Puntaje del Juego:

• Año: 2018
• Género: Acción, Aventura, Fantasía
• Estilo: Hack and Slash, Tercera Personal
• Plataformas: Playstation 4
• Saga: God of War

Lo Mejor: Impresionantes gráficos y cinemática.

Lo Peor: La trama puede ser un punto flojo.

Me encanta la sensación de terminar un juego especialmente cuando es tan impresionante como God of War. Kratos está de vuelta, pero esta vez con un aspecto nuevo (barbudo y más viejo, dandole el aspecto de un viejo vikingo como Ragnar Lothrock) y acompañado por un retoño, su hijo Atreus. Tanto el nuevo aspecto de nuestro querido espartano como la incorporación de un acompañante, implicaron un cambió en la jugabilidad de God of War, lo cual es positivo, para que la franquicia no caiga en el error de ofrecer reiterativamente lo mismo de siempre. Con la incorporación de Atreus, God of War pasa a tener una jugabilidad más similar a la de juegos como The Last of Us. E incluso el mismo Kratos ahora pelea con un hacha fría y con su escudo, lo cual implica un cambio en el estilo de combate que estabamos acostumbrados de la franquicia. De todas formas, a medida que avanza el juego se darán cuenta que el espíritu del juego sigue intacto.

Por otro lado, God of War se torna un juego más cercano a un RPG, donde podemos fabricar y mejorar nuestro equipamiento, al igual que recoger recursos y armamentos especiales. Y en este aspecto lo que ofrece es un mapa extenso para explorar e incluso distintos mundos para visitar, por lo que tenemos la posibilidad de completar muchas misiones adicionales además de la principal. En ese sentido God of War deja de ser tan lineal y le da más libertad al jugador, asemejándose a juegos como los últimos Tomb Raider.

Otro aspecto para remarcar y mucho, es que increíblemente la calidad gráfica de God of War sigue mejorando con cada nueva entrega. Es realmente un shock visual la calidad de sus gráficos y cinematográficas. Y ni hablar de cómo lo plasman en los distintos escenarios que podemos recorrer con Kratos y Atreus. Para el aplauso.

La nota negativa puede estar en la trama, que en realidad nunca fue el punto fuerte de la franquicia. La historia se ubica años después de la historia que ya conocemos de Kratos, quien se había transformado en un vengador asesino de dioses del Olimpo. Esta vez toda la historia del juego trata sobre como Kratos y su hijo intentan llevar las cenizas de su esposa y madre respectivamente a la montaña más alta para esparcirlas. Suena tal vez a poco para la cantidad de peligros que tienen en su camino, enfrentándose incluso a dioses nórdicos. Aunque toma un poco de relevancia porque se transforma en un viaje en el que Kratos intenta ser un mentor para su hijo.

No hay mucho más para agregar. La experiencia es excelente en líneas generales. Y como todo God of War debería jugarse con un nivel de alta dificultad (sino se darán cuenta que no tiene tanta gracia). Será difícil, pero no se preocupen que cuando le agarren la mano lo disfrutaran mucho más.

Persy