Harto de la vida, pasa sus tardes al borde de un acantilado mirando el abismo del firmamento y de la duda. Harto está de una vida cuotidiana de trabajo, dinero, gente, palabras, velocidad, política, egoísmo, crimen, sexo y desilusión. Todas las tardes después de la vida, se sienta en el borde del mismo acantilado y sueña con caer… o con volar.
Todo el mundo dice que le falta valor para decidirse y finalmente lanzarse a la muerte. Dicen que es un cobarde, que no tiene las agallas. Lo dicen como si ellos las tuvieran. En el mismo punto que él, cualquiera dudaría. La muerte es un sueño que todos los desdichados esperamos con ansia pero que ninguno se atreve a tomar por cuenta propia. ¿Qué hace falta para ser valiente?
Todas las tardes mira y sueña. ¡Qué hombre tan valiente! Quizás el más valiente de todos los hombres. Su valentía es estar al borde de un acantilado y tener la fuerza para dar la vuelta y regresar a este mundo maldito. Cualquiera en su lugar ya se habría arrojado… o peor aún, hubiere caído accidentalmente.
Kobda Rocha