Lou Reed – Legendary Hearts (1983)

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Puntaje del Disco: 8

  1. Legendary Hearts: 8,5
  2. Don’t Talk to Me About Work: 8,5
  3. Make Up Mind: 8,5
  4. Martial Law: 8
  5. The Last Shot: 8
  6. Turn out the Light: 7
  7. Pow Wow: 8
  8. Betrayed: 7,5
  9. Bottoming Out: 7,5
  10. Home of the Brave: 6,5
  11. Rooftop Garden: 8,5

The Blue Mask fue un muy buen disco dentro del catálogo de Lou Reed, tanto que eclipsó un poco a su sucesor, Legendary Hearts. En este álbum, Reed se muestra un poco menos inspirado compositivamente hablando pero no a niveles alarmantes.

Verán Legendary Hearts tiene en general buenas melodías. Sus guitarras suenan con un sonido algo sucio y distorsionado que es propio del Rock Alternativo que pregonaba con la Velvet Underground en los sesenta. Además el bajo de “Fernando Saunders” sobresale en el disco, a punto tal que le da un estilo similar al de Seru Giran (para quienes conocen el Rock Argentino). Por otro lado, por momentos deja traslucir ciertas influencias del Post Punk y el New Wave en canciones como “Martial Law”. En ese sentido Lou Reed tiene acercamientos a grupos como The Fall, Pero Lou imprime un sonido más melódico y no tan experimental como la banda de Mark Smith.

En otras palabras el disco es un avance del cantautor en el New Wave de los ochenta, pero sin abandonar sus raíces y sin dejar de mostrarse como estrella de “Rock and Roll”. Así surgen canciones entretenidas como la homónima “Legendary Hearts” y “Don’t Talk to Me About Work”, y otras bajando un cambio como “Make Up Mind” que también son atractivas.

Pero el álbum no es enteramente consistente. “Home of the Brave” por ejemplo lo opaca un poco con su longitud. De todas formas, si bien Lou Reed está un poco más apagado, Legendary Hearts es un buen álbum, y para nada desechable.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Los Brujos – San Cipriano (1993)

 

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Puntaje del Disco: 8,5

  1. Venganza: 8
  2. Cachorro de Tierra: 7
  3. La Bomba Musical: 8,5
  4. Piso Liso: 7,5
  5. Si Yo Tuviera:
  6. Gente Pelea (Bajo la locura total): 7
  7. Sasquatch: 8
  8. El Pececito: 6
  9. No Matarás / La Salamanca: 8,5
  10. Vudú: 8,5
  11. Capicúa:
  12. Flipper: 8,5
  13. El Regreso del Chamán:
  14. El Machito: 7,5
  15. El Dragón: 9

Los Brujos fueron uno de los hits en la década del noventa en Argentina, después de su primer placa consagratoria Fin de Semana Salvaje en 1991, la banda no pararía para 1992 fueron teloneros de Iggy Pop y de Nirvana en estadios  colmados  y en 1993 se despacharían con su segundo trabajo discográfico, también producido por Daniel Melero, San Cipriano.

Los Brujos mantuvieron su rock agresivo y su formula ganadora en un listado de quince temas con altos y bajos. El corte “La Bomba Musical” es uno de los momentos claves junto a “No Matarás / La Salamanca”, “Vudú”, “Flipper” y en especial el gran cierre con “El Dragón”.

Como siempre sus presentaciones en vivo dieron que hablar y marcaron un antes y un después en la estética del rock nacional. Iniciarían la “Gira Canibal”, visitando treinta provincias de todo el país y dejando su marca en cada una de sus intensas presentaciones.

F.V.

