Puntaje del Disco: 4,5
- Fuera de vos: 5
- Sexy nova: 5
- Dame tu mano: 4
- Estrella fugaz: 4
- Cristales: 7
- Nació para mi: 3
- Sentirte: 7
- Juego de placer: 3
- Nueva sensación: 3
- Burbujas de amor: 4
Si hay algo que cuesta, incluso duele, como escritor de reseñas, e incluso como fan de una banda, es ser decepcionado por una banda que en un momento marcó una etapa de tu vida, y que podrías considerar de tus favoritas. Esto fue lo que percibí al momento de escuchar Resplandece, última entrega de Juana la Loca.
Desde sus comienzos, el grupo supo conquistar a sus oyentes con dos discos avanzadísimos para la época y para el rock argentino que en ese momento se escuchaba. Creadores de un concepto, se autodenominaron “la primera banda sónica Argentina”, y, con álbums como Electronauta del 93, y Revolución, del 95, conquistaron a una generación ansiosa de un nuevo sonido, con raíces británicas e influencias shoegaze, pero en español.
A lo largo de los años, el grupo comenzó a optar por un sonido más comercial, resultado que se ve definitivamente en su primer disco de los 2000, el genial Belleza (2002), que si bien había perdido su sonido sucio y experimental, daba a sus fans un conjunto de canciones con melodías frescas y pegadizas. Pero a lo largo de los años, el nivel disminuyó con los siguientes trabajos. Si bien Casablanca (2005) y Pastillas para el dolor (2012) no son para nada malos álbums, vemos la falta de ideas y la repetición de recursos de forma cada vez más pronunciada.
Resplandece, editado seis años después de su último álbum, es el punto máximo de los defectos de una banda que cada vez suena más repetitiva y menos innovadora. Las diez nuevas canciones que ofrece el grupo recuerdan muchísimo a Juana la Loca, en un mal sentido. Son ecos de canciones que ya se escucharon en otros discos. Y si, esta agrupación siempre tuvo temas que nos recordaban a alguna otra canción suya de otro álbum. Esta vez esto se agrava: En este álbum todas las canciones se parecen melódicamente entre ellas. Da la sensación de que el grupo intenta desesperadamente crear ese nuevo “Sábado a la noche”. Y no me refiero sólo a la música , sino también a la búsqueda lírica. Resplandece nos ofrece unos pocos tópicos: El sexo, el (des)amor, la noche, y los excesos. Y ese no es el problema, el problema es que no salen de eso, y el álbum simplemente se vuelve monótono y aburrido. Volviendo a lo musical, el dilema es el mismo. Verso, estribillo, verso. A pesar de la (re) incorporación de Aitor y Roberto, guitarra y batería originales, el disco suena musicalmente flojo. Estructuras y solos predecibles, y un Rodrígo Martín que tiene claramente la voz muy afectada lo cual hace perder fuerza al disco.
Quiero recalcar, para terminar, que Resplandece, a pesar de todo, no es un álbum con malas canciones. Son simples, pegadizas y que te dejan un buen sabor si no conoces a la banda, y las escuchas como singles, por separado. El problema es cuando las mismas forman parte de un disco, y de una banda que se jacta de “reinvertarse, no reiterarse” pero cae desde hace años, disco a disco, en la misma fórmula. Mención aparte para “Cristales” y “Sentirte”, las únicas dos canciones que, a mi parecer, han mostrado una reinvención y que Juana la Loca puede ser aún más que sólo Juana la Loca.
Fran