Puntaje del Disco: 7
- Tomorrow’s Dream: 6,5
- Sweat Leaf: 6,5
- Killing Yourself To Live: 7,5
- Cornucopia: 6
- Snowblind: 7,5
- Children Of The Grave: 6,5
- War Pigs: 8
- Wicked World: 7,5
- Paranoid: 8
Live at Last es técnicamente el primer disco en vivo de Sabbath, realizado en base a un concierto de 1973 en el Teatro Rainbow de Londres. Por lo que tenemos a su formación original y la más legendaria, incluido Ozzy en sus filas.
En Live at Last la banda suena pesada con las distorsiones de Iommi en guitarra y la contundencia de la bata de Ward. Pero el sonido no es nada especial. De hecho el arranque es un tanto monótono. Y el disco en su conjunto parece una masa uniforme sin grandes variaciones. Tal vez lo que falló es la selección y distribución de temas (como la llamativa ausencia de “Iron Man” y otros clásicos de sus primeros años).
De todas formas, los riffs de Tony nunca sonaron tan parecidos como en este álbum. Incluso sus solos son poco finos. Mientras que a Ozzy se lo nota arengando mucho al público pero no descollando como vocalista (seamos honestos, es un gran frontman pero no un virtuoso). En líneas generales no es un disco donde sobresalga su despliegue técnico. Lo que más sobresale es la actitud aplastante. Lo cual tiene sentido considerando que es una banda pionera del metal como Sabbath. En esa onda, lo mejor aparece sobre el final con «War Pigs», que es la que mejor lograda, y “Paranoid”, que resalta por sí sola por ser un himno. Por otro lado, tenemos a «Wicked World» en su versión extendida de casi 19 minutos, que no aburre tanto pese a su duración, dando lugar a las improvisaciones de la banda, en especial a Iommi haciendo lo que se le place en guitarra.
En definitiva, Live at Last no es un gran álbum en vivo. Y hasta generó cierta controversia porque fue editado por NEMS sin la aprobación de la banda. Pero es valorable ya que se trata de su primer registro en vivo en los setenta, antes de que Osbourne abandone el grupo.
Persy