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(Votos: 0 Promedio: 0)

Killing Joke – Hosannas From The Basements Of Hell (2006)

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Puntaje del Disco: 9

  1. This Tribal Antidote: 8,5
  2. Hosannas From The Basements of Hell: 9
  3. Invocation: 8
  4. Implosion: 8
  5. Majestic: 9
  6. Walking With Gods: 9
  7. Lightbringer: 8,5
  8. Judas Goat: 8,5
  9. Gratitude: 8

La verdad es que esto es una puta locura, una puta locura. ¿Cómo es que una banda de Post-Punk ochentera con hitazos como «Eighties» (Famosa por haber «plagiada accidentalmente» por Nirvana en ‘Come As You Are’) o «Love Like Blood» llegue a un tipo de música tan pesado como es el Metal Industrial?.

Lo que sí, a Killing Joke le ha venido espectacular este estilo moderno. Cuando supieron que les iba viniendo súper mal con Outside The Gate (se estaban yendo al Synthpop) tanto en críticas como comercialmente (un intento descarado de verse comerciales al ver otras bandas de la época), tomaron un rumbo totalmente diferente con el siguiente álbum titulado Extremities, Dirt and Various Repressed Emotions de 1990, pero con un estilo marcado ya con el disco Pandemonium en 1994. Sip, se habían vuelto más pesados que nunca.

Vamos a ver una de las cosas que tiene Killing Joke, hoy en día es una banda muy poco conocida, parece un hecho criminal, porque si no hubiese existido, hoy la música, hasta el rock y el metal serían totalmente diferentes. ¿Cuál fue la causa? Ellos fueron el principal motor del Grunge, el Rock Alternativo y toda la música Industrial. Sip, ellos son los abuelos de estos estilos. Pues es una de las bandas más influyentes de todos los tiempos… ¡Che, hasta me da vergüenza que no esté en la página!

Fue formada en el año 1978 con Jaz Coleman de frontman y vocales, Geordie Walker a las guitarras, Youth Glover de bajista y Paul Ferguson en la batería. A lo largo de su carrera, la banda ha tenido constantes cambios de formación (hasta con Dave Grohl en las baterías, con el cual la banda tiene un álbum con él, el Homónimo de 2003, espectacular álbum, recomendable también) hasta la vuelta de los miembros originales en 2008. Hasta el día de hoy, los miembros originales siguen en la banda.

Killing Joke siempre se caracterizó por no llamar tanto la atención musicalmente, pero realmente el poder total se presenta en sus enigmáticos conciertos en vivo (principalmente por el grandioso e inigualable carisma de Jaz Coleman) y las caóticas letras de la banda.

Hosannas From The Basements Of Hell representa la etapa más pesada de Killing Joke. Este disco sin la más mínima duda es el trabajo más duro, sucio, pesado y bizarro que jamás ha hecho la banda.

A la primera escucha quizás no es muy llamativo, contiene ritmos y riffs repetitivos a más no cansar, canciones que a partir de la 2da canción no bajan de los 5 minutos y medio. Pero realmente no es tan así, cada nueva escucha del disco es sencillamente atroz, impresionante, bizarra y atrapante. Vale mucho la pena. La música es totalmente influenciada por Ministry (considerada la primera banda de Metal Industrial), que copió algunos elementos de los primeros discos de Killing Joke (tipo así, él te copia a vos y luego vos mismo lo copias a él).

En algunas partes del disco, los sintetizadores son un mundo de caos, en canciones como «Judas Goat» hasta pueden romperte los oídos; se utiliza algo de orquesta para las canciones como «Invocation» e «Implosion», lo cual añaden riqueza al disco y hace más placentera su escucha debido al poder que representa.

Por último, las letras, las letras de Killing Joke son un infierno total, no pueden ser tomadas en serio, están plagadas de humor negro abarcando temas sociales de violencia, muerte, destrucción masiva y rituales sangrientos. Pues es una temática que ya vienen haciendo desde sus inicios hasta ahora. No se puede tomar en serio lo que Killing Joke transmite, Jaz Coleman es un tipo carismático, pero demasiado bizarro (Ss no me creen, leen esta noticia que les dejaré aquí, dios mío… Va vinculado a una «desaparición» en 2012. https://www.plasticosydecibelios.com/cantante-killing-joke-aparece-sahara/) y totalmente reservado.

