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Pearl Jam y The Black Keys en Argentina – Pepsi Music (3/4/2013)

Vedder botella

Como no podía ser de otra forma el Persi Music estuvo en el Pepsi Music, el Festival más embarrado de la historia! El título de “Festival más grande de la historia”, utilizado como herramienta de marketing, le quedó un poco grande, es bastante exagerado. La realidad es que la mayor cualidad que tuvo fue que se trató de una verdadera: lucha en el lodo! Una particularidad que denota las cuestiones más criticables en relación a la organización del evento. Las lluvias que azotaron a Buenos Aires y alrededores en los días previos fueron realmente heavys, pero no gastaron un mango en poner siquiera protectores de piso (¿Será porque en Festivales como el Quilmes Rock la gente los robaba y/o usaba para protegerse de la lluvia?). Por ahí he leído también otras críticas relacionadas a las ventas de entradas y a la grilla de bandas. ¿Qué hace Catupecu Machu cerrando el primer día del Pepsi después de Queens of the Stone Age? ¿Es una joda?

Y también tenemos el “temita” del lugar, que más allá de los problemas de barro y la falta de iluminación, había que recorrer kilómetros para llegar al escenario principal, que dicho sea de paso por momentos parecía que le quedaba chico a una banda de la talla de Pearl Jam.

Pero qué diablos!! Dejemos de pegarle a nuestros hermanos del Pepsi Music. Tuvimos a The Black Keys y nada menos que a Pearl Jam en una misma noche!!

the black keys argentina 2013

En nuestro caso la llegada fue algo tardía, por las dificultades que ameritaba tratar de encontrar terreno firme para caminar, por eso llegamos al escenario cuando The Black Keys ya había comenzado luego de las 20hs. Y en el conmocionante choque para adentrarse en la gente siguiendo la ola de empujones constantes, uno tenía que arreglarselas para escuchar al dúo de Ohio. Aunque en el escenario, si bien tenían lucían como principales protagonistas, contaban con su banda soporte que los ayudaba a conformar su sonido blusero que popularizó a la banda en estos últimos años. Sin embargo, Dan y Patrick también tuvieron sus pasajes en los que tocaban solos como “I Got Mine”.

De esta forma The Black Keys hizo un repasó en el cual se pudieron disfrutar mucho de sus últimos hits del éxito disco El Camino: “Run Right Back”, “Gold on the Ceiling”, “Little Black Submarines” y el rock bailable de “Lonely Boy”. Junto a clásicos no menores de grandes trabajos como Brothers tal es el caso de “Tighten Up”.

Auerbach y Carney terminaron dando un show sólido, demostrando que tienen un sonido propio, clásicos para disfrutar y dejando sobradas muestras de porque son uno de los mejores grupos de la actualidad.

Pearl jam argentina 2013

Pero el plato fuerte llegaría recién a las 22:30hs. Luego de las siempre infinitas pruebas de sonido, Pearl Jam saldría al escenario, con Eddie Vedder entonando el inicio de esta ceremonia con la conmovedora “Release”. Rápidamente, el riff de “Even Flow” marcó el momento más bestial, revolucionario y poguero de la noche. El delirio de la gente no iba a parar con temas como “Corduroy” y mucho menos con clásicos de Ten como “Jeremy”. “Given To Fly” junto a otras canciones siempre bien recibidas como “Daughter” marcaron otros de los momentos cumbres de la primera parte del show. Justamente en “Daughter”, Eddie tuvo la idea de cantar en un español (de mierda) una canción que podríamos titular “Está Bien” (en realidad es la versión castellana de «It’s OK» de Dead Moon) . Y así estuvo Vedder toda la noche, interactuando con la gente, pidiendo que se cuiden, muy agradecido (diciendo que nos ama a todos) e incluso recordando a los damnificados por las inundaciones en “Just Breathe”. Un crack!

Más adelante, cerrando la primera parte del concierto, interpretarían una seguidilla monstruosa conformada por la “Better Man” (como de costumbre entonada por la gente), “Elderly Woman” y “Rearviewmirror”.

En el esperado encore, volverían con todo con la furiosa “Do the Evolution”, el cover de los Ramones “I Believe in Miracles” y los ya legendarios clásicos de su álbum debut: “Black” y “Alive”. Tampoco faltaría su homenaje al “Tío Neil” cuando tocarían su versión de “Rockin’ in the Free World”. Y para cerrar como siempre “Yellow Ledbetter”, una postal de que siempre serán bienvenidos en Argentina.

Terminado el recital no podían evitarse las comparaciones con lo que fue su presentación en el Estadio Único de La Plata en el 2011. Hay que decirlo, no fue mejor, posiblemente porque tocaron menos tiempo al tratarse de un festival (aunque dos horas y media no es poco), también las expectativas (en el 2011 volvían después de mucho tiempo por lo que había mayor ansiedad), además el lugar (el estadio de la Plata es incomparable en relación a Costanera Sur) e incluso el sonido (por momentos parecía la voz de Vedder más baja que las guitarras).

Pero gente, son solo detalles. Terminar con barro hasta las rodillas es ROCK. Y dos grandes grupos pasaron por el país dejando su huella. Fue una celebración que quedara en el recuerdo.

