Puntaje del Disco: 7,5
- Hung Up: 8
- Get Together: 8,5
- Sorry: 8
- Future Lovers: 9
- I Love New York: 8
- Let It Will Be: 7
- Forbidden Love: 7,5
- Jump: 7,5
- How High: 6
- Isaac: 7,5
- Push: 7
- Like It or Not: 6
Si bien American Life (2003) significó un paso en falso en la carrera ascendente de Madonna desde la segunda parte de los noventa, con su continuación Confessions on a Dance Floor de 2005, retornaría a la electrónica y al dance demostrando, con la ayuda del productor Stuart Price en la mayoría de los temas, que todavía podía hacer bailar a la multitud a pesar de ya ser una artista veterana.
Diseñado para ser escuchado a todo volumen. Su primera mitad es un bombazo tras otro de puro movimiento, velocidad. “Hung Up:”, “Get Together”, “Sorry”, “Future Lovers” y “I Love New York” es una combinación irresistible de buenos beats y samples que funcionan a la perfección.
La segunda parte es donde se empieza a perder el rumbo y a decaer en las composiciones, volviendose algo monótonas y repetitivas. El único momento en el que el tempo cae es en “Isaac” con sus cantos en hebreo, es el gesto más explícito del disco respecto a sus propias prácticas espirituales.
Confessions on a Dance Floor es un disco que no se pensó para ser masivo, sino para los clubes de bailes o raves electrónicas con doce canciones que podrían ser una sola, como el set de un reconocido DJ capaz de animar cualquier multitudinaria fiesta.
F.V.