En fin, no más palabras, escuchen este discazo. La verdad, es uno de mis favoritos de la banda. Es brutal, caótico y totalmente enfermizo, un castigo de los buenos para aquellos que aman la época clásica de la banda. No más palabras, recomendable.

Toto

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(Votos: 0 Promedio: 0)

Porno for Pyros – Good God’s Urge (1996)

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Puntaje del Disco: 7,5

  1. Porpoise Head: 7,5
  2. 100 Ways: 7
  3. Tahitian Moon: 9
  4. Kimberly Austin: 8
  5. Thick of it All: 7
  6. Good God’s Urge : 9
  7. Wishing Well: 7,5
  8. Dogs Rule the Night: 7,5
  9. Freeway: 8
  10. Bali Eyes: 7

El auspicios debut discográfico de Porno for Pyros sumado a sus majestuosas y teatrales presentaciones en directo que incluían efectos especiales, artistas de circo y bailarinas habían logrado captar tanta atención como el anterior proyecto de Perry Farrel, Jane’s Addiction.

Good God’s Urge (1996) es el título del segundo lanzamiento del grupo, sin saber en ese momento que sería el último. El bajista Mike Watt colaboro en terminar el álbum, debido a la partida de Martyn LeNoble antes de finalizar las grabaciones, y su vez contó con varias participaciones especiales como Daniel Ash, David J, Kevin Haskins y las más resonantes del guitarrista Dave Navarro (compañero de Perry en Jane’s Addiction) y del bajista Flea en uno de los temas principales de la placa “Freeway”, junto a esta la ecléctica “Tahitian Moon”, “Kimberly Austin” y “Good God’s Urge” son de lo mejorcito, en una colección de canción un escalón debajo de su anterior lanzamiento.

Poco tiempo más duraría activa Porno for Pyros. El diagnóstico de cancer del guitarrista Peter DiStefano los embarcaría en un período de pausa indeterminada. En abril de 2009 la formación original se reuniría para tocar en el cumpleaños número 50 de Farrell y desde entonces se sugirió una reunión que hasta el momento nunca se concreto.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Buzzcocks – Trade Test Transmissions (1993)

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Puntaje del Disco: 6,5

  1. Do It: 7
  2. Innocent: 7
  3. TTT: 8
  4. Isolation: 6,5
  5. Smile: 8,5
  6. Last to Know: 6
  7. When Love Turns Around: 6
  8. Never Gonna Give It Up: 6
  9. Energy: 8,5
  10. Palm of Your Hand: 7,5
  11. Alive Tonight: 6,5
  12. Who’ll Help Me to Forget?: 6,5
  13. Unthinkable: 6,5
  14. Crystal Night: 7
  15. 369: 6,5

El primer álbum en catorce años de la banda de punk inglesa Buzzcocks no se veía venir, evadieron la década infame de los ochenta y retornaron en épocas de explosión del britpop y del rock alternativo con Trade Test Transmissions (1993),  el título elegido para este tan inesperado como decepcionante regreso.

Sorprende que una banda que para mediados de los setenta había sido de las más determinantes en el apogeo del punk rock decide lanzar nueva música tan poco especial. Si bien la química entre sus principales figuras Pete Shelley y Steve Diggle continúa intacta como en sus mejores momentos. y las inclusiones del bajista Tony Barber y el baterista Phillip Barber no desentonan, faltan ideas claras y composiciones que queden en la memoria, con las honrosas excepciones de “Energy” y “Smile”.

