Puntaje del juego:
- Año: 2006
- Género: Acción
- Estilo: sandbox
- Plataforma: Playstation 2, PSP
- Saga: Grand Theft Auto
Saludos, terrícolas. Y bienvenidos a mi bautismo como parte de la comunidad persimusicana. Si bien ya había subido cosas acá en varias ocasiones, es la primera vez que lo hago como miembro oficial de esta hermosa comunidad. Traigan la torta que vamos a festejar.
¿Y qué mejor forma de festejarlo que hablando de mi saga de videojuegos favorita de toda la vida? Grand Theft Auto. Esta saga fue prácticamente mi pérdida de la virginidad como gamer. No es que nunca hubiera tocado un videojuego antes de eso, pero fue esta saga la que me volvió un jugón con todas las de la ley. Los primeros que jugué fueron el Vice City y el San Andreas, pero el más especial para mí (sin ser mi favorito) es el Vice City Stories, ya que fue el primero que completé al 100% en mi PS2, allá por el año 2009. Empecemos.
Pero antes, necesitamos un poco de contexto. Ya contextualicé lo que significó para mí, así que ahora demos el del objeto de reseña. Rockstar venía de una racha ganadora con la trilogía GTA 3, Vice City y San Andreas. El próximo paso era crear una continuación que llevara las cosas al siguiente nivel, y aquél juego sería (al menos en el papel) GTA 4. Pero, a diferencia de la Rockstar actual, en aquél momento eran conscientes de que el período entre el 2004 (fecha de salida de San Andreas) y 2008 (o 2007, año en el que planeaba lanzarse originalmente el GTA 4) era muy largo para dejarnos al público sin nada nuevo aunque sea como tentempié. Fue así que salieron una serie de obras como Manhunt 2 y Bully y, dentro de la saga que nos compete, Liberty City Stories y Vice City Stories. Estos dos últimos en un inicio eran exclusivos de Playstation Portátil, pero luego fueron trasladados también a la Playstation 2. El Liberty City Stories llegaba a funcionar como juego de portátil, pero se notaron mucho sus carencias al ser adaptado a una consola de mayor potencia. ¿Pasó lo mismo con esta continuación? Vamos a averiguarlo.
La historia de este juego trascurre en 1984 (dos años antes del Vice City original), y su protagonista es Victor Vance, hermano del famoso Lance Vance también del Vice City original. En aquél juego, Victor aparecía en la introducción durante el intercambio con los Forelli en el puerto de la ciudad. Intercambio en el cual resultó ser uno de los personajes asesinados por los hombres de Díaz. Acá toman a ese personaje insignificante y lo dotan de protagonismo. Resulta que acá Victor es un recién llegado a Vice City que entra en el ejército porque quiere ganar algo de plata para ayudar a su familia, sobre todo a su otro hermano, un tal Pete Vance, que tiene asma y necesitan pagar su tratamiento. Su sargento resulta ser un tal Jerry Martínez, personaje bastante alocado y que desde el vamos lo utiliza para fomentar sus propias turbiedades. Acá, además de establecer el tono más colorido y típicamente absurdo para la saga en este juego, vemos un contraste entre el Victor que apenas llegamos a conocer en el Vice City original y el que vamos a manejar en esta obra. Mientras que, en el juego de 2002, era un personaje muy desmejorado física y mentalmente, el cual parecía no solo disfrutar del negocio de las drogas sino de su consumo, acá se trata de un tipo fornido y con las ideas claras. No le gusta el tráfico ni el consumo de drogas, pero hace lo que sea necesario con tal de ayudar a sus seres queridos. Es un buen contraste si me lo preguntan. Después le van pasando cosas y más cosas, pero ya vamos a llegar a la historia principal. Primero hablemos de otros aspectos.
Como el tono. En la aventura de Tommy Vercetti, Vice City era una ciudad cálida de colores vivos que hacía un buen contraste con el mundo oscuro en el que sus protagonistas estaban metidos. Acá esto no solo se mantiene sino que se amplifica. La historia que se cuenta es incluso más trágica y tensa que la del juego de 2002, y sus colores son incluso más fuertes y cálidos. Y funciona. En Liberty City Stories no habían sido capaces de mantener el tono oscuro y noire de la Liberty City de GTA 3, a pesar de que su historia lo pedía a gritos. Era una ambientación muy opaca en el mal sentido. Muy poco memorable. Acá comprendieron bastante mejor lo que el juego necesitaba, y cumple con creces.
