Badly Drawn Boy – Born in the U.K. (2006)

Puntaje del Disco: 7

  1. Swimming Pool: 7
  2. Born in the U.K.7,5
  3. Degrees of Separation:
  4. Welcome to the Overground: 6,5
  5. A Journey from A to B: 7,5
  6. Nothing’s Gonna Change Your Mind: 8,5
  7. Promises: 7
  8. The Way Things Used to Be: 6,5
  9. Without a Kiss: 7
  10. The Long Way Round (Swimming Pool): 7,5
  11. Walk You Home Tonight: 6
  12. The Time of Times: 7
  13. One Last Dance: 6,5

En referencia al clásico Born in the U.S.A., el clásico de 1984 del cantautor estadounidense Bruce Springsteen, el artista británico Damon Gough (el hombre detrás de Badly Drawn Boy), gran fanático de la obra de “El Jefe”, denominaría a su quinto trabajo de estudio Born in the U.K. (2006).

El álbum intenta capturar la vida en el Reino Unido, basados en su infancia, y el orgullo de ser ingles. En cuanto a lo musical, sigue siendo una promesa sin explotar, se acerca más al demasiado ambicioso Have You Fed the Fish? (2002) que a su antecesor el íntimo y más compacto One Plus One Is One (2004).

Demasiado sobrecargado y sobreproducido por momentos, tratando de buscar épica donde no hay, incluso en sus mejores composiciones “Nothing’s Gonna Change Your Mind”, “Degrees of Separation” y “Degrees of Separation”, Badly Drawn Boy parece querer impresionar a su audiencia cuando fue su faceta más intima, distinguida y personal lo que enamoró a sus seguidores desde sus inicios con magnificas piezas como  “Magic In The Air” o “Silent Sigh” como claros exponentes de ello.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Todo el mundo tiene una vida menos yo

Vivo porque sobrevivo,
porque aunque no quiera tengo que cargar conmigo.
Ricardo Arjona

Todas las personas que conozco —o conocí— ahora tienen empleos, familias, matrimonios, hijos, problemas, deudas, metas, planes, amigos, celebraciones, preocupaciones, y un montón de cosas más. Todo el mundo despierta con una responsabilidad: escuela, trabajo, familia, impuestos, algo. Todos tienen cosas qué hacer; todo el mundo es en el mundo… menos yo.

¿Yo? Despierto porque no no-despierto; es decir, daría lo mismo si no despertara. No tengo nada por qué levantarme, no tengo nada por qué vivir. No le sirvo a nadie para nada, no le sirvo a nada para nadie. Algunas veces barro, sacudo, trapeo, limpio, lavo, cocino, hago de ama de casa; luego escribo un poco para recibir unas monedas y seguir despertando a diario. Otras veces salgo a gestionar eventos, a hacer presentaciones editoriales, a recitar poemas en foros invisibles, a conocer gente importante, a ganarme el título de escritor.

El mundo se compra carros, joyería, zapatos, ropa, televisores, teléfonos; yo leo novelas que daría lo mismo si jamás se hubieran escrito. El mundo sale a pasear, va al cine, se divierte, se emborracha (aun los otros escritores); yo me recuesto en el sillón a pensar miles de cosas que no sirven para nada en la vida. El mundo crece, madura, se vuelve mundo; yo estoy escribiendo este texto. Mi existencia no es una vida —a refutar de los biólogos—, sólo soy el conocido del conocido. Soy escritor, y no hay más qué decir al respecto.

Ir a la universidad, aprender cosas extravagantes, tomar talleres y seminarios de actividades con nombres que nadie entiende, impartir talleres y seminarios de cosas igualmente ininteligibles, leer librotes de gente muerta hace siglos, conocer nueve idiomas, coleccionar constancias de seminarios importantísimos aunque totalmente desconocidos, escribir y cobrar por ello; eso no es una vida, a lo más será un artificio literario. En cambio, la gente allá afuera sí tiene una vida de verdad, tiene nombre y tiene sueños, ilusiones, objetivos.