Muchos intuyeron que ante la poca repercusión de su vuelta los Buzzcocks abandonarían el barco nuevamente y se dedicarían a otros proyectos pero continuaron tocando sin parar y editando nuevos discos en los siguientes años y aún hoy a pesar de cambios en su formación siguen intactos con Shelley y Diggle (que son los que importan verdaderamente) a la cabeza.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Korn – Follow The Leader (1998)

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Puntaje del Disco: 8

  1. It’s On!: 8
  2. Freak on a Leash: 10
  3. Got the Life: 8
  4. Dead Bodies Everywhere: 8
  5. Children of the Korn (con Ice Cube): 7,5
  6. B.B.K.: 8
  7. Pretty: 7,5
  8. All in the Family (con Fred Durst): 3
  9. Reclaim My Place: 9
  10. Justin: 8
  11. Seed: 9
  12. Cameltosis (con Tre Hardson): 9
  13. My Gift to You: 9

«Renovarse es vivir» dice la sabiduría popular, y si una banda puso en práctica esa filosofía en la música pesada, fue definitivamente Korn. Luego de un primer disco revolucionario, el autotitulado ‘Korn‘ de 1994, el grupo de California repitió tándem creativo para su continuación, el flojo Life is Peachy. A sabiendas de que el productor Ross Robinson había dado todo lo que tenía para ofrecer, el quinteto decidió probar nuevos oídos para buscarle una nueva vuelta a su ya de por sí particular sonido.

Así, bajo la tutela de los productores Steve Thompson y Toby Wright, Korn dio forma al álbum que los catapultó al mainstream y marcó el modo de hacer metal en el siglo XXI. El título del disco, «sigan al líder«, no resulta antojadizo.

Ya desde el principio, el track «It’s On» muestra los principales cambios en el sonido del grupo. El dinero ingresado no sólo les permitió casas, autos y excesos, sino también equipos. Munky y Head, los guitarristas, gastaron miles de dólares en pedales de efectos y así, a los machaques de distorsión compacta que ya eran su marca registrada, agregaron texturas espaciales, acuáticas o estáticas. Nadie los tildaría de virtuosos del instrumento, de hecho, ellos son los primeros en dar por tierra dicha noción, pero a la usanza de The Edge, de U2, aprendieron que dos notas condimentadas con chorus y delay, pueden decir más que mil tocadas a la velocidad de la luz.

A pesar de estos cambios, que refinaron el sonido crudo de sus dos primeras placas, la voz de Jonathan Davis continúa dominando el panorama, sin perder agresividad, pero haciendo gala de un matiz más melódico.

Estas aproximaciones engendraron las mejores canciones de Korn oídas hasta el momento: el segundo tema es nada menos que «Freak On A Leash», clásico instantáneo del grupo, obligatorio en cada concierto, por cambio de ritmos, un ida y vuelta entre la agresividad y el misterio y el pulsante scatt de Davis en el interludio, todo esto difundido por un videoclip espectacular. Los aciertos se suceden: «Got the life» (con una sorpresiva base disco), «Dead bodies everywhere», que comienza como una tétrica canción de cuna, y el elemento hip-hop que regresa con un peso pesado del género, Ice Cube, quien comparte el micrófono con Davis en «Children of the Korn». Lo mismo hace el por entonces todavía ignoto Fred Durst, de Limp Bizkit, en «All in the family», una batalla de rap bobalicona que constituye el único punto flojo del álbum.

«Reclaim my place» y «Justin» susurran algunos visos funk en el ritmo de sus guitarras, mientras que «Seed», de 6 minutos de duración, exhibe una oscura estructura progresiva. Ya cerrando el disco, «Cameltosis» y «My Gift to you» constituyen lo más parecido a las baladas de amor que el quinteto era capaz de cranear. La primera en forma de un rencoroso y mustio rapeo, con Tre Hardson, del grupo Pharcyde, a cargo de la mayoría de las voces. La segunda, como una épica y furiosa tonada que describe las retorcidas fantasías sexuales del cantante. Del bonus track oculto, «Earache my eye», no hay mucho que decir, ya que se trata más de una broma que de otra cosa.

Luego de dos discos enmarcados en el innovador sonido que supieron crear, Korn no se durmió en los laureles, se animó a salir de su zona de confort y entregó uno de los mejores álbumes de rock para el nuevo milenio.