Persy

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(Votos: 2 Promedio: 5)

KISS en Argentina – Estadio de River Plate (07/11/2012)

La Ciudad de Buenos Aires ardía. Con una sensación térmica que superaba los 30º C, los subtes interrumpidos, las calles sin luz y avenidas colapsadas de autos que intentaban hacerse un lugar para escapar del caos, el panorama no parecía el más optimista. Sin embargo, entre tanto descontrol y descontento, aún quedaba una  llamarada de fuego a punto de arder en el Estadio Monumental de River Plate. KISS se presentaba en una nueva oportunidad para hacer vibrar  a los más de cuarenta mil fanáticos que debieron sortear las inclemencias urbanas para estar junto sus ídolos.

Luego de la magnífica presentación de Rata Blanca que dejó en claro su vigencia y demostró ser digno teloneros de KISS, y aproximándose a las diez de la noche, la impaciencia del público se transformó inmediatamente en un aluvión de aplausos y gritos. “You’ve Got The Best” se escuchó desde el escenario y pronto las letras gigantes brillantes con el nombre de la banda y los acordes de “Detroid Rock City” dieron comienzo al esperado recital de los norteamericanos. Con una energía propia de quienes aman lo que hacen Paul Stanley, Gene Simmons, Tommy Thayer y Erin Singer salieron a escena y causaron el delirio de las tres generaciones de espectadores que rendían tributo a la actual formación que lleva más de diez años rodando por el mundo. Luego del clásico “Shout It Out Loud”, Stanley comenzó las humoradas con el público que no dejaba de vitorear al grupo ante cada pequeño silencio.

Continuaron “Hell or Hellelujah” y “Wall of Sound”, dos de los temas del recientemente salido disco Monster. “Hotter Than Hell” abrió el repertorio de clásicos y siguió “All Fort he Love of Rock and Roll” a cargo del baterista Singer. Tommy Thayer, quien celebraba su cumpleaños y recibió el festejo del público, se destacó con un potente solo de guitarra. La pirotecnia y el fuego fueron los principales acompañantes de cada presentación de los músicos, la de Simmons una de las más esperadas. El lanzallamas y la boca sangrando fueron dos infaltables en su repertorio, culminando con Gene tocando “God of Thunder” desde las alturas del escenario como un verdadero Dios.

“Black Diamond” fue la encargada de cerrar la primera parte de un espectáculo visualmente impresionante, especialmente gracias a la pantalla gigante en alta definición. Al regreso de los artistas después de un breve receso, Paul Stanley se encargó que el final fuese a toda orquesta. “Lick It Up” reactivó al público que pasó a bailar al ritmo de la inmortal “I Was Made For Lovin’ You”y como no podía ser de otra manera, “Rock N’ Roll All Night” cerró este formidable show, que tuvo como bonus track un largo despliegue de fuegos artificiales que alumbraron el despejado cielo porteño.

Porque lo último que envejece es el corazón, KISS demostró que a pesar de los años, todavía tiene mucho por dar pero sobre todo dejó en claro que el Rock N’ Roll no entiende de edades.

Piro

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(Votos: 1 Promedio: 5)

Robert Plant en Argentina – Luna Park (02/11/2012)

Parece una fantasía, un sueño casi imposible que vuelva Led Zeppelin. Para lo único que se juntaron sus ex integrantes en este año fue para presentar Celebration Day: el DVD de su fugaz reunión en la cual brindaron un recital en Londres. Lo que sí es una realidad es la actualidad de Robert Plant. El ex vocalista de Zeppelin es el mayor vigencia tiene con sus diferentes proyectos (cantando a dúo con Alison Krauss, tocando junto a Band of Joy y ahora con The Sensational Space Shifters) en comparación con sus ex compañeros. Eso lo trajo al país en noviembre de este año.

El mítico vocalista saldría en su segunda fecha en el Luna a las 9 y monedas, con un atuendo simple (jean y remera rayada) y con su aspecto de vikingo veterano de miles de batallas nórdicas o de rey del Señor de los Anillos (no se si se dieron cuenta de su parecido con el actor Bernard Hill, que interpreta al Rey Theoden en The Lord of the Rings).

Hay que destacar un par de cualidades de Plant. En primer lugar, que la voz de Robert se mantiene bastante preservada. Sigue siendo un cantante de la ostia pese a tener 64 pirulos y además sigue dominando el escenario, moviendo sus manos con ciertos gestos que recordaban a cuando tenía 20 años. En segundo lugar su “buen gusto” como músico. Si bien Led Zeppelin fue un monstruo gigante, el tipo no se encasilló en hacer siempre lo mismo. Sus intenciones de explorar nuevos horizontes sin sonar anticuado, ni “mamarrachero” y manteniendo su espíritu rockero es lo que lo preservan como un inoxidable sin fecha de vencimiento. Mucho tiene que ver en esto su grupo The Sensational Space Shifters, entre los cuales quiero destacar la labor del africano Juldeh Camara, encargado de aportar el toque exótico en su sonido con su ritti (violín africano), kolongo (banjo africano) e incluso con su singular interpretación vocal.

Justamente si en algo se caracterizó el espectáculo fue en que interpretaron versiones alternativas (más psicodélicas pero igual de impactantes) de las canciones de Zeppelin, que fueron más de las que esperaba. “Friends” y “Bron-Y-Aur Stomp” (que la verdad hacen revalorizar cada vez más lo que en 1970 fue Led Zeppelin III) que valieron lo que pagué por la entrada. Algunas en interpretaciones casi irreconocibles como “Black Dog”  otras que convulsionaban cuando se reconocían tal es el caso de “Ramble On”. También interpretaron temas del disco Mighty ReArranger junto a covers, de los cuales hay que mencionar la muy buena versión de “Spoonful”. Y para cerrar la primera parte del show la inmortal “Whole Lotta Love” que causó el delirio de todo el público.

