Lou Reed – Take No Prisoners (1978)

Puntaje del Disco: 8,5

Disco 1:

  1. Sweet Jane: 8
  2. I Wanna Be Black: 9
  3. Satellite of Love: 10
  4. Pale Blue Eyes: 8
  5. Berlin: 9,5
  6. I’m Waiting For The Man: 7,5

Disco 2:

  1. Coney Island Baby: 10
  2. Street Hassle: 6
  3. Walk On The Wild Side: 5
  4. Leave Me Alone: 8

Take No Prisoners es un álbum algo irregular. En él, Lou Reed interpreta varias de las versiones más memorables de sus canciones, a la vez que destruye algunos de sus clásicos.

Es un disco bastante curioso, donde se muestra el lado más divertido del neoyorkino. En algunos cortes, Reed hace chistes («cheap dirty jokes» los llama el), comentarios irónicos, cuenta anécdotas, historias sobre sus canciones, e interactúa con el público. Esto queda bien cuando lo hace de forma moderada (como enI Wanna Be Black”), pero a veces se le va la mano y termina extendiendo demasiado sus canciones. La versión de “Walk On The Wild Side” es un ejemplo de esto. ¡Son casi 17 minutos en los que Lou apenas canta la canción!

Por otro lado, la interpretación vocal de Reed es bastante correcta cuando se trata de sus potentes gritos, que les dan cierta fuerza a los temas. Pero cuando intenta cantar más melódico (como en “Pale Blue Eyes”) no suena tan bien.

Sin embargo, Take No Prisoners es uno de los discos más esenciales del ex Velvet, ya que contiene algunas de las versiones definitivas de sus clásicos. “I Wanna Be Black” es excelente, buena instrumentación -buenísimos solos de guitarra y saxo-, con la dosis justa del singular humor negro de Lou. “Coney Island Baby” y “Berlin” son versiones mucho más poderosas que las de estudio, destacando por la fuerza de sus estribillos. Algo similar pasa con “Pale Blue Eyes” y “Satellite of Love”. Son canciones originalmente tranquilas y ligeras, pero en Take No Prisoners se convierten en temas realmente potentes.

Nos encontramos también con una curiosa mezcla blusera entre las canciones “I’m Waiting For The Man” y “Temporary Thing”, que queda muy bien, pero se hace más larga de lo necesario.

Por otro lado, “Street Hassle” y la ya mencionada “Walk On The Wild Side” representan bajones de calidad bastante notorios. La primera de las dos es particularmente decepcionante, ya que su versión de estudio es, a mi parecer, la mejor canción de Lou Reed como solista.

El álbum cierra de una manera genial con la salvaje “Leave Me Alone”, el corte más rockero de todo el trabajo.

Si bien Take No Prisoners no es un disco perfecto, las increíbles reversiones que contiene y el interesante factor humorístico lo convierten en uno de los trabajos indispensables de la discográfica del gran Lou Reed.

Juanse el Mono

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