Camilo Alves

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Alucinaria – La Última Rotación del Sol (2012)

 

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Puntaje del Disco: 8

  1. La Fuente: 7,5
  2. Bailarina del Futuro: 7,5
  3. Máquina de Coser: 8
  4. La Canción del Mirlo Cantante: 8
  5. Dromos: 7
  6. Tobogán: 7,5
  7. Ella Respira: 8
  8. Prende y Apaga: 8
  9. Cazador de Mariposas: 9
  10. La Quimera: 8,5
  11. El Antifaz: 8,5

Rosario fue cuna de gran cantidad de bandas históricamente dentro del rock nacional, y no sería la excepción en la última década donde predominaron los grupos indie rock y alternativos. Dentro de está última oleada se destaca Alucinaria.

Surgidos a fines de 2006 cuando todos sus integrantes eran adolescentes, Pablo Comas (Voz, guitarra y teclados) junto a Federico Oti (Bajo) comenzaron a darle vida al proyecto junto a otros músicos de esa ciudad Santafecina. Desde 2010 Alucinaria consta de Pablo Giulietti (Guitarra) y Federico Toscano (Batería y percusión), formación que aún perdura hasta la actualidad.

Hijos de garage rock del 2000, Alucinaria toma gran parte de su música de esta movida pero sin dejar de lado las influencias locales y  el rock clásico tradicionales como The Beatles, The Beach Boys, etc. Sobre como surgieron y como definen su sonido Pablo Comas explicaría lo siguiente: “En esa época, estaban apareciendo bandas nuevas que nos fascinaban, y se parecían mucho a lo que nosotros podíamos hacer. En lo personal, tenía la firme sensación de que necesitaba decir cosas, y aunque no sabía qué, intuía que siendo parte de un grupo, iba a descubrirlo. En el 2006, la palabra ´´The Strokes´´ era una contraseña de ingreso asegurado a un territorio común para nosotros. Arrancamos siendo una banda de garage muy marcada por el sonido de esos grupos pseudo-indie del 2000, influenciados por el proto y el post-punk inglés/neoyorkino. Pero la decisión tajante que tomamos de componer en castellano nos demostró rápido que no teníamos discurso; no nos podíamos enunciar nunca en primera persona con autenticidad. Habíamos absorbido las maneras de todos ellos, pero no sabíamos cantar sobre lo que sentíamos o pensábamos. Era como un extranjero de mi propia lengua, había que aprender a hablar. Todo eso nos llevó por otros caminos.”

Su primer CD, La Última Rotación del Sol (2012), sorprende tanto por su identidad marcada y la prolijidad en sus composiciones y también por sus letras de alto vuelo literario, demostrando estar influenciados tanto por el rock como por la literatura y el cine. Alucinaria nos ofrece un indie rock atractivo y seductor apoyado en guitarras fuertes al estilo británico con una voz con enorme personalidad que se propone contar de una manera particular cada una de sus particulares historias.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Swans – The Burning World (1989)

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Puntaje del Disco: 7

  1. The River that Runs with Love Won’t Run Dry: 8
  2. Let it Come Down: 8,5
  3. Can’t Find My Way Home: 7
  4. Mona Lisa, Mother Earth: 7
  5. (She’s A) Universal Emptiness: 7,5
  6. Saved : 7
  7. I Remember Who You Are: 7
  8. Jane Mary, Cry One Tear: 8,5
  9. See No More: 6,5
  10. God Damn the Sun: 6

Desde que comenzaron a tocar juntos, a principios de los ochenta, la música de Swans nunca se caracterizó por ser popular, nunca tuvieron esa intención. Pero se hicieron notar por su encantadora versión del clásico de Joy Division, “Love Will Tear Us Apart” en 1988, que llevó a que una compañía discográfica grande como “Universal Records” les echara el ojo.