Como esto es un Grand Theft Auto, y basan gran parte de su ambientación en la música que suena en las radios, hablemos de la música a continuación. Al igual que su predecesor espiritual, este juego se ambienta en los 80 y, al igual que en aquél, la selección de música es fantástica. Hay un par de radios nuevas que en el juego original no existían y otro par del juego original que no existen acá, pero hay un poco de todo y se las arregla para llenar los huecos que inevitablemente dejaría la ausencia de esas estaciones. Hay rock, hay dance, hay salsa y mambos, hay hip hop, todo representado por sus máximos exponentes. En V-Rock tenemos a Dio, a Judas Priest, a Accept, a Ted Nugent, etc. En Fresh FM (una de las radios que no existía en el Vice City clásico) tenemos hip hop, rap y electro a través de gente como Run DMC, Art of Noise o Whodini. Y eso por dar pocos ejemplos. También hay nombres como Blondie, Depeche Mode, Phil Collins, Genesis, Alan Parsons Project, Motley Crue, Queensryche… si bien no soy un fanático de todos los artistas que aparecen, y algunas de las canciones que aparecen en este juego no son canciones que escucharía normalmente, son parte imprescindible de esta obra. Quizás esta música no funcione desde la historia que se quiere contar (como sí pasaba en GTA San Andreas, por ejemplo), pero representa bien a la época en la que transcurre el juego, y eso me alcanza. De hecho, creo que es una de las mejores selecciones musicales de la saga. Muy evocadora realmente.
Pero esto es un juego, y su validez general se transmite a través de sus mecánicas y de sus secciones jugables. Es así que Vice City Stories nos da muchísimas actividades, de las cuales las más interesantes son las de construcción del imperio. Estas son implementadas conforme avanzamos en la historia, y hay de seis tipos diferentes: Extorsión y protección, acaparamiento, prostitución, drogas, contrabando y, por último, robos. En un principio solo estarán disponibles las tres primeras, mientras que las otras se van a ir desbloqueando con el pasar de la historia. Acá se mantiene de forma muy bien lograda la coherencia entre el modo libre y el modo historia, ya que cada actividad va apareciendo en el momento justo. No tendría sentido, por ejemplo, que desde el inicio podamos traficar con drogas siendo que a Victor le disgusta ese negocio. Con respecto a la conquista de los mismos, se trata de unas misiones bien simples de destruir el vehículo aparcado en el exterior, matar a todos los enemigos, entrar al local y destrozarlo. Luego de eso, el negocio no va a ser nuestro sino que va a estar en venta, y debemos comprarlo antes de que lo hagan otras bandas. Y ellos pueden hacer lo mismo con nuestros negocios. Destrozarlos hasta apoderarse de ellos. Esto le da dificultad pero encaja con el juego, y hasta es un sistema mucho más interesante que el del Vice City clásico. Si hay un aspecto en el que pierde contra aquél, es en el hecho de que las misiones no se sienten tan únicas y especiales ya. Adquirir negocios es que, pese a poder elegir su tamaño y tipo, todos van a ser parecidos tarde o temprano. Es técnicamente mejor que en el juego de Tommy Vercetti, pero al menos en aquél sentías que cada negocio cumplía una función única e irremplazable. Aunque supongo que era algo inevitable. Tampoco me voy a quejar mucho, porque el sistema funciona bien y te sentís recompensado a la larga. Después hay nuevas misiones secundarias, como las de ambulancia aérea o las de guardavidas. Son interesantes y dan buenas recompensas, pero tampoco me parecen la gran cosa. Y después están las típicas de vigilante, taxista, paramédico y bombero, y hay un par que vuelven a cometer los mismos errores de siempre, con el agregado de que ahora son más largas que antes (en vez de tener que llegar al nivel 12, hay que llegar al nivel 15 o 16). Reconozco que el juego lo compensa con algunos puntos de control a partir de ciertos niveles, o que las misiones de taxista ahora son un poco más variadas y dinámicas, pero en general son más de lo mismo. Al menos las de vigilante son más difíciles, pero sin grandes cambios jugables. Si pudieron hacer más entretenidas las misiones de taxista, ¿por qué no hicieron cambios en las otras? Se aprecia el esfuerzo, pero en algunos aspectos se queda a medias. Aunque tengo que admitir que hay unas cuantas muy bien llevadas, como las masacres o los saltos acrobáticos.