Ya en el esperado encore, Plant retornaría para interpretar la hermosa “Going to California” y para terminar a lo grande como no podía ser de otra forma “ROCK AND ROLL!!!!” con todo el público cantando de pie: “Lonely, lonely, lonely time!!”.

Fue un recital excelente!! Ir a verlo con pocas pretensiones, pensando que iba a tocar más temas de su etapa solista ayudó muchísimo a que superé ampliamente mis expectativas. Por eso fue uno de los recitales que más disfruté del 2012.

Seguir esperando que vuelva Zeppelin parece una utopía, pero mientras Plant siga haciendo música y cantando me quedo tranquilo.

Persy

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Noel Gallagher’s High Flying Birds – Personal Pop Fest, GEBA (06/05/2012)

En el marco del Personal Pop Festival, el espectáculo central estuvo a cargo del ex guitarrista y compositor de Oasis; el entrañable Noel Gallgher. De visita al país por primera vez luego de la separación de la banda que lo llevó a la fama, británico se reencontró con el público argentino liderando su nueva formación, Noel Gallagher’s High Flying Birds. Como lo había hecho Liam en octubre pasado, Noel no quiso ser menos y emprendió el retorno a uno de los lugares donde ha cosechado una importante cantidad de fieles seguidores y luego de tocar en el Estadio Orfeo de la ciudad de Córdoba, Noel se presentaría en la sede Jorge Newbery del Club GEBA.

Con media hora de retraso y no haciendo honor a la puntualidad inglesa, Noel salió a escena junto a sus nuevos compañeros y de inmediato abrió el recital con una inesperada versión de “(It’s Good) To Be Free” que hizo emocionar al público que buscaba volver a ver en vivo al gran ídolo. Siguió la rockera “Mucky Fingers” a modo de pequeño repaso de temas de Oasis; pero a continuación una seguidilla de seis temas del último disco dejaron en claro una nueva etapa en su carrera había comenzado. “Everybody’s On The Run”, “Dream On” y “If I Had A Gun” se sucedieron respetando el orden del álbum que se vio levemente alterado por “The Good Rebel”, un lado B de “The Death Of You And Me”. “Freaky Teeth”, un tema inédito que según Noel será incluido en su próxima producción, dio paso otro recuerdo de Oasis. En una versión más lenta y únicamente con su guitarra acúsitca y no sin antes reconocer que no se acordaba cómo se tocaba, Noel se puso en la piel de Liam para tocar el clásico “Supersonic”. No sería el único extracto de Oasis ya que con total libertad para reversionar sus propios temas, Gallagher ofreció una gran versión más acelerada de “Talk Tonight”. Luego “(Stranded On) The Wrong Beach” cerró la primer parte de un concierto al que tofavía le faltarían más emociones.

Tras un breve receso, la banda regresó a escena con “Let The Lord Shine On Me”, otro lado B, pero esta vez de “AKA…What A Life” que había sonado antes y cuyo coro fue uno de los más cantados. El final estuvo a cargo de la hermosa “Whatever” y “Little By Little”, uno de los más esperados en los últimos recitales que Oasis hábia dado en la Argentina. A pesar de la insistencia del público que entonaba las letras de “Live Forever” y “Wonderwall”, Noel les dejó bien en claro, con humor de por medio, que la etapa de Oasis ya había quedado atrás. Sin embargo, y como no podía ser de otra manera, “Don’t Look Back In Anger”, el inmortal himno marcó el cierre de este fantástico recital. Antes de despedirse y como es su costumbre, Noel prometió que lo volveríamos a ver. Esperamos que su próximo disco lo traiga nuevamente a nuestro país y podamos seguir disfrutando de este artista que tantas canciones nos ha impregnado en la memoria.

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Piro

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Bob Dylan en Argentina – Teatro Gran Rex (28/04/2012)

Cuando me enteré que Dylan iba a estar visitando al país, supe que podría ser una de las últimas oportunidades de ver al que considero el mejor letrista de la historia. Por eso no dude en comprar la entrada, aunque me asusté cuando se agotaron las primeras dos funciones rápidamente. Pero logre conseguir para la tercera de las cuatro fechas en que Robert Zimmerman esta tocando en el Gran Rex.

La figura inmortal de Dylan arribaría al país en el marco de su gira llamada “Never Ending Tour”, un nombre que nos demuestra que la llama de este genio para hacer música sigue viva. No olvidemos que el gran Bob tiene 70 años, son 50 años de trayectoria regalando discos que siguen siendo impresionantes incluso en la actualidad. Pero con el aliciente de que su voz no es la misma que en sus primeros años de carrera, algo sabido si escuchamos sus últimos trabajos. Lo cual tampoco es malo, las diferentes etapas de su carrera evidencias las facultades de Dylan para reinventarse.