The Burning World (1989) fue su primer y último material grabado con una compañía comercial. Como era de esperarse el disco fue mucho más accesible de lo que venían haciendo y esto no les gustó demasiado, sumando a músicos sesionistas aportando instrumentos multi culturales acercándose más a un estilo folk y “World Music”.

A pesar de sus esfuerzos por sonar como una banda tradicional comercialmente fue un fracaso y su disquera acabaría el contrato abruptamente, algo que su líder Michael Gera agradecería con el correr del tiempo, debido a lo poco que disfruto todo el proceso, en 2011 declararía: “Yo aborrezco ese disco. Bill Laswell es un muy buen productor, pero no funcionamos bien juntos, yo estaba intimidado y cantaba de una forma monótona. No se vendió bien, y fuimos desechados”.

Desde mi punto de vista The Burning World se nota que es un disco forzado, con una banda no tan convencida del rumbo que estaba tomando ni de sus decisiones, pero así y todo no es terrible, tiene sus buenos momentos (en especial al comienzo después decae un poco), a pesar de no tener la potencia y la locura que caracteriza a los Swans es un buen comienzo para alguien que todavía no sabe de ellos y prefiere los temas acústicos que a lo visceral y alternativo que los caracteriza.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Wilco, The Flaming Lips y las diferencias del poder alternativo noventoso

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Un poco tarde llega esta reseña, pero más vale tarde que nunca. Persi Music no se baja del pelotón de visitas de octubre como Aerosmith y Festivales como el Personal Fest. Pero dentro de la oferta de estos días la que más me resultaba interesante era la del Festival BUE, con un Line Up que incluía a Iggy Pop, The Libertines, Wilco y The Flaming Lips. Estos dos últimos grupos resonaron en mi mente cuando escuché el anuncio. Wilco, por un lado, por ser una banda que con sus más de 20 años nunca pisó al país y que pese a parecer ignoto tiene su sequito de seguidores. Y por otro lado, la banda de Wayne Coyne de quienes tuve un muy buen recuerdo hace más de 5 años en GEBA.

Con la entrada en mano proporcionada gracias a mis amigos, llegaría el 15/10/2016, el día señalado para ver a estos dos grupos dentro del Festival. El panorama no parecía muy alentador con las lluvias del día y con la incómoda ubicación de Tecnopolis (2 colectivos y caminar más de 1km por la General Paz para llegar). Pero el cielo se aclararía y arribar a Tecnopolis para que en la entrada un sujeto de corte de pelo Punk con flequillo rosa y campera de Jean ochentosa te diga con mucho entusiasmo “¡Vamo’ a ver a los Wilco!”, te cambia la cara para empezar a prepararte a disfrutar lo que esperabas. “¡Sí, vamos!” fue mi respuesta tanto para ese personaje (que parecía tan contento como si fuese a ver a Led Zeppelin), como para mí mismo.

Ahora bien, el Festival y la presencia conjunta de estas dos bandas sirve mucho para analizar lo distintas que pueden ser pese a que comparten un público similar y a pesar de converger en un género parecido dentro de lo que se considera Rock Alternativo.

Primero sería el turno de Wilco. La hora de la cita era a las 19:30hs en el escenario secundario. Justamente la primera gran y grata sorpresa me la lleve con este escenario porque era en un lugar cerrado. La segunda muy agradable sorpresa es que sonaba “Sugar Mountain” de Neil Young mientras se esperaba. Y lo tercero que se apreciaba es que Wilco no es una banda convocante, se notaba que no había tanto público y que se podía estar cerca de la banda sin problema, aunque luego se llenaría.

La banda de Jeff Tweedy saldría ante los aplausos del público a la hora estipulada sin mucha espectacularidad, sin muchas luces, ni papelitos, ni humo, ni nada. Austeridad pura. Que viejos se los veía, especialmente a Tweedy, con barba, medio canoso y sombrero como un Neil Young cualquiera. Claro, no son un grupo nuevo y el público que acompañaba tampoco. Los espectadores tenían de 25 años para arriba, con predominancia de gente de 30 años y algunos jobatos de 40, 50 y hasta 60 años.