¿Y qué hay de los vehículos? Después de todo, ese es otro de los atractivos de la saga. Poder manejar cualquier cantidad de vehículos. Bueno, acá tengo que reconocer que lo hace muy bien. Es, de la era 3D de la saga, quizás el juego con mayor variedad de vehículos de todo tipo, únicamente superado por San Andreas en este apartado. Si bien los tipos de vehículos son más o menos los mismos de siempre (autos, motos, helicópteros, aviones, barcos), cada uno se maneja a su manera y se sienten diferentes en su peso y resistencia. Aparte de que se mantienen detalles de juegos anteriores, como el desenfoque cuando vamos a altas velocidades, lo que aumenta la sensación de vértigo. A esto hay que agregar alguna que otra novedad en las recompensas por las bonificaciones, como el hecho de aterrizar un vehículo en llamas después de hacer una acrobacia. Esto aumenta las posibilidades de diversión a bordo de vehículos. Y eso que no nombré el regreso de las bicicletas y de las motos de policía. Espectacular en este apartado.
Hasta ahora vengo hablando de un juegazo que no bajaría de un nueve, pero tengo un par de problemas en general. El primero es que falla en tener su propia personalidad. O sea, tanto GTA 3 como Vice City y San Andreas tenían cada uno su propia atmósfera y su tono particular. Vice City Stories, por su parte, es demasiado reminiscente de Vice City de 2002. Entiendo que era la intención al ser un juego de relleno en la saga, pero en muchas ocasiones se nota demasiado esto. Incluso en el reparto de personajes. Por un lado se corrige el error de Liberty City Stories de depender demasiado de los personajes de toda la vida, ya que aprendemos más sobre ellos en este juego. Por el otro, estos a veces se sienten demasiado flanderizados (como el propio Lance). Y hasta hay subtramas que remiten demasiado a lo ocurrido en nuestra aventura a cargo de Tommy, como la de los cubanos contra los cholos, que es un obvio calco de la guerra entre cubanos y haitianos del anterior juego. No digo que quiten la atmósfera, ya que es parte del encanto de Vice City, pero sí hubiera estado bueno que ampliaran un poco el mapa, o que aprovecharan mejor a los personajes nuevos. Así no se sentiría tan derivativo. Pero ya fue. Vamos a hablar de la trama, que ahí están otros de los problemas.
(Advertencia: Se vienen los spoilers del juego y, en algunos casos, de juegos anteriores de la saga).
Todo empieza, como ya se dijo, con Victor arribando al ejército y conociendo a Jerry Martínez. Son solo tres misiones y, si bien se asienta bien el tono, a nivel jugable y narrativo me resulta algo desaprovechada. No solo por lo breve que es esta parte, sino también porque hubiera sido interesante ver una serie de misiones en las que el protagonista intenta ganarse la vida desde el lado de la ley. Podría haber marcado un mayor y más interesante contraste con Victor metiéndose en la delincuencia más adelante. Además, el despido de este del ejército es muy absurdo. O sea, entra en la base con una prostituta, sí. ¿No podía decirle al superior que lo termina echando que la prostituta era para Jerry y no para él? Además, la propia tipa sabía que era Jerry quien quería sus servicios. Ella podría haber hablado. Es una manera muy forzada de arrancar la carrera criminal del protagonista, sinceramente. Al menos después va mejorando. Si bien Martínez vuelve a aparecer en unas misiones más adelante y se nota una tensión entre él y Victor, este último no intenta nada contra él más allá de insultarlo. Se entiende esta reacción a medias de parte del protagonista ya que, al igual que ocurría con Tempenny, Pulaski y Big Smoke en San Andreas, arremeter directamente contra él solo nos traería problemas. La venganza contra Jerry vendría también en parte por la casualidad y conveniencia del guion, pero no es tan grave como con Catalina en GTA 3 (por ejemplo), ya que en ningún momento de la primera parte de la historia se implica que Victor quiere venganza contra Martínez, sino que él está muy ocupado en la suya tratando de ganar dinero para su familia. Sin embargo, tras enemistarse Victor y Phil Cassidy (otro personaje que vuelve, y con más protagonismo que nunca) con Jerry, podrían haber buscado