Todo el mundo tiene una vida menos yo. Y lo peor de todo es que todo el mundo cree que esto que yo hago (ser escritor y demás) es tener una vida interesante. Lo dicen como si yo fuese el único en todo el mundo que realmente tuviese una vida. Y entonces me doy cuenta que estoy siendo presuntuoso, pretencioso, pedante, arrogante, soberbio; en otras palabras, mi vida se aleja del mundo real. Estoy tan distanciado del mundo que mi existencia carece de vida, de una vida tal como la comprende ese mundo regente y regidor del mundo al cual dejé de pertenecer hace tiempo (cuando me volví escritor).

Kobda Rocha

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(Votos: 0 Promedio: 0)

Héroes del Silencio – Avalancha (1995)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. Derivas:
  2. Rueda, Fortuna!: 7,5
  3. Deshacer El Mundo: 9
  4. Iberia Sumergida: 8,5
  5. Avalancha: 9
  6. En Brazos De La Fiebre: 8,5
  7. Parasiempre: 7
  8. La Chipa Adecuada (Bendecida 3): 10
  9. Días De Borrasca (Víspera De Resplandores): 7,5
  10. Morir Todavía: 7,5
  11. Opio: 8
  12. La Espuma De Venus: 7,5

Avalancha sería titulado el cuarto y último disco de la gran banda zaragozana española Héroes Del Silencio. Y para el nuevo disco llegarían varios cambios, tanto en el grupo como en el sonido y la producción del mismo. El primero para remarcar es finalmente la integración del guitarrista mexicano-estadounidense Alan Boguslavsky, a quien Bunbury en los conciertos bautizaría como ‘’El Azteca De Oro’’. Si bien Alan ya venía tocando con la banda en la gira de la presentación del disco El Espíritu Del Vino, debido a que Juan Valdivia consideraba que los arreglos del tercer disco eran muy complicados para tocar en directo con una sola guitarra, ésta vez pasaría a oficializarse como miembro de la banda y su participación en este último disco. Phil Manzanera quien había producido anteriormente Senderos De Traición y El Espíritu Del Vino, no sería de la partida en este último disco, esta vez el puesto lo ocuparía otro prestigioso productor, el canadiense Bob Ezrin.

Avalancha denota un cambio estético y musical, en donde el grupo demuestra la madurez alcanzada luego de tres discos a sus espaldas. Presenta letras más innovadoras con temáticas más actuales referentes a conflictos sociales como la apatía, el agobio y la avaricia, pero sin perder las líricas criptologícas y herméticas conocidas de la banda. En cuanto al sonido presenta guitarras más potentes y distorcionadas al buen estilo Hard Rock, que quedan demostradas en cada riffs y solos ejecutados por Valdivia sumado al buen acompañamiento de Cardiel en el bajo, y la batería de Andreu que suena más pesada en cada golpe. Bunbury por su parte intenta rasguear un tanto más su voz en cada canción lo cual hace más atractivas a las canciones, todo esto emulando inconcientemente quizás al grunge que sonaba en el momento. Es el álbum más potente de la banda y el que mejor ha aguantado el tiempo, debido a su sonido más puro y fresco el cual te hace perder la noción del tiempo en que fue lanzado.

En un principio el disco iba a titularse como ‘’Babel’’ para seguir la continuación del Espíritu Del Vino, pero finalmente la idea fue descartada. Entre las canciones más conocidas del disco se encuentran la conocida y excelente balada ‘’La Chispa Adecuada’’, la oscura y apocalíptica ‘’Deshacer El Mundo’’, ‘’Iberia Sumergida’’ y la más rockera del disco ‘’Avalancha’’. Caben destacar también otros temas como ‘’Opio’’, ‘’En Los Brazos De La Fiebre’’ y ‘’Parasiempre’’ que también son populares en el catálogo de la banda y en sus conciertos. Se pueden resaltar como pistas menores la breve intro ‘’Derivas’’ que abre el disco, las potentes ‘’Rueda, Fortuna! Y ‘’Días De Borrasca’’ Muy tocadas en sus giras El Ruido Y La Furia y Parasiempre. ‘’Morir Todavía’’ canción que cuenta con dos versiones, la otra editada en Rarezas. Y por último la cadente y bella ‘’La Espuma De Venus’’ que es de las menos conocidas del grupo, pero merece la mención por su atractiva melodía.

