El cine Jolibudence me enseñó que todos los mundos albergan mejores civilizaciones que el nuestro… no por su tecnología, no por ser más desarrollados, no por sus características fisiológicas, no por una súper inteligencia, no por alguna congénita superioridad especiática, sino por algo que nunca se dice pero está a la vista de todos —aunque tampoco lo vemos; en general, me refiero—: en otros mundos (al menos los que ha logrado concebir el cine) no hay países. ¿No es extraño, por ejemplo, que en Los Vengadores Odín y Thor conquisten mundos y no naciones? Yo me pregunto si de plano los mundos son tan pequeños que sólo cabe una rosa y un princesito o si será acaso cierto que en nuestro mundo también hay sólo un país: EEUU.
Otra cosa es que la política parece estar resuelta en otros planetas. Siempre hay un líder supremo de todo el orbe. En el nuestro, si llegara un extraterrestre a Florida o Lavalleja… vayamos más lejos… Si un extraterrestre llegara a Punta Del Diablo en Rocha, Uruguay, y pidiera ser llevado con el líder, ¿alguien lo llevaría con el gobernante local? ¿Quien preside Punta Del Diablo sería el líder o habría que llevarlo con el gobierno de Rocha? Y una vez allí, ¿no sería mejor conducirlo hasta la presidencia uruguaya? Lo mismo pasaría si el alien llegase a Lobito en Angola, África, ¿o no? Al final, seamos capitalistamente sinceros, el líder último de nuestro mundo (así nos lo ha hecho creer Jolibud) sería el presidente de EUA. Ya veo a Odín, padre de todo, estrechando la mano de Trump, padre adoptivo de todos.
Al decir esto último, se me ocurre que tal vez allá en Asgard, si un astronauta midgardiano llegase a Nastrond, no lo llevarían con Fafnir sino con Odín, el Donald nórdico. Lo mismo que aquí nadie lo conduciría con Lacalle Pou. En fin, para terminar, y para no sentirnos tan miserables, además para evitar sufrir nuestra nova esclavitud (semper fidelis), voy a recomendar un libro y disco que se resisten al destino marcado por los USAs. El primero es De cómo el Roñas y su mamá salvaron al mundo del genialísimo Héctor Chavarría. El segundo es Space Symphony Around Us de los inclementes Carnal Diafragma.
Sonrían y voten por Kodos.
Kobda Rocha