En ese atractivo marco, Dylan seria bastante puntual y saldría al escenario cerca de las 21:30hs interpretando “Leopard-Skin Pill-Box Hat”. El show continuaría desplegando clásicos de blues rock y folk rock que repasan toda su trayectoria, apoyado por la buena labor de su banda. Sin embargo, interpretaban la mayoría de las canciones en versiones bastante distintas a las originales, por lo cual costaba reconocerlas. Tampoco ayudaba el inglés cerrado de Dylan, recitando sus letras con su voz más ronca en donde por momentos parecía que balbuceaba. Es así que por ejemplo costaba un poco darse cuenta que estaban tocando temazos como “Tangled Up In Blue”, “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” o incluso “All Along the Wachtower”. Mientras que otros se descifraban más rápido como la penetrante “Ballad of a Thin Man” (una de mis favoritas de la noche, por la voz con eco de Bob) y la legendaria “Like a Rolling Stone”.

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En cuanto a Dylan como Showman, tuvo poca interacción con la gente. Pero iba y venía, cantando con guitarra en mano o en teclado. Aunque lo que mejor hizo fue en armónica, haciendo solos que merecían los aplausos del público y halagos varios desde “¡Ídolo!” hasta el grito de un pibe diciendo “Te amo Dylan” o incluso de una chica exclamando “Sos hermoso”.

Y sobre el final a modo de encore, luego de presentar a su banda (donde solo entendía la palabra “guitar” cada vez que nombraba a sus miembros) interpretó “Blowin’ In The Wind” con el público de pie, marcando uno de los momentos más emocionantes de la noche, llevándose su merecida ovación final.

Valió la pena ir a verlo. Tener tan solo a metros a una de las figuras más influyentes de la historia, a ese personaje que marcó un antes y un después hace más de 40 años y todavía hace prevalecer su imagen, mientras uno lo mira fascinado (como bobo con la boca abierta como en mi caso), no tiene precio.

Persy

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Foo Fighters, Arctic Monkeys y MGMT en Argentina – Quilmes Rock, Estadio River (3 y 4 de abril del 2012)

Cuando el sol otoñal del martes comenzaba a abandonar el Estadio de River Plate, marco del festival Quilmes Rock 2012, Band of Horses abandonaba el escenario luego de un show intenso y sólido con el final a puro blues con “Am I A Good Man” y “The Funeral” despertaron gestos de aprobación entre la multitud que ya ansiaba con ver a Foo Fighters por primera vez en Argentina.

Pero para ello habría que esperar un poco mas, antes del plato fuerte de la noche una de las revelaciones en el mundo del rock en los últimos años MGMT diría presente en el escenario. Luego de haber tocado en el país en un extraño show en la ciudad de Mar del Plata en pleno verano, Andrew y Ben se mostraron hasta sorprendidos de tocar en un estadio tan grande según sus propias palabras. Con dos discos editados el grupo cuenta ya con suficiente repertorio para llenar la escasa hora que tenían disponible para entretener a los presentes que se acercaban cada vez en mayor numero. Las primeras en ser aprobadas fueron “Time to Pretend” y “Electric Feel”, inclusive la nueva “Alien Days” se mostró bastante prometedora para lo que significaría su siguiente material discográfico. Promediando el show una extensísima versión de la lisérgica “Siberian Breaks” despertó los primeros “¡Foo Fighters, Foo Fighters!”. A lo que inmediatamente el grupo respondió con su mayor hit y la única que genero algo parecido a un pogo la pegadiza “Kids” para cerrar optaron por “Congratulations” y “Of Moons, Birds & Monsters” que permitió cerrar dignamente un show algo apático y que quizás en otro marco hubiera resultado más efectivo.

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El segundo día del Quilmes Rock, además de la presentación  de Foo Fighters tenía el atractivo retorno de los Arctic Monkeys al país. La banda de Alex Turner llegó a crecer mucho en popularidad en Argentina en estos últimos años. No por nada el campo de esta fecha se agotó mucho más rápido que cuando se presentaba MGMT y Band of Horses.

La hora estipulada para que los Monkeys salgan al escenario era a las 19:20hs, después de la presentación de TV on the Radio. Terminarían saliendo cerca de las 19:30hs con un Alex Turner mostrando su nuevo look (campera negra con el pelo engominado), bajo el anuncio de Mario Pergolini en las pantallas del escenario, para que los espectadores (había muchos jóvenes de menos de 25 años) empiecen a generar las primeras olas de pogo al compás de “Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair” uno de los grandes temas de su último disco.

De esta forma empezarían a delinear un atractivo show que incluyó no solo canciones de Suck It and See como “Brick By Brick”, sino que fue un setlist que repasó el repertorio de su corta discografía incluyendo temas nuevos como “R U Mine?”. Especialmente predominaron cortes de Favourite Worst Nightmare, que marcarban un ritmo vertiginoso como “Teddy Picker”, “Brianstorm”, “Do Me a Favor” y “If You Were There, Beware”.

De su exitoso álbum debut no faltaron temazos de la talla de “I Bet You Look Good on the Dancefloor” y la explosiva “The View From The Afternoon”, aunque si se extrañaron algunos como “Fake Tales of San Francisco”.

Y como no podía ser de otra manera, para el final dejaron dos de sus más celebres clásicos “Fluorescent Adolescent” (una de las mejores de la noche) y “When The Sun Goes Down”. Un gran cierre para un concierto que no fue muy largo pese a los 18 temas que tocaron (y por eso algunos cuantos habrán tenido una mejor impresión de su primer show en el Luna Park en el 2007), pero sí compacto, veloz y dinámico.

Justamente sobre el final de su presentación se desató la fuerte lluvia (que hizo estragos en Buenos Aires y sus alrededores, y seguramente también motivo que se adelante el cierre del show) y se quedó empapando al público durante 40 insufribles minutos, mientras algunos cuantos cantaban “Que nos echen a patadas, no nos vamos nada!!”.

