Muchos grupos salen y siguen saliendo de la Plata como si fuese una cuna del Indie argentino. Valentin y los Volcanes es uno de ellos, una de las más gratas revelaciones que viene de editar en el 2010 su disco debut Play al Viejo Walkman Blanco, uno de los mejores discos del año pasado según nuestra consideración. Los muchachos nos brindaron esta entrevista en la que nos cuentan un poco de todo.
1. ¿Cómo nació Valentín y los Volcanes?
La idea nació un poco por azar, ayudado por nuestras ganas de volver a enchufar las guitarras y componer canciones nuevas. Cada uno de nosotros había tenido algunas bandas y acumulábamos en cajas de zapatillas viejas casetes con ensayos y canciones incompletas.
Me gusta ver esas viejas cintas como una especie de caja negra de un avión estrellado. Lo que hicimos fue revisar de alguna forma cómo había sido el accidente que había destruido nuestro avión y a partir de eso construir con todas esas partes una nueva y pequeña nave que funcionara para siempre. Un poco ruidosa al principio, con un ala más grande que la otra, con un motor un poco sucio y gastado, pero con cuatro pilotos entusiasmados. Y a veces el entusiasmo puede más que cualquier recurso técnico.
Comenzamos a ensayar en una sala que armamos en el fondo de la casa de Nico Kosinski, rodeados de pasto, un gran Sauce y la empática compañía de su familia. Yo me sentía un poco como en un disco de Tom Waits, porque detrás de esa medianera vivía un desquiciado fanático de ciertos animales, entonces escuchábamos siempre al llegar esa sinfonía disonante de pájaros y animales exóticos que el tipo había conseguido de alguna forma dudosa. Nos sentíamos en una especie de granja. Una granja de rehabilitación espiritual, con animales cantando.
En ese contexto aparecieron las primeras canciones.
2. ¿Cómo llegaron a elegir el nombre de la banda? ¿Qué significa Valentín y los Volcanes?
Es el nombre de una de las primeras canciones que maquetamos antes de ponernos a tocar en vivo, llevaba ese nombre y narraba el viaje de Valentin a una tierra de volcanes, un bolso con algunos discos, novelas y películas. El muchacho Iba a buscar su propia voz. La canción en si era realmente mala, tan mala que me siento muy orgulloso de ella.
En algún punto funciona como alegoría sobre nuestro propio viaje como banda, en nuestro subconsciente llevamos cargado un backup inmenso de obras que nos emocionaron alguna vez, novelas iniciáticas que hicieron que amemos cierta literatura; y películas que entretuvieron nuestras tardes y noches durante los 90s.
Esos recuerdos y percepciones siguen operando de alguna mágica forma en el momento de tomar cada decisión y de componer cada melodía. Crearon nuestro imaginario, nuestro propio wikipedia emocional.
3. Se nota la influencia en su música de varios grupos especialmente de los noventa, pero ¿Con cuales se sienten más identificados?
Siempre nos interesaron las bandas de los 90s, Pixies, Nirvana, My Bloody Valentine, The pastels, Guided By Voices, Jesus & Mary Chain, The Vaselines, Flaming Lips, Yo la Tengo, Pavement! Discos que escuchamos mil veces y que fueron de alguna forma la banda de sonido de nuestra adolescencia. Esas melodías y gritos y guitarras configuraron nuestro gusto y nos enamoraron. Si bien no seguimos escuchando esas bandas y discos a diario, siguen operando de manera decisiva en algún lugar de nuestro espíritu cuando creamos una canción.
Pero es evidente que no son influencias directas ni únicas. Cuando componemos una melodía lo que sucede es algo parecido a una gran explosión de elementos e imágenes que guardamos en nuestra papelera de reciclaje mental. Una descarga múltiple que por alguna mágica razón se vuelve síntesis; y esa síntesis es la canción.
Como no sabemos más que algunos acordes, y nos declaramos bastante rústicos a la hora de tocar nuestras guitarras, nos gusta pensar que lo que guía nuestra obra tiene un puente mucho más directo con la emocionalidad que con la técnica.
Siempre creímos que una buena idea mal interpretada es mucho mejor que una idea pobre muy bien interpretada.
Y supongo que no hay nada mejor que sentirse un pararrayos, un receptor que vuelve síntesis toda una serie de descargas eléctricas. Cuando tocamos sentimos eso, es algo bastante intenso y vital, la mejor experiencia que alguien puede sentir haciendo música es esa especie de vibración fuerte, honesta y emotiva que produce una canción en vivo. Y los rayos vienen de esa década, definitivamente.
4. ¿Qué bandas son las que más escuchan hoy en día?