El convulsivo Pop Rock de “Random Name Generator” sería el encargado de arrancar el concierto. La sucedería el mejor momento de su presentación, “I Am Trying to Break Your Heart”, con un poder cautivante que pocas bandas logran, haciendo lucir a su multi-instrumentalista Pat Sansone para recrear con minuciosidad cada uno de sus arreglos. Sencillamente espectacular. Pero para no darte respiro, luego interpretarían “Art of Almost”, posiblemente la canción más progresiva de toda su carrera, brillantemente ejecutada para que suene tan impecable como en el disco. Y luego un clásico no menor de Being There, “Misunderstood”.

Tweedy reconocería ante el público que era su primera vez en el país y que repasarían diferentes temas de sus más de 20 años de historia. Así lo harían diversificando con su rock alternativo, aunque llamó la atención la abundancia de canciones de su disco A Ghost is Born (muy buen trabajo pero no el mejor), la ausencia absoluta de cortes de Wilco (The Album) y casi nula de su último trabajo, Star Wars. Ambos merecían mayor presencia en su Set List. Pero eso no quitó que el recital sea disfrutable.

Uno de los momentos mejor recibidos por el público fue “Impossible Germany”, coreando hasta el solo de guitarra, y vale la pena destacar los arrebatos de Noise experimental a la Velvet Underground en muchos tramos del concierto, haciendo lucir a Nells Cline como un guitarrista notable.

El cierre con “I’m a Wheel”, un tema medio zonzo, dejó un sabor a poco y alarmante porque lo mejor estuvo al principio en lugar de al final. Tranquilamente podrían haber elegido clásicos como… “A Shot in the Arm”. Pero las casi dos horas de Wilco, para ser un festival, te dejan más que satisfecho y contento.

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De hecho Wilco, tocó tanto tiempo que se terminaba llegando tarde para ver a Flaming Lips que arrancaba a las 21:15hs. Ya de entrada la puesta de escena era totalmente distinta. De escenario cerrado y sonido envolvente, pasamos a uno abierto, con mucha más gente, decorado como la completa fiesta que recuerdo presencié hace 5 años. Luces, cotillón, muñecos danzantes, papelitos y mucho color. Los Lips te daban la bienvenida a su sueño psicodélico/surrealista y Wayne Coyne era el principal anfitrión.

Clásicos de magnitud como “Race for the Prize” y “Yoshimi Battles the Pink Robots” darían el puntapié inicial. Y Coyne se encontraba en su salsa, inquieto, con su tapado blanco, tirando papelitos e incluso cantando encima de un Chewbacca.

Pero el momento de su locura máxima, que coincidió con el pico del concierto, fue cuando hizo un homenaje a David Bowie interpretando a “Space Oddty” dentro de su burbuja inflable, para luego tirarse al público. Escuchar “Ground Control to Major Tom” te hacía piantar un lagrimón.

La siempre hermosa “Do You Realize?” sería la encargarda de darle cierre a su presentación, que quedó un poco opacada por lo corta que fue (solo 1 hora de Show) y porque le faltó un poco de dinámica (por ejemplo, la versión de “What is the Light?” resultaba un poco frenada). De hecho, Coyne se iría medio cortante diciendo “Bueno, chau”, mostrando un poco lo loco que está. Y dejando al público con la sensación de “¿Eso es todo?”.

De todas formas, me gustaron ambas presentaciones. Tal vez, la de Wilco pude disfrutarla más porque fue la primera vez que vinieron. Pero pese a sus diferencias, desde cómo son sus shows, actitud en el escenario, cantidad de tiempo que tocaron, etc.,  cada uno tiene su encanto. Y da gusto ver a dos grupos que con sus más de 20 años mantienen intacto su poder, su poder noventoso.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 5)