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Diecisiete años de espera llegaron a su fin para ver a los Foo Fighters en concierto en Argentina. Finalmente se presentaron como plato fuerte de las primeras dos fechas del Quilmes Rock 2012. En el mejor momento de su carrera después de haber editado un discazo como Wasting Light, El grupo comandado por el carismático Dave Grohl pisó fuerte desde el comienzo con su sonido potente y demoledor. Tanto en temas de su último trabajo como “Rope”, “White Limo”, “Arlandia”, “Walk” y “These Days”, señalada por Dave como su canción favorita de Foo Fighters, en clásicos como “The Pretender”, “My Hero”, “This Is a Call”, “Monkey Wrench”, “Best of You”, “Everlong”, por solo nombrar algunos y en los covers como “In The Flesh” de Floyd y “Bad Reputation” con la legendaria Joan Jett en escena, el grupo dejo en evidencia que son uno de los actos en vivo más impresionantes y completos que se pueden encontrar en la actualidad. Con un manejo de escenario y un histrionismo envidiable Grohl se ocupa de derramar rock durante las casi tres horas de concierto. Pero no solo Dave logra captar la atención el frenético Taylor Hawkins en baterías y el virtuoso Chris Shiflett tienen sus momentos en un show que entretiene de principio a fin con versiones de cada canción extendidas pero sin perder la efectividad original.

Algunas particularidades propias de cada día el martes en su primer recital oficial en Argentina se los vio realmente sin ganas de irse y asombrándose de sobremanera por la pasión del publico local. Y contó con una versión intimista con Dave tocando en solitario “Wheels” con su guitarra en la que interpeló al publico: “Tardamos demasiado tiempo en venir. Perdón, Deberíamos volver pronto. ¿En otros 17 años? Para esa época voy a tener fucking 60″, mientras canta el estribillo con su posible voz de viejo, y se ríe, como festejando sus propios pasos de comedia.

En la segunda fecha con un diluvio pocas veces visto subieron al escenario como si nada a combatir el caos climático con su música y milagrosamente la tormenta fue cesando con el correr del show que se llevo a cabo con las luces encendidas en todo momento. Como momento distintivo podemos señalar el momento en que Grohl y Hawkins cambiaron roles y Dave volvió a su viejo amor la batería durante «Cold Day in The Sun» cantada por Hawkins. El comienzo distinto con “All My Life” y el reacomodo de algunos temas del setlist y las divertidas reflexiones de Dave sobre porque un show que todo esta saliendo desastrosamente termina siendo un show inolvidable.

Para cerrar el generoso listado de temas en ambas noches la elegida fue la emotiva “Everlong” que nos dejaría con ganas de más pero con una sonrisa por ser participes de uno de los mejores recitales de nuestras vidas.

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F.V./Persy

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(Votos: 2 Promedio: 5)

Roger Waters en Argentina – Estadio River (07/03/2012)

Recuerdo cuando anunciaron que Roger Waters iba a venir a la Argentina como se abalanzó la gente para ir a comprar su entrada para no perderse la oportunidad de presenciar uno de los mejores recitales del mundo. Pero los primeros días fueron una odisea con las complicaciones que tuvo Livepass como organizador en la venta de entradas, que les valieron insultos varios en su Facebook e incluso el hackeo de su página (era tragicómico ver el mensaje que decía «David Gilmour como invitado especial»). Pero la respuesta de la gente fue TAN importante que la demanda por ver a Waters no se detuvo. Así fueron agregando nuevas funciones y rápidamente se fueron vendiendo las entradas. Hasta finalmente llegar a 9 shows de Roger Waters en River!! Un record apabullante, impensado, que implica más de 400 mil espectadores. Lo que se denominó en varios medios como la “Waters Mania”, o mejor dicho la “Waters Obsesión”.

Es así como arribó el ex cerebro de Pink Floyd a la Argentina, en el marco de tensiones diplomáticas por las Malvinas, donde el mismo Rogelio se vio implicado con declaraciones que despertaron amor y odio hacia su persona de un día para el otro. Pero Roger se encargó de dedicar el recital “a la memoria de los desaparecidos, muertos y torturados” durante la dictadura militar, dejando la polémica de lado para que nos internemos a disfrutar de esta maravilla en vivo que es “The Wall”.

Nota: Si lo vas a ir a ver en otro fecha y no queres enterarte lo que va a pasar acá comienzan los Spoilers.

La cita era a las 21hs. Cuando uno llegaba para acomodarse podía ver la pared a medio construir a sus costados, generando ansiedad, mientras pasaban temas de Led Zeppelin, los Stones e incluso el eterno “Imagine” de Lennon que hacían más dulce la espera. Hasta que el espectáculo arrancó a las 21:15hs, con el sonido explosivo de “In The Flesh?” acompañado de fuegos artificiales y un avión ubicado en el tablero del estadio que voló para estrellarse en el escenario. Así apareció Roger poniéndose su saco y lentes negros para transformarse en el personaje que iba a conducir la noche. Un gran comienzo que daba indicios de lo que nos esperaba.

Con el correr del show, de a poco el muro se fue formando. Con proyecciones espectaculares en sus ladrillos que en realidad funcionaban como una pantalla. Así se sucedieron los clásicos como “Another Brick on the Wall (Part II)” acompañado por un coro de niños, luego la hermosa “Mother” con Waters explayando sus primeras palabras hacia el público y “Goodbye Blue Sky” marcando un momento cumbre del recital. También excelente la versión de “Young Lust”, una de las mejores desde mi punto de vista. Así se fueron agregando más ladrillos, hasta que la pared quedó prácticamente completa, dejando solo un espacio, para que Rogelio se despida con “Goobye Cruel World”.