Escuchamos mucho rock independiente, tenemos en la camioneta todos esos discos que vamos recibiendo en recitales o fiestas. En estas semanas la camioneta es algo así como nuestro stereo-movil, el estudio donde estamos grabando nuestro segundo disco queda a unos 60 kilómetros, así que tenemos mucho tiempo para escuchar discos nuevos y clásicos: Tobogán Andaluz, Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, Viva Elástico, Los Reyes del Falsete, Amor Elefante, Al cruzar la Calle, Mateo de la Luna, Sr. Tomate, Spectrum, Johnny Cash, Leonard Cohen, Pixies, Harlem, Drake, Beach Fossils, los Stones…
En casa el último disco que escuché mucho es “Sometimes I Wish We Were an Tagle”, de Bill Callahan, tiene una voz increíble.
5- ¿Qué significa la música para ustedes?
Supongo que la música es un intento de mostrar en sonidos lo que los sonidos no pueden mostrar.
Y es nuestra aventura, nuestro verano permanente, me gusta mucho algo que dice Nico, él dice que luego de tocar , emborracharse, sacudir su guitarra y gritar como si fuera la última noche del mundo , la vuelta al trabajo de lunes y radios AM y conversaciones sobre el clima y la seguridad se hace más divertida. Porque siente que tiene un secreto, que forma parte de una especie de ritual liberador, que no siempre puede compartirlo con sus compañeros de trabajo pero que lo hace sentir vivo. Todos deberían tener una banda de rock. El mundo sería mucho más agradable.
6. “Play al Viejo Walkman Blanco” es un disco que sigue sorprendiendo por lo bueno. ¿Qué expectativas tenían ustedes del disco?
Supongo que cuando alguien escribe una novela, dirige una película o graba un disco lo hace creyendo que está haciendo algo realmente importante, pero la verdad es que no teníamos muchas expectativas cuando grabamos ese disco. No es un mal plan pensar que lo que uno hace es una mierda, de esa forma siempre salís ganando.
Pero bueno, en definitiva uno tiene que creer en su obra, sentir que está haciendo algo importantísimo, porque sino sintiéramos eso venderíamos nuestras guitarras y compraríamos palas o pinceles.
Cuando éramos chicos nos colgábamos una toalla en el cuello y jugábamos a ser súperman. No actuábamos de Súperman, ERAMOS Súperman.
También creíamos tener el poder de volvernos invisibles; y no actuábamos de invisibles, ERAMOS invisibles. Lo éramos porque realmente lo creíamos.
Fé poética, cierta demencia, un poco de valor, seguridad en lo que se hace, y una idea. Eso es todo.
El resto no depende de uno, el resto es coyuntura, azar, destino, lo que sea..
7. ¿Qué es lo que más disfrutan del mismo?
Alguien dijo alguna vez “las poesías no se terminan, se abandonan” con esas canciones nos sucedió algo así. Debimos abandonarlas en el momento en que empezaban a enfermarnos. Alguien podría tomarse toda una vida arreglando una canción, probando diferentes sonidos de guitarra y palabras y arreglos. Pero en algún momento uno debe tomar la decisión de dejarlas ir, por lo general la bancarrota personal es un buen impulso para hacerlo, la pérdida de cierta noción de realidad es otra instancia.
Las canciones de nuestro primer disco fueron abandonadas, son canciones inconclusas, encerradas en un disco incompleto.
En relación a esto, tal vez lo más placentero es ver que muchas de esas canciones siguieron creciendo solas, superaron nuestro abandono y se completaron en los chicos que las escucharon y que las cantan cuando tocamos en vivo. Nos pasó muchas veces escuchar a algún simpático desconocido explicándonos nuestras propias letras, contándonos la versión que ellos percibían de cada una. O leer reseñas de gente que vive muy lejos de nuestras casas explicándonos de qué iban nuestras propias canciones.
Bueno, por ahí suena extraño, o grandilocuente, pero comprobar que somos capaces de crear pequeños estribillos simples que cualquier chico o chica puede tomar y sentirlo como propio y completarlo es muy hermoso.
8. ¿Cómo ven el crecimiento que el Indie esta teniendo en la Plata y en el país?
Muy bien, estamos a favor de cualquier cosa hecha con espíritu y corazón, y nos gusta mucho ver que ciertos axiomas culturales van cambiando, es alentador.
9. ¿Qué es lo que se viene de Valentín y los Volcanes?
Algunas giras (Corrientes, Santa Fe, Bahía Blanca) otras buenas fechas en capital y La Plata con bandas amigas en algunos festivales.
Pero lo que más nos interesa y ocupa en este momento es un nuevo disco que estamos terminando de grabar. Son canciones pop, pero con cierta enfermedad o violencia. Suponemos saldrá antes de fin de año. También, como Play al Viejo Walkman Blanco, está centrado en las guitarras.
Julián (El Joven Manos de Trémolo) nuestro amigo y productor, nos está ayudando a encontrar ciertos sonidos que siempre nos interesaron, pero que no lográbamos cazar. Siempre volvemos del estudio escuchando lo que hicimos en el día, y cada vez nos gusta más.