Camino del deshielo toca a veces, entre Embrollos, fatos y paquetes. Ni que hablar del Veneno, la Paja brava y El viento que todo empuja hacia La boca del lobo. Córtala y olvídala vaticina El monstruo que crece. Sin embargo, El terco sentido de Ser yo me lleva Insoportablemente vivo a la Esquina del infinito, donde seguimos En pie, porque Somos los mismos de siempre. A pesar de estar Bailando en una pata bajo el Cielo del desengaño, no falta Buseca y vino tinto.
Moscas verdes, para el charlatán que no se hace rogar. Pero yo Luciendo mi saquito blusero Voy a bailar a la nave del olvido y a gritar Bien alto. Parezco el Rey de la triste felicidad, que no ríe, aunque todos me dicen: Reite. Hoy Negra es mi alma, negro mi corazón y El rito de los corazones sangrando sigue pegando. El Panic show todavía no acaba, y al igual que El sátiro de la mala leche se hace Pis y caca el Vende patria clon.
Volviendo a El juicio del ganso, uno Inventa un mañana esperando Algún Rayo de Cristal de Zicornio que lo aleje del Blues de Bolivia, ese Blues cardiaco, que nos vuelve Lunáticos. Despedazado por mil partes El hombre de la estrella sigue Hablando de la libertad, pero desde Lo frágil de la locura. Debbie, el fantasma, se pregunta Cuando vendrán La renga y Anaximandro a lanzar sus Palabras estorbantes. Esas acompañadas de El mambo de la botella y que desatan La furia de la bestia rock.
Hey hey, my my Estalla el Estado y los Dementes en el espacio buscando El rastro de la conciencia se encuentran con que 2 + 2 = 3. Míralos en la Montaña roja con su Desoriente blues y sus Dioses de terciopelo. Entonces pienso que El final es en donde partí y que la Triste canción de amor que Hielasangre puede ser curada por tu Arte infernal. A la carga mi rocanrol entonces como El revelde que llevo en mi Corazón fugitivo. Al que ha sangrado con Tripa y corazón y ha pateado La vida, las mismas calles le ofrezco una Sustancia entre las plantas que hacen del Truenotierra un Documento único.
Son Pesados vestigios los que rodean al Oscuro diamante de la Noche vudú. Allá por la Ruta 40 y Entre la niebla se encuentra el Motoralmaisangre que explota Alunizado al unísono. El ojo del huracán dispara Neuronas abrazadas hacia un Canibalismo galáctico que no encuentra su Cuadrado obviado. En la Pole position se halla Muy indignado San Miguel, ensayando El twist del pibe. Y En el baldío la Psilocybe mexicana se llena de Poder junto a los Nómades que adoran las Caricias del asfalto.
En Destino ciudad futura hay un buen Día de sol para el Motorock que es Masomenos blues, pero no deja de ser parte de El Circo Romano. Allí donde el que está Disfrazado de amigo tiene Mirada de acantilado y No para de aletear por Las cosas que hace. Y Esquivando charcos yo Me hice canción para que Cuando estés acá no te afecte la Balada del Diablo y La muerte, porque Sabes que A tu lado sería estar En los brazos del Sol. Detonador de sueños que me ha Llenado de llorar sobre mi Almohada de piedra. No sé A dónde me lleva la vida o si es La razón que te demora y cree en Cualquier historia, pero se bien que muero por vos Mujer de caleidoscopio.
David Rodriguez