Un gran álbum muy rockero y enérgico con grandes canciones, en el cual la banda decide despedirse en lo más alto del rock en español, y en el cabe destacar que la agrupación jamás compuso un álbum flojo o de pocas miradas en su historia.

Johnny Prz.

Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 4.5)

Buddy Guy – A Man and the Blues (1968)

Puntaje del Disco: 9

  1.  A Man And The Blues  10
  2. I Can’t Quit The Blues: 9
  3. Money (That’s What I Want): 9
  4. One Room Country Shack: 10
  5. Mary Had A Little Lamb: 8
  6. Just Playing My Axe: 9
  7. Sweet Little Angel: 10
  8. Worry, Worry: 10
  9. Jam On A Monday Morning: 10

Despues de habernos revelado su nuevo trabajo el año pasado (The Blues Is Alive and Well)consiguiendo un mínimo porcentaje de inadmisión por parte de algunos refinados que siguen prefierendo su tramo 50/60 cuando su famosa estridencia aun no hacia menospreciar su labor,nos acordamos de este disco.

Tal remembranza nos hizo ir hasta el año 68 cuando su relación con la Chess ya no tenia punto de retorno y la Vanguard se hacia de los servicios de un Guy con treinta años y una agudeza a flor de piel.Así pues, este «Man and the Blues»,es una estimación que se refuto en 38 minutos,con una impronta que roza lo indefinido simbolizando lo mejor de su extensa carrera junto a los considerados y posteriores «This is Buddy Guy» y «Hold That Plane» también para la casa de la gran manzana.

Su centelleante Stratocaster y las 88 teclas de Spann,se embarullan en un duelo lleno de esplendor en «One Room Country Shack»,llevando al álbum a un status de clásico.

El funky soul y sus primeras aproximaciones a lo que iba a exponer mas adelante se hacían evidentes pero el respaldo en baquetas de Tayler y Below lo disimulaban bastante.

Una triada de bronces en las que sobresalen un tal Aaron Corthen (A.C. Reed) aportando tintes de calidad a los detonantes «I Can’t Quit The Blues»,»Money (That’s What I Want)» y el casi pseudo stoniano «Just Playing My Axe» para después bajar tensión con la angustiada «Worry, Worry»,mas la ofrenda al rey B.B. en «Sweet Little Angel» son algunas de las maravillas que engalana el Lp.

Como todos sabemos,un periodo muy propicio vino  para el muchacho de Luisiana además del reconocimiento y la gran influencia para con colegas de ambos lados del océano,atrayéndole aparejado una saludable agenda laboral que la aprovecharía al máximo.

Buddy es el hombre… y el blues y nosotros eternamente agradecidos.

Line up

  • Buddy Guy – Guitar & Vocals
  • Wayne Bennett – Rhythem Guitar
  • Jack Myers – Bass
  • Otis Spann – Piano
  • Aaron Corthen – Saxophone
  • Donald Hankins – Saxophone
  • Bobby Fields – Saxophone
  • Lonny Tayler – Drums
  • Fred Below – Drums

J. A. Farias

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(Votos: 0 Promedio: 0)

OutKast – ATLiens (1996)