Tras la “Intermission”, que las chicas aprovecharon para hacer largas colas en el baño, “Hey You” daría comienzo a la segunda parte del espectáculo esta vez con la espesura completa del muro. Hasta que con el correr de los temas llegaría otro momento único: “Comfortably Numb”, que sonó más arrebatadora y conmovedora que nunca, dejando lugar a que se te piante un lagrimón. El mundo de The Wall siguió creciendo con sus imágenes e incluso con Waters con una ametralladora en mano, llegando al ritmo vertiginoso de “Run Like Hell”, otra de las más motivantes de la noche.

El “disco 2” señalaba sus últimos momentos con dibujos que usaron en la misma película de The Wall, hasta que el emocionante derrumbe de la pared marcó el final de un impresionante show.

Mención aparte merece “el chancho” flotante que llegó a estacionarse (entiendo que no a propósito) sobre el publico en una posición que llegaba a molestar la visión. Pero el pobre cerdo recibió su castigo cuando tocó suelo, a manos de quienes lo desinflaron y descuartizaron.

Volviendo a lo que importa, fue un recital tremendo. En mi opinión personal, a diferencia de otros conciertos, está “bien” presenciarlo sentado para disfrutarlo. Uno se siente en un evento que supera la sensación de simple recital, donde la puesta de escena es tan espectacular que te deja atónito. Una verdadera noche para el recuerdo, que te deja tan pleno que todavía Rogelio no se fue y uno ya pide que vuelva con sus ladrillo.

Persy

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(Votos: 1 Promedio: 5)

Rick Wakeman en Argentina – Teatro Gran Rex (27/11/2011)

Sabíamos que era Rick Wakeman con la Orquesta Sinfónica Nacional, y sabíamos que se anticipaba una velada amena y severa, pero no nos faltó un poco de sorpresa cuando apareció el mismísimo rubión vestido de sobrio traje en un piano de cola negro rodeado por una treintena de ilustres músicos. Y claro, uno esperaba a Rick Wakeman disfrazado de Merlín y vestido con una bata dorada tocando 5 teclados al mismo tiempo. Un poco por eso, entre pieza y pieza, se levantaba un ensordecedor «Olé olé olé Wakeman Wakeman» o «Vamos Ricardo carajo», que desentonaba bastante con la atmósfera de elevación musical. En general, la «voz colectiva» de la tribuna del Gran Rex era de entre 20 y 30 años, a pesar de lo cual más de la mitad de los concurrentes ya tanteaba el medio siglo. Y es que Wakeman supo cautivar a generaciones pasadas y presentes siendo tecladista de Yes y, posteriormente, uno de los principales exponentes del Rock Sinfónico. Y un tecladista de la San Lora, si se me permite agregar.

Pero Wakeman no vino a la Argentina a rockear. Presentó todas piezas sinfónicas con arreglos hechos para la Orquesta Sinfónica Nacional. Arreglos, debemos admitirlo, correctos, pero que en definitiva no lograron mejorar las versiones originales. Tal vez la única y honrosa excepción sea su arreglo para Eleanor Rigby, que junto a Help fueron los únicos covers de la noche, ambos de The Beatles.

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Wakeman desplegó clásicos tanto de The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table como de, por supuesto, Journey to the Center of the Earth, junto con alguno más deslucido de White Rock. Se hizo notar la falta de los sintetizadores, pero Rick compensó con sobras esta ausencia con un virtuosismo de piano inusitado: sí señora, lo que se escucha en el disco, Wakeman lo hace en vivo a la doble velocidad, con el doble de notas y por el doble de tiempo. Impactante.

La Orquesta estaba bien empleada, sin duda, pero dejó bastante que desear el sonido (había frizeo constante y considerable interferencia), que en un Power Trio no molesta pero en piezas densamente orquestadas (música para escuchar «con los ojos cerrados») resultó ligeramente perturbador.

Wakeman se fue, y pedido de la muchachada (y la ya-no-tan-muchachada-pero-que-agita-igual) volvió no una, no dos, sino tres -sí señora leyó bien- tres veces. Tal es así que la última vez tuvieron que repetir tema (el sublime fragmento de In the hall of the Mountain King de Grieg que se incluye en Journey to the Center of the Earth) porque ya se les había acabado el repertorio.

En definitiva, fue un evento memorable, sobre todo por el despliegue musical y la potencia sinfónica de Ricardito. No tanto por la épica legendaria de los 70′ y 80′, que estuvo más bien ausente, sino por el sencillo virtuosismo musical. El público lo supo reconocer: Wakeman se fue con una ovación de pie generalizada. Cuatro veces.

Barba

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Pearl Jam en Argentina – Estadio Único de La Plata (13/11/2011)

“Ole, ole, ole, ole, ole, ole, ola/ Ole, ole, ole, cada día te quiero más/ Yo soy de ‘Pearl Jam’/Es un sentimiento, no puedo parar!!!”. Canto de cancha, algo incoherente porque el publico se refirió a Pearl Jam como si fuera un equipo de futbol. O más bien un conjunto de amores. Lo que realmente es y demostró ser en el Estadio Único de La Plata: una pasión.

