepultura, The Cult, Alice Cooper y Bruce Springsteen, entre otros.
El sonido del álbum es poderoso, lleno de músculo y pasión. Difícil de encuadrar en un genero especifico es un compendio de hard rock, heavy metal, blues, punk, funk y Boise una combinación de todo lo que le gusta a Rollins.
Si bien técnicamente nunca ha sido un gran cantante en The End of Silence Henry acentúa su punto fuerte como nunca antes, es su capacidad de comunicar, de expresar con gritos intensos que exhiben sus obsesiones personales como la depreción, la falta de autoestima, el abuso de drogas, etc.
Los temas en general son más bien largos y densos, de entre ocho y once minutos de duración. Pero también encontramos algunos accesibles como el que se convirtió en su primer single “Low Self Opinion” o las roqueras “Tearing” y “You Didn’t Need”.
Henry Rollins es uno de esos personajes no tan conocidos por estas tierras pero que valen la pena ser descubiertos. El hiperactivo Rollins no solo se ocupo de su música sino que ha hecho mil cosas como fundar una editorial, escribir, actuar en el cine, girar con sus shows hablados, activismo político, dirigir y presentar un programa de televisión, entre otras, pero lo más importante es que para todos sus proyectos mantuvo el mismo espíritu combativo. Un tipo coherente y con principios bien claros.
F.V.