Puntaje del Disco: 9
- Resolution Square: –
- G.S.K.: 9
- Narrator: 10
- Boy Racers: 9
- Paddling: 9
- Documentary Filmmaker: 8,5
- 2010: 8,5
- The Flyover: –
- Peel St.: 7,5
- Global Groove: 7,5
- Pamphlets: 9
¿Television está de vuelta? ¿O es una nueva versión de Pixies? No, señores, es Squid, la banda oriunda de Brighton, que no solo hizo un impresionante revival del Post Punk en su álbum debut, sino que Bright Green Field debe ser uno de los mejores discos, sino el mejor del 2021.
Al igual que bandas como Dry Cleaning e Idles, Squid es otro de los grupos que viene demostrando que el Punk y el Post Punk es tal vez el género que sigue dándole vida al Rock cuando parece bien muerto. En el caso de Squid la paleta de influencias es bien amplia. Además de las bandas mencionadas recuerda por momentos a Gang of Four, The Fall e incluso toman cosas de Frank Zappa (en el estilo Freak de “Padding”) y de Radiohead (en “2010”, por el estilo de oscuridad alienígena de sus guitarras). Pero además también recurren al uso de sintetizadores y saxofones, como si abordaran al Krautrock y al Jazz. Parece una mezcolanza, pero de esta forma logran un sonido único.
Ollie Judge tiene una forma de interpretar vocalmente que recuerda tanto a Tom Verlaine como a Black Francis, pero también a otros grupos más nuevos como Art Brut. Pero Ollie va un paso más allá y trata de elevarlo a un nivel que puede resultar más agresivo.
La primera parte de Bright Green Field es espectacular. “G.S.K.” abre muy bien demostrando la personalidad de este grupo, que incluye ciertas pinceladas Jazzera denotando su experimentación, las cuales se vuelven a escuchar en “Documentary Filmmaker” y en otros pasajes del álbum. Inmediatamente tenemos a “Narrator” que viene a ser su “Marquee Moon”, si lo seguimos comparando con Television. Un gran tema de Post Punk de más de 8 minutos, caracterizado por sus singulares cambios de ritmo y sus diferentes estadios, que te van llevando gradualmente a un torbellino de locura. En “Boy Racers” vuelven los cambios de ritmo donde además le dan lugar a sintetizadores para lograr un ambiente más atmosférico. Y luego tenemos a “Paddling” que debe tener uno de las mejores estribillos del álbum.
La segunda parte del disco no es tan lograda, porque las melodías bajan un poco en su nivel, y de hecho se les podría criticar la longitud del disco. Aun así, lo que sí mantiene Squid es su locura, cerrando con otro genial e insano corte de Post Punk, “Pamphlets”, que es el broche de otro, para un disco excelente.
Persy