Puntaje del Disco: 8

  1. You May Die (Intro):
  2. Two Dope Boyz (In a Cadillac): 8
  3. ATLiens: 7,5
  4. Wheelz of Steel: 8
  5. Jazzy Belle: 7
  6. Elevators (Me & You): 9
  7. Ova da Wudz: 7
  8. Babylon: 6,5
  9. Wailin’: 6
  10. Mainstream: 8,5
  11. Decatur Psalm: 7
  12. Millennium: 8
  13. E.T. (Extraterrestrial): 7
  14. 13th Floor / Growing Old: 9
  15. Elevators» (ONP 86 Mix): 8

Big Boi y André 3000 tenían solo dieciocho años cuando se convirtieron en figuras preponderantes en la escena de hip hop del sur de Estados Unidos gracias a su exitoso sencillo “Player’s Ball” incluido en su disco debut en 1994.

Con más recursos y libertad creativa OutKast adquirió su propio estudio de grabación en Atlanta para comenzar a trabajar en su siguiente paso discográfico, ATLiens (un juego de palabras con la abreviación de su ciudad Atlanta, Georgia y aliens), editado en Agosto de 1996, donde incorporarían elementos de gospel, rock psicodélico, soul y reggae y se incluyeron creaciones valiosas para la carrera del dúo como “Elevators (Me & You)” (que ilustra el camino de OutKast a la fama), “Wheelz of Steel” (donde destaca el scratching a cargo de Mr. DJ, quien los ayudo a producir el álbum), “Mainstream” (con su rap old school) y en especial el homenaje a Prince “13th Floor / Growing Old”.

Lo más valioso que introdujeron en esos años Andre y Big Boi fue diferenciarse de los estilos dominantes de la época tanto del hip hop de la costa este como de la oeste, demostrando una habilidad única para describir la vida en los barrios desde una mirada de superación y positiva, muy rara en el género.

ATLiens significó un triunfo en varios frentes. Expandió el hip hop sureño y encumbró a OutKast como uno de los grupos más ambiciosos e innovadores de la época, destinados a marcar una era en sus futuras producciones.

F.V.

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(Votos: 1 Promedio: 5)

Aguante El Kanka

A veces no tenemos las cosas muy claras.
Uno, es fluctuante, cambia.
Vivimos mutando.
De repente,
uno se cruza todos los días con cositas a “arreglar”.
y con gente que te las muestra…
Que te hace enojar, reír, llorar, vibrar, gozar…
Y es ahí que uno reconoce que tiene un corazón…
Que se equivoca, que tropieza y se levanta…
y como dice el Kanka
“uno se enamora de su tierna levedad.
y solo tiene un corazón, solamente un corazón…
vulnerable ante tanta inmensidad,
y si no lo riego yo con anhelos y sueños
se me morirá de pena en un rincón…”
Disfrutemos, recorramos, sintamos….
Amemos y aprendamos…
Siempre de todo se saca aprendizaje,
y se conoce un poco más a uno mismo,
como decía Sócrates.
Es así…
Se los puedo asegurar…
(créanme una!!!,
yo creo a lo tonto tantas!!!)

y apuesto a esto, que me gusta tanto, que es la filosofía…
Amor al conocimiento, me dijeron…
Pero nadie me dijo que esto era fácil….
pero…
como dijo el Kanka (y yo le creí)
“Si que puedes,
que nadie te diga que no”…
(Escuchen el Kanka por favor)

Coca y Bonjour
Natalia Balul (profesora de Filosofía y escritora)

