Archivo de la categoría: Digresiones Musicales

El condenado tiempo

el-condenado-tiempo

  • Pertenezco a una generación donde la tecnología no es ya instrumento para el desarrollo de la ciencia, sino todo lo contrario: la ciencia es un instrumento para el desarrollo de la tecnología.
  • Pertenezco a una generación de zombis caníbales que creen que son zombis cinematográficos que se alimentan de carne, cuando en realidad se alimentan de las almas, de las mentes y de las vidas ajenas.
  • Pertenezco a una generación donde todo el mundo puede hacer de todo con tan sólo dar un click, a veces hay que dar dos o hasta tres, pero no más.
  • Pertenezco a una generación donde los artistas y sus afines no necesariamente tienen que hacer arte ni algo similar para obtener su título de artistas.
  • Pertenezco a una generación donde los artistas y sus afines gozan de reconocimiento, de su condición, de su talento, de su título, aunque a veces dicen que sufren por ello.
  • Pertenezco a una generación donde el amor es solamente una utopía ideal y, aun sabiéndolo, toda persona lo busca incansablemente con tal de no poner atención a su realidad política, económica y social.
  • Pertenezco a una generación neopositivista donde la NASA, la ONU, la UNESCO, la OMS, el PRI y demás instituciones humanistas tienen toda la razón, toda la verdad, toda la hegemonía intelectual y religiosa.
  • Pertenezco a una generación donde los instintos sexuales se sobreponen a la madurez racional de la especie.
  • Pertenezco a una generación donde un hombre no puede acercarse física o verbalmente a una mujer sin que esto represente una intención sexual.
  • Pertenezco a una generación donde la constante hormonal ha llegado al extremo fatalista en que los HLGBTTTIPADQZ no son un problema de la sociedad sino del individuo.
  • Pertenezco a una generación de retrasados, inválidos, enfermos y discapacitados que son obsequiados con su peso en oro.
  • Pertenezco a una generación donde matar animales es más penado que matar humanos.
  • Pertenezco a una generación donde el ser humano es inferior a cualquier cosa (viva o no).
  • Pertenezco a una generación que no estará de acuerdo con lo que aquí escribo.
  • Pertenezco a una generación que estará de acuerdo con lo que aquí escribo.
  • Pertenezco a una generación de estúpidos iguales a mí.
  • Pertenezco a una generación donde un estúpido como yo es un genio talentoso, en muchos aspectos superior a sus coterráneos.
  • Pertenezco a una generación donde hasta yo pude haber escrito todo esto.
  • Pertenezco a una generación de genios talentosos que nunca leyeron lo que aquí escribo.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 3 Promedio: 1)

3 discazos

3-discazos

Hoy paso a recomendar tres de los discos más recientes que he conocido, escuchado, adquirido, sabroseado, disfrutado, amado y repetido innumerables veces. Son tres álbumes que, de no conocer, uno podría estar perdiendo algo de universo, de arte, de maravilla y de completud en el camino del arte musical.

1) Un álbum perfecto de principio a fin. Siete tracks que parecen uno porque transcurren libres y penetrantes por los oídos, el alma y las agallas de presenciar algo sublime. Con sólo conocer «Ophidian», con su respectivo video, bastará para convencerse de que es necesario para cualquier colección de tesoros auditivos. Al ir escuchando cada canción, cada ritmo, cada compás, los sentidos se exaltan de una manera deífica. Escuchar «Ofidians Manifest» es presenciar la supremacía del espíritu, la brutalidad del instinto y la malevolencia de la pasión. Kampfar nos ha obsequiado un disco clave para la vida. Al terminar de escuchar el álbum completo, uno queda inmóvil, petrificado, como si acabase de mirar las pupilas de Medusa.

2) ¡Un disco maravilloso! Las dinámicas, los pasajes, los riffs, los redobles, los gritos, las armonías, los matices rítmicos, los puentes tonales, los bajos intensos, las guitarras precisas, las letras profundas… At The Gates llevó la maestría con que azotaron al mundo en «At War With Reality» al siguiente nivel, un plano de mayor complejidad, de más laberintos y de expectativas superiores. ¡Simplemente maravilloso!

