Puntaje del Disco: 0
- Pocho Aztlan: 0
- No aceptan imitaciones: 2
- Profecía del Anticristo: 0
- Ángel de la frontera: -1
- Plata o plomo: 0
- Satongo: 0
- Isla de la fantasía: -1
- Bruja: -10 (Ya no tiene sentido seguir escuchando este disco)
- México campeón: ??
- Culpan la mujer: ??
- Códigos: ??
- Debilador: ??
- California über Aztlan: –
Brujería nació en 1990 como una rev[b]elación mexicana ante los grandes monstruos capitalistas de EEUU: una banda de greñudos locos, marihuanos y chingones.
Matando Güeros (1993), su álbum debut, apareció bajo el entonces excepcional sello Roadrunner Records, lo cual en su momento era un símbolo de pura chingonería: aun con el claro mensaje de odio hacia el país gabacho, lograron ser producidos por una disquera gringa. Además, con su abierta y cínica declaración de asesinatos y rituales satánicos, incluso Monte Conner se sentía intimidado y vulnerable ante los integrantes de la banda: El Brujo, El Asesino, El Fantasma, El Greñudo, El Hongo, El Güero Sin Fe y El Pinche Peach, al punto de abrirles las puertas de RR de par en par, pues lo contrario (él lo sabía bien) significaría su inminente decapitación.
Raza Odiada (1995) llevó el nacionalismo al extremo. Dejó de ser una amenaza y se convirtió en una declaración de choque y revolución. Al escuchar el segundo álbum de la banda, uno en verdad se alistaba para atacar a los culeros del norte; sólo habría que escuchar las órdenes del Patrón para aplicarles la ley del plomo a esos pinches gringos hijos de la chingada. Eso sin mencionar que también invitaban al narcotráfico, el satanismo, las putas y la marihuana.
Brujerizmo (2000) llevó su ideología a su máxima expresión y su música a una brutalidad tal que ni el diablo mismo se resistía a mover sus cuernos al ritmo de las guitarrotas del Asesino, las súper batakas del Greñudo y el gran bajísimo del Fantasma. ¡Este disco está cabrón! Se necesitan muchos huevos para aguantar una descarga tan chingona de metal mexicano. Tras escuchar las trece rolas de este discazo, uno ya se sentía bautizado por Satanás.
Dieciséis años más tarde, con puro pinchi gringo pendejo en su alineación, Juan Brujo queda huérfano y capado. Su contrato expiró, Satanás ya no lo cuida.
Kobda Rocha