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Me enamoré de una lesbiana

Aquello que distingue al ser humano del resto de las especies es su capacidad de razonamiento —no diremos pensar porque habrá biólogos, psicólogos y otros logos que argüirían que mientras haya cerebro puede haber pensamiento; sin embargo, la razón es el rasgo único y exclusivo con que la evolución nos ha obsequiado. La razón, el libre albedrío y la consciencia de la consciencia [metaconsciencia, por proponer algún término] nos han llevado, entre otras cosas, a lograr sobreponernos a los instintos. Si un animal cualquiera siente frío, hambre o miedo (por ejemplificar lo planteado) satisfará esas necesidades sin cuestionar por o para qué; lo hará en seguida y de la manera más directa —cada especie tiene sus modos, claro está. Contrariamente, un humano puede darse el lujo de traicionar tales instintos y oponerse a satisfacerlos: sentir frío y no cubrirse ora para mostrar el escote ora por mera necedad; sentir hambre y aguantársela ya para respetar la dieta y adelgazar ya para no gastar más dinero del que de por sí no tenemos; sentir miedo y enfrentarlo con la intención aun de superarlo, en lugar de correr o esconderse. Ahora (lo importante, pues) el instinto sexual… Podemos debatir —aunque no lo haremos— sobre las especies que se aparean por reproducirse o las que lo hacen también por placer o las que no lo hacen en absoluto; sin embargo, lo cierto es que no deja de ser un instinto, una necesidad animal, un impulso bestial. En cambio, los humanos podemos traicionar al instinto y oponernos a satisfacerlo: tal vez porque el contexto social hace que algunos decidan llegar “vírgenes hasta el altar”, tal vez porque las malas experiencias hacen que algunos decidan no hacerlo más, tal vez por mera casualidad o tal vez por mil explicaciones más, pero lo cierto es que, aunque lo necesitemos y/o lo deseemos, los humanos podemos no satisfacer el instinto sexual por meses, años o décadas incluso.

La misma capacidad de razonamiento que nos autoriza a decidir el rumbo de nuestros instintos es justo el aspecto especiático que nos distingue en la fauna. Es decir [reductio]: cuanto más pensamos, más humanos somos. Por lo tanto, el más apegado a la noción de ser humano (id est, el más lejano a sus instintos primitivos) tendrá mayor capacidad de raciocinio.

Así, lo más adecuado sería evitar el contacto sexual por completo. (Aquí es donde, por lo general, pierdo al %99 de mi audiencia… No importa, alguno alguna vez algo comprenderá). El amor —como extensión del sexo, acaso evolución de éste— es un asunto un poco más complejo, pues se vuelve una ‘necesidad’ emocional; ya sea que comulguemos con la idea de que lo emocional es cosa del corazón o con la idea de que es cosa del cerebro, en ambos casos se está de acuerdo con que ya no es un instinto animal corporal, a decirse fisiológico. No obstante la diferencia, más de diez siglos de humanidad no nos han servido para separar una cosa de la otra; en palabras más vulgares, todas las parejas que se aman también se cojen. Y cojer (copular, fornicar, o como se le quiera llamar) es un algo que me parece repulsivo por involucionado —¿Habrá alguien más que también repudie el sexo o seré el único loco sobre la tierra?. La pregunta que surge entonces es: ¿cómo amar a alguien sin tener que sucumbir a las futilidades del sexo por ninguna de ambas partes? Por supuesto, previamente definido el amar distinto a un simple querer, estimar, apreciar, y demás conceptos que las mismas personas que sucumben a los influjos del sexo piensan como sinónimos del amor. En este caso, amar como algo único, como algo definido, como algo urreal.

No sé cuántas soluciones haya, pero yo me enamoré de una lesbiana. No es mi amiga porque no es amistad, es amor. No es mi novia porque, bueno… yo heterosexual y ella lesbiana. Pero ahora cada vez que la tentación de la carne se me presenta sólo digo “lo siento, tengo novia” y en realidad estoy pensando en ella. Escribo poemas para ella. Dedico en su existencia toda mi concentración emocional —corazón o cerebro, ya da igual— y mi talento creativo termina siempre con su nombre. Llena cualquier vacío que pudiera dejar la imperfección evolutiva de la especie en este momento histórico que nos ha cobijado tan precoz y promiscuamente. No hay motivos ocultos en mi sentir, no hay capas de interés, no hay intenciones sexuales detrás del garfio sentimental; al no poder introducir mi pene en su vagina, estoy convencido de una sola y total verdad: esto es el amor puro.