3) «The Vampire from Nazareth» es quizá la mejor canción que SepticFlesh ha logrado conjurar a lo largo de su trayectoria. Con esta canción a la entrada del álbum, el impacto ya es magnificente. Además de las grandiosas letras y el arte visual tan tremendo dignos de una producción del fantástico Peter Tägtgren. Lástima que el disco no se mantiene en tan espléndida calidad de principio a fin. Tiene bajas muy empinadas que le quitan esa medalla de disco perfecto. Sin embargo, es un disco increíble por los sublimes tracks 1, 2, 4, 5, y 9. La verdad es que, aunque sólo son cinco de diez canciones las que están en la cima, este disco merece el oído de todo aquel que busque un trabajo de primera.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 1)

Solo en el metal nuevo

solo-en-el-metal-nuevo

¡Que comiencen las pedradas! ¡Que se suelten los rocazos sobre la cabeza de los pecadores y los absueltos aun! …en esta digresión voy a defender al New Metal. [Siento ya caer sobre mí los pedruscos de la modernidad, del nuevo mundo que detesta el nuevo metal. Me agacho y trato de librar el golpe, de no sangrar tanto]. En su momento de gloria, en su década, el New Metal fue crtiticadísimo, sobre todo por los fanáticos del viejo metal. No es que hoy ya lo hayan perdonado, pero es más bien ignorado y dejado a un lado como a los locos, los mendigos y los idiotas. Así se trata hoy al subgénero, pero en su momento de poder en la cima se les atribuyó muchos argumentos que no por constantes eran ciertos. Ejemplo: ¿Quién dijo que en el New Metal no hay solos de guitarra? Sí, es cierto que no los hay en cada canción como en el heavy o el thrash, pero los hay, cuando son necesarios, cuando son pertinentes y, además, son magníficos. Para prueba, un par de canciones:

  1. «Sweet Dreams» de Marilyn Manson, la clásica, primigenia, inaugural, de las primeritas canciones del género, una adaptación como ninguna otra lo ha logrado, demostrando al final del segundo minuto que el solo de guitarra sigue vivo, está presente, y es exacto… cuando debe serlo.
  2. «Radical Testa» de Resorte al segundo minuto hay una intromisión espléndida, sobria, sin pretensiones ni presunciones de habilidad, velocidad ni destellos de rockstar, sólo el solo que la canción necesita.
  3. «Du Riechst So Gut» de Rammstein es poseedora de uno de los mejores solos del New Metal. Un solo que los no adeptos al género dirán que no es un solo… pero ¡en fin! ¿no son ellos los mismos que alegan que ese tipo de metal ni siquiera es metal? No entienden, pues, que el atractivo de ese momento es el olor a carne que entra por los oídos, la delicia del olfato hecho música, el aroma expresado en sonido.
  4. «I Stand Alone» de Godsmack. Un solo poderoso inserto en una canción poderosa de un poderosísimo álbum perteneciente a una banda (adivine adivinador) poderosa. El sonido interpretativo de esta banda ha sido polifónico en distintos derroteros de la escena, llegando así a ser incluso el vocero oficial de una taquillera película holywoodense. No es una canción convencional; si se pone atención en la estructura y el tempo de los compases, hay muchos juegos y variaciones, hay un trabajo compositivo de calidad… y aún así, ostentando una estructura compleja y bien trabajada, logra ser lo suficientemente comercial para el cine, cosa que sólo el New Metal podría lograr.
  5. «Rowboat» de Coal Chamber. Así es, hay un solo de guitarra en esa canción. ¡Y es buenísimo!

Con esto, queda la prueba de que no es que el New Metal no sepa hacer solos de guitarra, sino que los hace sólo cuando debe, donde debe, en la medida que debe y del modo que debe, porque el género no está hecho para resaltar al talento de los músicos (ni siquiera del vocalista) sino, mejor entendido, los músicos están hechos para resaltar la magnificencia de la música. Cuando la canción lo pida, el músico lo entrega. Lo que el músico pida no es asunto de la canción, a la música no le interesa el ego del artista; la música debe ser una obra de arte a pesar de los músicos y sus ganas de sobresalir. Punto. He dicho.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 1)

Lo que realmente quiere el Tío Sam

lo-que-realmente-quiere-el-tio-sam

N. Chomsky en “Lo que realmente quiere el Tío Sam” nos muestra —o aún más, nos evidencia— la intención y el propósito real (acaso plan y fin) del método operacional, ya político ya militar, de Estados Unidos (EEUU) ante la guerra y/o amenaza de guerra; ante las organizaciones sociales y, sobre todo, económicas distintas a las diseñadas anteriormente por ellos mismos; ante el cambio —es decir, la transferencia— del poder y el control institucional, corporativo y gubernativo intranacional; y, entre muchas otras vicisitudes, ante la reacción colectiva frente a la constante intervención militar (además, política) norteamericana en asuntos plenariamente independientes e internos en países mayoritariamente tercermundistas.