Y como tal, la procesión de fieles seguidores acompañó a sus ídolos de Seattle hacia una ciudad no preparada para este tipo de eventos como La Plata. Pero los obstáculos (embotellamientos y falta de estacionamientos) no detuvieron la marcha de la acérrima caravana.

La noche se presentaba apacible y las nubes se habían disipado para dejar entrever las primeras estrellas en el cielo de la Ciudad de La Plata. Un Estadio Único colmado de jóvenes expectantes por ver nuevamente a Pearl Jam en suelo argentino, era el marco ideal de lo que prometía ser una cita inolvidable.

Con algunos minutos de retraso que aumentaban la ansiedad del público, la banda norteamericana salió a escena con la suave y serena “Release”. Fueron cuestión de segundos para que toda la energía del grunge saliera a flote con “Go” y “Corduroy” dejando en claro lo que iba a ser Pearl Jam durante toda la noche: una aplanadora de velocidad y energía implacable que se comía sus propios clásicos, deglutiéndoselos y sacándoles el jugo al máximo con su potencia.

Una extensa explosión de rock con temas de Backspacer (“The Fixer”, “Amongst the Waves”) y clásicos como “Hail Hail” y una versión acelerada y brillante de “Given to Fly”, se sucedería con “Even Flow”, con solos de guitarra que sonaban en cada rincón del Estadio. Pero no todo era una vorágine de descontrol inusitado, el show también daba lugar a temas acústicos como “Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town” que eran igualmente bien recibidos por los expectantes, que a lo largo de todo el show vitoreaban e interactuaban constantemente con la banda con fervorosos coreos, cánticos, aplausos y las mayores expresiones de admiración. Una retribución a sus héroes por lo que estaban haciendo. Más los agradecimientos (en un castellano de mierda) con papel en mano de Eddie Vedder: “El estadio luce muy lindo, pero ustedes mejores”. Así se iría la primera parte del show, repasando diversos temas de su prolífica discografía, con “Jeremy” y “Porch” del legendario Ten haciendo el primer cierre con pura emoción.

Momentos después y tras una breve pausa, Vedder volvió al escenario y con guitarra acústica en mano, interpretó una hermosa versión de “Just Breath”, que sumó un condimento lacrimógeno cuando el cantante evocó a sus amigos de The Ramones haciendo “I Believe in Miracles”. Y este intervalo finalizaría con una combinación “rompe culos” entre “State Of Love And Trust” y “Blood”.

Segundo encore, lo mejor todavía no había pasado. “Smile” de No Code encaminaría el arranque, hasta que Eddie tomaría prestado un tema de Rogelio Waters: “Mother”, en una muy buena versión (justamente ayer anunciarían que el ex Pink Floyd tocaría gratis en la 9 de Julio). Y a partir de acá una catarata de clásicos que comenzó a conmover con “Black”, con todo el estadio acompañando con coros. Un momento sublime, al igual que la celebradísima “Better Man”. Y luego otro dueto de Ten, la demoledora “Why Go” junto a la suprema “Alive” que descocaba a todo terrestre con su estribillo y solo de guitarra. Pero eso no era todo, el himno de Neil Young “Rockin’ in the Free World” resonaría para que todos celebren cantando “Keep on Rocking in the free World!!!!!” una y otra vez. Ni los irrespetuosos organizadores que encenderían las luces antes de tiempo los detendrían. Pearl Jam se despediría definitivamente interpretando “Yellow Ledbetter” (que incluyó intervalos de “Little Wing”) con Vedder sentado sobre el escenario e incluso bajando con sus compinches.

Qué gran noche. Inolvidable, una de los mejores recitales que presenciamos. Una verdadera lección de cómo debe ser un concierto y cómo debe sonar una banda en vivo. Tocaron casi 3 horas, más de 30 temas, nunca perdiendo el ritmo, ni la actitud y respondiendo a su gente con el mismo entusiasmo que le demostraban. Incluso cuando terminaron de interpretar “Yellow Ledbetter” parecía que tenían ganas de más. Una banda hecha y derecha en suelo argentino. Una pasión: Pearl Jam.

Piro/Persy

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Sonic Youth, INXS, The Kills y más – Personal Fest 2011, Club GEBA (5/11/2011)

El segundo día del Personal Fest era tan prometedor como el primero, bandas como Sonic Youth, INXS y The Kills se presentaron convocando un gran caudal de jóvenes. Para los adoradores del rock y especialmente de bandas como Sonic Youth la jornada era algo difícil. Los organizadores decidieron mezclar este tipo de público con grupos como Calle 13 y Damian Marley que no coinciden en nada con su onda. Tal vez lo más apropiado hubiera sido hacer un día por separado para grupos de estilos latinos, ya sea reggaeton, cumbia, ska y reggae como los ya mencionados. Aunque no fue así, sirvió para decorar este festival como lo que fue: una gran fiesta. De todas formas, para los incondicionales que querían escuchar solo a The Kills y Sonic Youth la grilla de horarios que decidieron era bastante inconveniente. Mientras el dúo comandado por Mosshart y Hince se presentaba bien temprano a las 19:20hs, Sonic Youth hacia el cierre pasada la medianoche. Un enorme bache en el medio pero con alternativas de entretenimiento.