la forma de que este último siguiera presente como una amenaza, ya sea atacando sus negocios o formando alianza con los enemigos del protagonista, tales como los cholos o Marty Williams. Este último es un enemigo algo desaprovechado. Aunque se entiende en parte al tener este una pandilla menor que no tiene ni por asomo el alcance de los enemigos que haríamos más adelante, sí que se da por sentado su desaparición sin un cierre lo suficientemente satisfactorio, y en algún punto se plantea su muerte como algo que nos va a traer problemas a la larga, así que ahí hay un problemita. Al menos gracias a él conocemos a uno de los personajes más importantes del juego: Louise Cassidy, hermana de Phil. Ella es como nuestra gran ayuda en el ascenso al poder. Quien nos anima a formar un imperio. Ya que hasta el momento, Victor se conformaba con las ganancias de ayudar a otros personajes de más poder que él. Es un cambio de motivaciones bastante simple pero acertado, y mejor logrado que el cambio de Tommy Vercetti. Después llega Lance a Vice City y, con la ayuda de un tal Bryan Forbes, se empieza a meter paulatinamente en el negocio de las drogas y los crímenes de altos vuelos. En un principio siente rechazo y solo lo hace con la condición de no tocar las drogas, pero luego (tras descubrirse que Forbes era un agente de la DEA), se mete de lleno en el negocio. En parte por necesidad y en parte por vengarse de Martínez, ya que descubre que la cocaína que están moviendo le pertenece. La cuestión es que la roba y los hermanos Vance se vuelven bastante poderosos y reconocidos en la ciudad. Todo parece ir bárbaro, hasta que al llamar a Jerry para burlarse, descubre que el cargamento no era suyo, sino de los hermanos Méndez, la banda más poderosa y peligrosa de la ciudad. Victor putea a Lance y trata de convencerlo de devolverles la cocaína. Lance lo convence de venderla a otra persona para que el problema deje de ser de ellos. Después de una misión de las más particulares de la saga (rodar una escena de un tiroteo a zombies en el centro comercial para una película), vuelven a la mansión de Lance, en la que descubren que su madre (quien había llegado a la ciudad hacía un rato y había aparecido en un par de misiones) les robó la cocaína, lo que agrava sus problemas. Los hermanos Méndez (Diego y Armando) primero atacan algunos de sus negocios y, tras sobrevivir a la emboscada, los mandan a buscar directamente. Logran convencerlos de que quienes les robó la cocaína fue Jerry Martínez, lo que hace que le exijan pruebas de esto. Acá se ejecuta la venganza involuntaria contra el sargento que traicionó a nuestro protagonista, ya que el tipo tuvo que irse de la ciudad inmediatamente por un tiempo tras esto. El punto es que su misión de engañar a los Méndez fue un éxito, pero ellos igualmente ven la oportunidad de utilizar a los Vance a su antojo. En el medio ocurren cosas como que Victor conoce a Ricardo Díaz y comienza a trabajar para él, también trabaja para González (un personaje secundario de Vice City que es asesinado por Vercetti) y para el/la director/a de cine llamado/a Reni Wassulmaier. En parte se justifican estos trabajos secundarios al margen de la historia principal, ya que Victor solo busca plata (como ya dije hasta el cansancio), e incluso estas subtramas se terminan relacionando con la trama central, pero en general falta más amenaza Méndez de por medio. También hay otros momentos que no llegan a nada, como el hecho de que la DEA vigila la mansión de Lance o que se descubra que este guardaba la cocaína robada para él y se lo ocultó a Victor, lo que lleva a que él se peleé con Louise al creer que lo engañaba con su hermano. Y Louise es otro bodoque dentro de la historia. Si bien es cierto que se puede justificar que cada vez vaya perdiendo importancia y relevancia por tener Victor otros problemas que resolver, tampoco aporta mucho más que ser la damisela en apuros. Rara vez la vemos tomando decisiones que la conviertan en algo más que el cliché. Era una oportunidad para hacer un personaje femenino fuerte, y Rockstar la desperdició. Pero bueno, que al menos su ineptitud da lugar a algunas de las misiones más tensas del juego. Volviendo a la trama