Para realizar una opinión crítica o comentario analítico sobre esta lectura, primero se deben entender algunas cuestiones que de pronto se vuelven complejas y crean prejuicios en el leedor —por la posición social, económica y política en que el propio lector se encuentre. En una primera leída al texto, surgen muchas confusiones y malentendidos (tal vez por la gran carga referencial que mantiene el autor y su manejo tan cuidadoso de información que requiere revisar muchas otras fuentes antes de continuar leyendo; si no bien para corroborar los datos y fundamentos, sí para comprenderlos mejor), por lo cual es imperativo aclarar, preliminarmente, ciertos puntos:

(1) el texto no es un panfleto en contra del gobierno —ni pretende serlo—, aunque bien podría ser un recurso eficiente si se utiliza como herramienta argumentativa (y/o discursiva) a favor de grupos anti-gubernamentales o simplemente como inicial instrumento de apoyo para el estudio exhaustivo de la historia de los EEUU;

(2) no es una novela fantástica hollywoodense que propone la existencia de una organización conspiracional del gobierno para controlar las sociedades intra e internacionales (aunque así lo parezca y aunque muchas personas en muchas ocasiones muy probablemente han pensado que esto no sólo es posible sino que también es real, no obstante, por falta de análisis o tal vez de información sólida, queda en simples especulaciones que llegan a parecer un tanto fantasiosas que se descarta la posibilidad de ser verdaderas y con ella también la investigación profunda de la premisa);

(3) no es un texto didáctico, de enseñanza y ‘revelación’ para el lector instruido ni, mucho menos, para el ciudadano tercermundista inconforme —tal vez el autor ni siquiera estaba pensando en poner su libro en manos extranjeras (o, al menos, no sería el objetivo principal)—, pues parece estar dirigido rotundamente a la población estadounidense, a sus conciudadanos, y quizá también a los compatriotas residentes en países extranjeros solamente;

(4) como en todo contenido expresado, ya de forma oral ya de forma escrita, se debe tener en cuenta el contexto cultural en el cual se encuentra el autor, en este caso: estadounidense nacido en 1928, lingüista graduado de la Universidad de Pennsylvania, político activista, psicolingüista, filósofo, e incluso novelista [por algunos considerado], etcétera —sin dejar de lado el hecho de que escribió este libro en 1992.

El tema es muy extenso y complejo, se necesita un estudio mucho más profundo y una investigación exhaustiva para poder conjeturar juicios a partir de ello; sin embargo, puedo emitir una opinión acerca del mismo, a reservas de que pudiera ser un pensamiento bastante primitivo por la falta de rudimento.

Por un lado, como parte de una nación tercermundista, los individuos se encontrarán en total desacuerdo con los procedimientos y medidas aplicadas por el gobierno de los EEUU para mantener su hegemonía, lo cual es bastante comprensible y, de alguna forma, correcto. Además, como lo muestra Chomsky, son ellos quienes están en constante lucha por el cambio, por la libertad, por la transferencia (o, al menos, reordenación) del poder.

Por otro lado, siendo parte de una nación de Primer Mundo, los individuos se mostrarán indiferentes (si no es que hasta en apoyo a estos procesos político-militares), ya por el cocowash de los medios de comunicación y la propaganda propagada por los partidarios del Tío Sam ya por el hecho de pertenecer a la nación favorecida por dichos procesos aunque esto no llegue al sector social al que pertenezcan.

Si es necesario, merecido o, simplemente, anhelado un cambio en la organización política y económica del globo, esto no podrá venir de las naciones dominadas por las potencias (en este caso EEUU) por las diversas razones que explica el autor en este libro, sino de las naciones que tienen el poder; y, al decir “naciones”, me refiero a la población en general —es claro que el sector que controla todo el sistema no querrá hacerlo—, pues son ellos quienes pueden colapsar el sistema desde adentro, no con violencia sino con educación (moral, académica y cognitiva) y propuestas firmes de cambio social.

Con esto último, el autor concluye, ya que su texto no parece estar dirigido más que a la misma población estadounidense; con un mensaje (acaso propuesta) final no de cambio sino de acción. Y esto es, precisamente, a lo que se refería Rammstein cuando cantó «We’re all living in Amerika» como un sino de explotación inconsciente y, tristemente, invencible (culturalmente hablando, cuando menos). Así es que aquellos que odian con todas las entrañas dicha canción puede ir a la biblioteca local y buscar el libro de Chomsky… no se perderían de mucho en ninguno de ambos casos.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Respirando noche

respirando-noche

«Si lo injusto se pierde en la distancia,

si la lluvia es fresca y placentera,

si la luz, diáfana y profunda,

si el paisaje arrulla en la ribera,

es porque te llevo en mí a mi manera.»

