Puntaje del Disco: 9
- Canción del Cronopio: 9
- La Tía Marcia: 7,5
- Kanishka 9
- Embolarium: 9
- India: 8.5
- Mi Vestido Floreado: 8,5
- Fin de Semana Salvaje: 9
- Yo Caí por tu Amor: 8,5
- Mi Papi no te Quiere: 8
- Monseñor Le Flip: 8,5
- No Te Dejes Caer: 8
Encabezando lo que se conoció a principios de la década del noventa como el “Nuevo Rock Argentino” junto a otras bandas alternativas como Babasónicos, Peligrosos Gorriones, entre otros surgieron Los Brujos. Desde sus comienzos en 1988 en el sur del conurbano bonaerense la banda fue moldeando un particular perfil estético y musical.
“Nos encasillan dentro de la lista de grupos alternativos, pero ¿alternativos a que? En realidad, aunque no nos molesta que nos califiquen así, preferimos que se diga que somos un grupo que no dejamos un minuto de cambiar” aclaraba el guitarrista Gabriel Guerrisi por ese entonces. Además de esta inquietud y versatilidad para cambiar en estilos adquirieron una estética particular y lograron llamar la atención en sus shows por el vestuario particular, poco común para la época.
Fin de Semana Salvaje (1991) significó el debut y la consagración para Los Brujos. Producidos por Daniel Melero, quien también ofició como padre espiritual de la banda, el álbum vendió unas cifras inéditas teniendo en cuenta que no estaba producido por un sello multinacional y que no contaba con un aparato de promoción ni con la ayuda de cadenas que pocos años más tarde se harían fuertes como la MTV latina.
El hit de difusión “Kanishka” sin dudas fue la clave del éxito en este buen resultado. Pero no hay que pasar por alto otras grandes canciones menos difundidas que terminaron de configurar uno de los trabajos iniciales más impactantes en la historia del rock argentino como “Yo Caí por tu Amor”, “Mi Vestido Floreado”, “India”, “Embolarium”, “Canción del Cronopio” y “Fin de Semana Salvaje”.
Era de esperarse que Los Brujos se consolidaran y formen parte de las grandes ligas del rock nacional luego de semajante debut por muchos años pero no durarían más de cuatro años y un par de discos más. Su otro guitarrista Fabio Pastrello daría su visión de los hechos y porque terminarían tan repentinamente: “Evidentemente no teníamos todo para serlo, es un halago que algunos piensen eso. De alguna manera decidimos, por el beneficio de la duda, dejar a Los Brujos en ese lugar de todo lo que podría haber sido en vez de hacerlo. En un momento estábamos convencidos de ser la mejor banda del mundo y de ahí provenía nuestra energía que ardió en el fuego y se quemó.”
F.V.