Es Augusto Quevedo Lara, líder, capitán, comandante del objeto volador no identificado que lleva la misión a flote de conquistar el orbe. La Nación Alien es un proyecto que llegó para invadir nuestro mundo. Arte visual, plástico, cartonería, fotografía, alebrijez, máscaras. Este proyecto, entre gratiferias, talleres, exposiciones y mil cosas más, publica un fanzine alterno en el cual también se incluye el sentido literario. Cabe mencionar que el número de humanos abducidos, entre artistas y espectadores, ha forjado una galería de talentos cuantiosos. Hablar de todos los involucrados (en las diferentes etapas de esta nación) sería una empresa casi interminable, pero debemos reconocer que cada uno ha aportado una página importante en la historia del proyecto. Yo mismo he desfilado por las trincheras de La Nación Alien, en el #9 del fanzine de hecho. Ahí una prueba más del interés artístico del jefazo Quevedo Lara no sólo por lo visual, sino también por lo literario e, incluso, por lo musical. Así es, la nación ha tenido a bien difundir un sampler de sonidos estrafalarios… a decir, “alienígenos”.
El disco se compone de diez tracks esquizofrénicos, extrañísimos a primera escucha (y cómo iba a ser de otra forma si el contacto extraterrestre no es cualquier trivialidad). Parece simple recurso retórico cuando digo que el audio del sampler es extraterrestre; sin embargo, si no las bandas comandadas por humanos (aparentes), al menos sí la sensación que su música provoca. Un poco porque las diferentes propuestas musicales son, además de alternas, complejas, y otro tanto porque la selección e incorporación al disco es muy específica. Esto no parece un acoplado común de bandas dispares que reúnen sus canciones en una misma producción; por el contrario, esto es más una experiencia sensiorial de comunicación alienígena. Mientras uno escucha, se aviene la sesación de estar presenciando a criaturas fuereñas. Como entrar al archivo general de sucesos paranormales y ponerse a oír los testimonios de todos los abducidos. Y, en efecto, pareciera como si los diferentes compositores fueran creaciones experimentales que a su vez han creado, por medio de relatar y replicar la experiencia, creaciones artísticas fuera de este mundo.
Ahora lo saben: si quieren literatura, música, arte visual y mucha buena vibra (como la que casi no se encuentra en este mundo) revisen el proyecto de La Nación Alien y alisten sus cuarteles porque el viaje es largo y sin regreso.
Kobda Rocha