Kobda Rocha

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Cake – Prolonging the Magic (1998)

Puntaje del Disco: 6,5

  1. Satan Is My Motor: 7
  2. Mexico: 7
  3. Never There: 7,5
  4. Guitar: 6,5
  5. You Turn the Screws: 6
  6. Walk on By: 7
  7. Sheep Go to Heaven: 8
  8. When You Sleep: 6,5
  9. Hem of Your Garment: 6
  10. Alpha Beta Parking Lot: 6
  11. Let Me Go: 6
  12. Cool Blue Reason: 8
  13. Where Would I Be?: 6,5

Cake continuaría con su carrera ascendente, en términos comerciales, en la década de los noventa con Prolonging the Magic (1998), que como su título lo deja a entrever es la continuación de la formula ganadora obtenida en su antecesor dos años atrás, Fashion Nugget.

Pero el camino no fue un lecho de rosas para la banda liderada por su cantante, John McCrea, tuvieron que superar como banda ciertas perdidas que los llevaron a plantearse separarse por aquellos años después de la partida del bajista Victor Damiani y el guitarrista Greg Brown. Finalmente, el primero fue reemplazado por Gabe Nelson y el segundo por Xan McCurdy.

McCrea contaría que como banda tuvo que superar otros momentos más complicados como los años dorados del grunge, según explicaría a finales de los noventa: “Durante el período grunge, sólo había un sonido grande, de guitarras vikingas. Mucha gente venía a vernos y se decepcionaba porque no éramos ruidosos. Se suponía que el grunge luchaba contra la cultura mainstream norteamericana, esa que sólo se trata de: más, más grande, mejor… Pero lo que ellos hacían era subir el volumen, que era prácticamente lo mismo. Y me divertía notarlo. Nosotros tomamos la decisión de bajar el volumen, en lugar de subirlo. Y creo que hoy somos afortunados por haberlo hecho, aunque en esos tiempos nos vieran como a lunáticos. Lo que pasó fue que, en algún punto, la gente empezó a sentir que le dolían los oídos por tanto exceso.”

De Prolonging the Magic se pueden destacar pocos momentos, tiene menos creatividad y variantes que su antecesor, aunque sus cortes de difusión mantienen la identidad de rock pop alternativo “Sheep Go to Heaven” y “Never There”, y en especial la menos conocida pero igual de efectiva “Cool Blue Reason”.

A pesar de haber pasado de moda hace varios años, los de Sacramento sobrevivieron y continúan en la actualidad entregándonos su música, y en su último disco Showroom of Compassion, lanzado en 2011, tuvieron una suerte de renacer llegando a las posiciones más altas en su país.

F.V.

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Rata Blanca – Rata Blanca (1988)

Puntaje del Disco: 8

  1. La Misma Mujer: 7
  2. Solo Para Amarte: 8
  3. Gente Del Sur: 6
  4. Rompe El Hechizo: 7
  5. El Sueño De La Gitana: 9
  6. Chico Callejero: 8,5
  7. Preludio Obsesivo (Instrumental): 8
  8. El Último Ataque: 7
  9. Otoño Medieval (Instrumental): 7

Hablar de Rata Blanca es hablar de su fundador, compositor y letrista principal Walter Giardino, quien ya había incursionado en pequeños proyectos musicales antes de Rata. Uno de ellos sería una banda destacada en el under porteño llamada Punto Rojo. En el que además de tocar la guitarra también cantaba, pero en la cual nunca llegó a grabar un disco de manera oficial. La misma se separaría en 1984 y coincide con la vuelta al país de Iorio y Zamarbide (líderes de V8) que se encontraban en Brasil en ese entonces, y buscaban reemplazantes debido a la salida de Civile (guitarrista) y Rowek (baterista). Giardino sin dudar entra a V8 con Roldan también en guitarra. Sin embargo, los temas que componía Walter no encajaban en el estilo de ésta última por lo que eran rechazados por Iorio y Roldán debido a que estos contenían solos y pasajes instrumentales muy largos. De esto Walter diría: ‘’El primer día, cuando Ricardo vino a mi casa del Bajo Flores, tocó el timbre y nos sentamos a hablar. Yo le dije que me parecía que no iba a funcionar porque V8 tenía la cabeza en Motorhead y yo en Deep Purple. Él decía que sí iba a resultar. Finalmente no funcionó’’.