Mi llegada fue cerca de las 20hs, confiado en la velocidad del 160 (un nuevo colectivo que me defrauda en mi larga lista) llegué tarde como para asistir al recital completo de The Kills. Por fortuna, pude presenciar tres temazos que me alcanzaron para apreciar su rock con esa tremenda dosis de energía sexual. Con Alison teniendo el pelo teñido de colorado furioso y Jamie con un sombrero que parecía de policía, el primero que escuche de ellos fue la siempre bienvenida balada “Black Balloon”, luego uno de Blood Pressures (su último disco) “Pots and Pans” y para cerrar una canción que ya es un clásico “Tape Song”. Terminada su presentación me lamenté durante toda la noche no haber llegado antes.

Eran ya las 20:20hs cuando Damian Marley y su banda saldría al escenario, lo poco que escuché de ellos no me motivó en absoluto, sumado a mi rabia porque tenía un mejor horario que The Kills, decidí recorrer el lugar. Había muchos stands donde no solo vendían merchandising, había juegos, promotoras entregando “souvenirs” e incluso un samba. Hasta que finalmente me estacioné para presenciar a El Mato. La banda Indie liderada por uno de los frontman más antiestéticos del país Santigo Motorizado, un tipo barbudo, con una panza prominente y en pantaloncitos de futbol. Así y todo, uno de las figuras emergentes más importantes dentro del under nacional. Su concierto estuvo bueno, fiel a su estilo, floreándose con guitarras distorsionadas que sacudían el ambiente.

Para las 21:30hs la cita era con INXS. Cuando iba a comenzar su show, los organizadores revoleaban unas especies de bastones inflables que tenían una pelotita de luces en el medio. Fue entonces cuando salió la banda con un nuevo vocalista (después de tantos), Ciaran Gribbin que le puso buena onda a la noche (aunque a veces empalagosa). Sin la ambición de ser un nuevo Michael Hutchence, que nunca fue olvidado (coreando su nombre y dedicandole “Never Tear Us Apart”), el papel de Gribbin estuvo bien cumplido aplicando su propio registro de voz. Fue así como la banda interpretó una buena cantidad de clásicos como “Suicide Blonde”, “By My Side”, “Original Sin” y el infaltable “New Sensation”. Es más, la mayoría se comió el amague de que cerrarían con ese tema, pero saldría al escenario para más. Los australianos brindaron un show entretenido, especialmente por lo que ofrecieron y por el cotillón (incluso había gente disfrazada haciendo un trencito).

Una vez finalizado INXS, ya se empezaban a comentar los primeros comentarios que decían “Ahora nos tenemos que comer a Calle 13”. Eran alrededor de las 23hs un momento oportuno para cenar una hamburguesa de $20 (sí, la inflación en los eventos de este tipo llegan a niveles exorbitantes). Luego me encaminé a digerir a lo lejos un poco del grupo puertorriqueño. Ya me había dicho mi buen amigo Barba que Calle 13 “esta bueno”. Hay que decirlo, dentro de los grupos latinos de esta índole es de lo más rescatable. Algunos catalogan a Calle 13 como “reggaeton alternativo” (el rotulo “alternativo” cada vez parece que le da más valor en cualquier género que lo incluya). Pero esto es más una fusión de estilos, se destaca por la intensión de crear algo un poco más elaborado y porque no todas las letras son inmundamente espantosas como las del reggaeton bochornoso de Daddy Yankee. Dicho esto, aunque busque rescatar más cualidades, Calle 13 no me gusta. Para aquellos que son habitúes lo habrán disfrutado y habrán bailado mucho. Dentro de lo que fue su presentación rescató “La Bala”, dedicada al Facundo Cabral (asesinado este año) que sonó bastante bien y algunas declaraciones de Rene Pérez contra los críticos desinformados y los periodistas faranduleros.

Mi paladar no aguantó mucho tiempo y cerca de la medianoche me fui al escenario donde tocaría Sonic Youth para encontrar una ubicación más o menos decente. A medida que avanzaban los minutos y Rene seguía hablando y cantando, el público de Sonic Youth se impacientaba, así empezaban los cánticos a favor de la banda de Thurston Moore y Kim Gorgon (increíble pero recientemente divorciados) y los chiflidos cada vez que Calle 13 interpretaba otra canción. La extensión del set de Calle 13 hizo que la espera sea interminable. Hasta que finalmente, alrededor de las 00:30hs Sonic Youth saldría al escenario.

Para aquellos que no estaban familiarizados con la banda, la experiencia de escuchar a los neoyorquinos no habrá sido para nada fácil. Empezando de la base de que no son nada comerciales y mucho menos hiteros (la raíz del rock alternativo se podría decir), se desplegaron en el escenario con su característico noise, bien crudo y estridente, improvisando bastante, incluso torturando sus guitarras con palillos de bateria y un ventilador!!

Kim comandó desde el arranque la interpretación vocal de la mayoría de los temas, y luego empezarían a reflotar algunos de los temas primordiales de su repertorio como “Tom Violence”, “White Cross”, “Hey Joni” y «Death Valley ‘69”. Luego de la sacudida de ruido, Thurston anunciaría a “Sugar Kane” para estremecerse como tema de cierre.

La presentación de Sonic Youth fue vibrante y electrizante pero algo corta para mi gusto (una falta de respeto que los organizadores prendan las luces antes de tiempo para que vayan cerrando). Y me hubiera encantado escuchar clásicos como “Teen Age Riot” (un despropósito que incluyan en un setlist corto canciones de su último disco). De todas formas fue un buen cierre para un festival repleto de grandes grupos y buenos momentos.

Persy

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