EL título de esta digresión no es del todo acertado. Aunque tal vez eso se entienda, no hablaré de las canciones per se que abren un disco sino de esos tracks no necesariamente musicales que preceden a la canción en sí. Claro, el track por sí mismo no estaría completo sin su canción consecuente pero la importancia por ahora recaerá en el intro mismo. Así pues, aquí la lista:
A) Abducted de Hypocrisy. ¡Vaya! Qué compleja la metáfora auditiva que utiliza esta banda para presentar este disco, además con un sentido coherente con el concepto total del álbum. Un despegue espacial, un cohete en momento de ignición, sin duda un evento vertebral para la humanidad. Claro, Roswell 47. Pero también podría ser utilizado como simbolismo de lo que estaba haciendo la banda en ese momento: cambio de alineación, nuevo vocalista, metamorfosis total en el sonido de la banda. Permiso para despegar: concedido.
B) D. 50 de MuDvAyNe. Menciono este disco aquí como parte de los intros aunque en realidad el track de apertura tiene relación con todos los tracks de unión a lo largo del disco, sin mencionar que las mismas canciones, sus líricas y todo el arte conceptual, visual y musical está unido por la misma fuerza. Este disco es una verdadera genialidad.
C) Revelation of the Sado-God de Insision. Esto es como una película de terror, como esos cinco minutos escalofriantes que impactan de golpe antes siquiera de entender de qué va la obra completa. El intro no es un track separado de su canción pero bien podría estarlo sin ningún problema; cuestión de producción, supongo. Lo que sí es cierto es que es uno de los intros más potentes que he escuchado.
D) Hellcock’s Porn Flakes de Rompeprop. Eindhoven tiene un pasaje histórico (bélico) inolvidable… Bueno, inolvidable para quien lo conoce (sarcasmo). En fin, Rompeprop hace uso de su amplitud liberal gracias al género musical en que se desenvuelve y con ello revisita aquel suceso de una manera irónica y sarcástica pero que resulta una patada en el cuello como recordatorio de lo inolvidable.
E) Romantic Tragedy’s Crescendo de Macbeth. Estuve debatiendo exhaustivamente entre este disco y el Prison of Desire de After Forever. Iba a ponerlos a ambos dentro de esta lista pero, al final, creí pertinente sólo englobarlos en el mismo inciso ya que tienen casi la misma estructura (aunque el concepto y el sonido son bastante disímiles). Una entrada orquestal, casi clásica, con un sentido de ópera romana o italiana tal vez, unida con su canción que, por supuesto, ambas son magníficas, inseparables canción e intro.
F) Tierras de Leyenda de Tierra Santa. Una entrada victoriana, isabelina o quizá luisiana. Un arranque medieval no de guerra sino más bien de victoria. Esa música con que eran recibidos los caballeros armados tras una batalla gloriosa. Trompetas estruendosas con intención de himno nacional y tambores redoblando por los héroes imperiales. Qué fantástica forma de entrar a las enigmáticas tierras de leyenda.
Kobda Rocha