A los pocos días Walter es expulsado de la banda, y se intentó que Rowek volviera al mismo, lo cual este no aceptó pero se interesó por los temas que compuso el flaco del bajo flores y ahí mismo es en donde ve el nacimiento una de las bandas de Heavy Metal más conocidas del país, Rata Blanca.

Después de haber grabado un demo de cuatro canciones compuestas por Giardino de las cuales tres sobrevivieron y formaron parte del primer disco. Rata Blanca lanza su primer disco que para muchos es el mejor de la banda autotitulado con el mismo nombre en 1988. Este tiene la particularidad de ser el único en contar con Saúl Blanch en voz, quien había abandonado el proyecto cuando este estaba iniciando pero a modo de gauchada prestó sus voces, debido a que Shito Molina el cantante designado, no pudo grabar por problemas personales. La voz aguda de Saúl se adaptó perfectamente a las melodías y al sonido de las canciones del álbum.

El disco da comienzo con, ‘’La Misma Mujer’’ canción larga y con un machaque de guitarra continuo por parte de Giardino, pero que no destaca mucho conforme pasa el mismo. A este le sigue una de las más conocidas de la banda ‘’Solo Para Amarte’’ que cuenta con un riff pegadizo y una letra romántica que roza lo cursi en la que el protagonista declara sus sentimientos por su amada. Luego hay un quiebre con ‘’Gente Del Sur’’ una canción opaca, triste y repetitiva, quizás de relleno, sin dudas la más floja en composición del álbum. Con distorsión empieza ‘’Rompe El Hechizo’’ tema con un ritmo más acelerado que las anteriores, con aires de Power Metal, conocida en el repertorio del grupo pero no más que eso, comparadas a las que le suceden en el disco. Con un muy buen riff característico de Giardino empieza ‘’El Sueño De La Gitana’’ una de las mejores y más conocidas canciones de Rata Blanca, pieza con un solo al estilo neoclásico y con influencias criollas, en el que Saúl Blanch le canta a una mujer, que según la letra, solo ella podrá calmar su dolor y darle fuerzas.  ‘’Chico Callejero’’ una de las más pesadas del álbum y un clásico de Rata. Ésta última con ‘’Gente Del Sur’’ fueron las dos composiciones rechazadas por lo miembros de V8 antes de la partida de Walter. El disco también cuenta con dos instrumentales ‘’Preludio Obsesivo’’ y ‘’Otoño Medieval’’ en la primera se escucha a Giardino tocando una guitarra distorsionada en la que improvisa varios solos en la cual se nota la influencia de Bach y Paganini, incluso hay algunos pasajes en los que hace acordar a la banda finlandesa Stratovarius. Esta ha sido tocada de manera sinfónica en algunos conciertos. La segunda no es más que una criolla tocada a modo folklorica por parte nuevamente de Giardino con una melodía agradable. Y la anteúltima canción ‘’El Último Ataque’’ es la más larga del disco y abre con un riff que se repite a lo largo de todo el tema y en las que el flaco aprovecha para realizar muchos solos cuando ésta pasa a segundo plano.

El disco es un buen comienzo de una banda que sería muy importante en la historia del desarrollo del Heavy Metal en Argentina. Que tiene algunos altibajos pero que es indispensable su escucha para un fan metalero del heavy nacional. Con algunas canciones memorables y otras no tanto. La banda se terminaría de consolidar con su siguiente álbum. Quizás el problema de Rata Blanca sería no terminar de consolidar un disco de manera completa, pero que de cada uno se pueden sacar algunos clásicos memorables.

Johnny Prz.

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