“Esperamos que su próximo disco lo traiga nuevamente a nuestro país y podamos seguir disfrutando de este artista que tantas canciones nos ha impregnado en la memoria”. Con aquel deseo cerrábamos la reseña del recital que Noel Gallagher había ofrecido en su primera visita en la Ciudad de Buenos Aires con su nueva banda. Casi cuatro años después, el británico cumplió y volvió a la Argentina para presentar Chasing Yesterday, su segundo material de estudio lanzado en 2015. Abriendo una serie de recitales adicionales al tradicional Festival Lollapalooza, Gallagher retornaba al mítico Estadio Luna Park, en el cual en 1998 comenzó el idilio del público argentino con Oasis.
Pasados unos minutos de las nueve de la noche, las luces se encendieron con una intensidad que no permitía ver qué sucedía arriba del escenario, pero pronto se disiparon para que la gente pudiese apreciar el ingreso de la banda, mientras de fondo sonaba parte de “Shoot a Hole Into the Sun”, un demo grabado con mezclas del tema “If I Had a Gun”, del disco debut del grupo. Sin perder tiempo “Everybody’s on the Run” fue la elegida para abrir el esperado recital. “Lock All The Doors” y el single “In the Heat of the Moment” fueron dos de los seis temas con los que Noel decidió presentar su último trabajo. Tras saludarse con su público en ese particular inglés con el que Gallagher nos tiene acostumbrados, fue momento del primer cover de Oasis, a cargo de la pegadiza “Fade Away” del maravilloso disco de lados B The Masterplan. “Riverman”, “The Death of You and Me” y especialmente “You Know You Can’t Go Back” (dedicada a los fanáticos de Oasis) demostró, como en la primera presentación del grupo en 2012, que el tiempo de Liam y Noel juntos había quedado atrás y lejos estaría de volver. Sin embargo, una inesperada versión de “Champagne Supernova”, “Sad Song” y “D’Yer Wanna be a Spaceman?” (destinada al Papa Francisco) dieron paso a que Noel accediera al pedido de la gente otorgándoles la posibilidad de que las miles de gargantas que asistieron al Luna Park pudiesen entonar algunas estrofas del clásico “Live Forever”, mientras la guitarra de Noel los dirigía. Siguieron “The Mexican” y “The Dying of the Light” de Chasing Yesterday y desde el fondo de Defenetly Maybe, “Digsy’s Dinner” comenzó a cerrar el recital con algunos de los temas que llevaron a Oasis a la cima mundial a mediados de los noventa.
La memorable “The Masterplan” daba paso a los bises, y como no podía ser de otra manera, vaticinaban un final con el mejor material de Gallagher. La fantástica y pocas veces tocada “Listen Up” y luego “Wonderwall” empezaban a marcar el cierre. “AKA..What a Life!” sembró el terreno perfecto para el final a pura emoción con la infaltable “Don’t Look Back in Anger”. Sin salirse del tiempo reglamentario Noel Gallagher cerraba una vez más una presentación brillante, ayudado en esta oportunidad por un Estadio con una mejor acústica que GEBA y con el constante apoyo y fidelidad de un público que podrá verlo nuevamente el sábado siguiente en el Festival de Lollapaloza, pero que espera que el británico quiera seguir visitándonos muchas veces más.
Piro