principal, llega un punto en el que los Méndez «perdonan» a Victor y a Lance pero con la condición de que ambos se vayan de la ciudad y les dejen sus negocios. Los Vance se niegan, lo que hace que los noqueen y los lleven a un punto alejado de la ciudad, a lo que los hermanos sobreviven pero terminan en muy malos términos con Diego y Armando. Llegamos a la recta final del juego, donde van cerrando cabos. Victor y Lance destruyen en conjunto con Ricardo Díaz papeles importantes de los Méndez, Reni se va de la ciudad al verse amenazada (ex amenazado) por los hombres de Diego, Victor salva a Phil Collins (¿se pensaron que iba a dejar de mencionar este cameo legendario?) de la mafia Forelli, y los dos principales enemigos secuestran a Louise. Esta es una de las misiones más desafiantes del juego, y ganamos la satisfacción de matar a Armando, pero perdemos a nuestra amada. Lo malo es que no se explora mucho la muerte de esta más allá de un par de diálogos. En la penúltima misión del juego robamos un helicóptero de combate con la ayuda de Phil Cassidy, pero ocurre todo muy de repente. No vemos un cambio en la psiquis de ninguno de los dos (más allá de que Phil está más borracho que de costumbre). Y la última misión me deja sentimientos encontrados. Jugablemente está bien. Algo imaginativa e intensa, pero me deja con ganas de más. Deberían haberla planteado de otro modo, ya que lo último que hacemos es pelear contra Diego (esto como que me molesta. ¿No podía ser Armando el enemigo final? Después de todo, fue el que más les jodió la vida a los personajes principales) y Jerry Martínez (que intenta vengarse una vez más de Victor) y matarlos, para luego ver una última escena en la que Lance llega tarde pero bien caliente al tiroteo, y ambos tienen una charla sobre irse de la ciudad. Lance vuelve a hacer de las suyas diciendo que le robó veinte kilos de cocaína a Díaz y que tienen que calmarse un tiempo antes de venderla. Victor no está de acuerdo en ese momento (aunque luego se dedicaría al negocio de la delincuencia voluntariamente). Es una buena forma de cerrar algunos puntos sueltos que quedaban en el Vice City de toda la vida, pero me hubiera gustado algo más esmerado para la historia que están contando en este juego. Un cierre mitad satisfactorio y mitad insatisfactorio.
Sin embargo, Vice City Stories es un buen juego en general. Comete algunos de los errores típicos de la saga y, en algunos casos, los empeora, como las cinemáticas a medias (que se justifican en la PSP, pero se ven muy mal en la PS2, consola de mayor potencia) o el presentar muy buenos personajes para después desaprovecharlos. Sin embargo, también presenta a algunos de los villanos más destacables de la saga, una coherencia jugabilidad-historia bastante satisfactoria (con todo y errores) y una trama que, a pesar de sus pálidas, es de lo más redondo logrado en la franquicia. Me gusta cómo el personaje va entrando progresivamente en la delincuencia, con sus acciones enturbiándose más y más a cada paso que da, hasta volverse dueño de la ciudad no por deseo (como podía ser el caso de Vercetti y, en cierta medida, de Carl Johnson), sino por necesidad. Yo veo a este juego como una transición entre la era 3D (por lo humorístico y ligero de su enfoque) y el GTA 4 que estaba por salir (por su trasfondo más oscuro y serio). Además, reúne un poco de lo mejor de cada GTA lanzado hasta esa fecha al mismo tiempo que agrega novedades propias y corrige varios errores de sus predecesores. Es así que tenemos la dificultad de GTA 3, el ambiente colorinche y la banda sonora al nivel del otro Vice City o la variedad jugable y el tono narrativo más maduro de San Andreas, de modo que sería el juego quintaesencial del universo 3D. Lo tira un poco para abajo su naturaleza de juego de relleno. De haber sido tratado como una obra principal con un mayor presupuesto, hubiera sido una auténtica bestialidad. Aunque me conformo. Quizás como conjunto no sea lo mejor de lo mejor, pero es un todo sólido igualmente, y un cierre por todo lo alto a la mejor época de la saga. Le pongo tres estrellas y media que podrían ser cuatro en un buen día. Muy recomendado.
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