 

El arte se queda en la memoria de aquél a quien le provoca una sonrisa en el alma. Un recuerdo, un encuentro, un reencuentro con la vida misma que inspira ese arte. Los muros interiores podrían ser una edificación majestuosa, una obra dicotómica increíble. Por un lado, los muros son el soporte de toda construcción, son la sustancia de un hogar, la esencia vital de un espacio, de un lugar, de un dónde. Por otro lado, los muros son una fortaleza casi bélica, son la barrera que divide nuestro propio entorno de seguridad y confort del resto del mundo, son incluso un claustro que nos encierra y protege de las atrocidades del universo. Arquitectura y albañilería para dar una muestra de nuestra existencia, como una ventana hacia la intimidad; no es una puerta, no es dejar entrar a un extraño en nuestra guarida personal, sólo es una ventana por donde podemos visualizar el interior del prójimo como si fuese un museo: sin tocar, destruir ni lastimar nada. Para prueba, un botón:

 

«Quiero ser el lugar donde descanses,

el vasto jardín donde halles el alivio,

donde el viento borre tus heridas

y el insomnio sepulte tus mentiras.

 

Quiero ser el espacio transparente,

el amplio solar de tus ensueños,

donde sus aceros no esconda negra muerte

y la vida prodigue tus deseos.

 

Quiero ser tu horizonte lisonjero,

la tierra fértil de sutil poeta,

donde encuentres respuesta a tus preguntas

y pasión suficiente que te encienda.»

 

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 1)

La raza del azar

la-raza-del-azar

La adolescencia no es inmadurez ni, mucho menos, estupidez. La juventud no es sinónimo de talento ‘en bruto’ ni tampoco de genio ‘en potencia’. La carencia de edad —aunque a veces sí es (evidentemente) inexperiencia— no necesariamente significa mal hechura. La vida, en cuanto nacemos, se ensaña con nosotros; el mundo, a los pocos minutos de paridos, ya nos odia, nos cobra impuestos y nos convierte en simples números estadísticos; los dioses, el destino, la entropía, todos nos acosan, arrastrándonos hacia el abismo, la tiricia y la amargura. Simple: una víctima más de la gran desilusión ante la existencia. ¿Qué hacer frente a la calamidad y el absurdo? Sólo hay tres salidas: llorar, reír, maldecir. El azar es un tanto triste, lleno de dolor y soledad; a veces irónico, repleto de burla e impotencia; y de pronto fúrico, desbordante de rencor y desesperación (acaso desesperanza).

Dejo el mensaje vertebral de esta digresión en palabras de Mariana Grajeda:

«Tú, tu alma, tu cuerpo, tu ser, está en un juego de azar, está en venta desde el hecho en que eres sólo un esperma más dentro de tu padre, jugándose su existencia, su todo por todo, en ser expulsado dentro de un preservativo, dentro de un mal o un buen rollo con una conocida de años o de segundos, tu madre por inseminación, violación, pedido o por una noche con el que podría ser el amor de su vida.»

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

El corazón de la bestia

La presente digresión versará sobre un libro magnífico a modo de recomendación (sólo porque es tan bueno que representaría un crimen intelectual dejarlo pasar de largo): “Zoomorfías” de Leonardo Da Jandra.

El concepto de Zoomorfías es buenísimo. Los temas y sus aproximaciones son una delicia: la bestialidad en la supremacía humana, la evolución que llevó a los humanos a convertirse en animales, el instinto por encima de la razón, el absurdo gobierno suprabiológico del homo sapiens, y la divinidad minimizada a un nivel animalístico. Da Jandra escribe de manera sublime: «cuando el instinto alcanza su máxima expresión, la conciencia del animal se convierte apenas en un susurro».

Sin embargo, el hecho de que todas estas propuestas maravillosas vengan en forma de cuentos no me es del todo atractivo. Esto, por supuesto, no le quita valor al texto; solamente, en cambio, le quita afinidad a mi personal preferencia estética. ¿Qué se le va a hacer? Si hasta el mismo Da Jandra plantea que «así es esta triste y cambiante vida, cuando uno ya está a gusto renunciando a todo, entonces es que le viene como castigo lo que antes deseaba».

Zoomorfías ha entrado sin duda a esa lista de libros que, a pesar de no agradarme completamente, se convirtieron en una referencia recurrente en cuanto a las excusas ideológicas compartidas. Éste es un libro cuya existencia agradezco… y no porque sea lo mejor de lo mejor, sino porque me recuerda que no estoy solo; Leonardo da Jandra es uno de esos pesimistas, realistas, fatalistas, absurdistas, desgraciados, mal habidos y miserables que hacen de este mundo una mejor literatura.

«Lo que para unos era una maldición, para los otros era la única razón de existir. Y no es que unos fueran malos y los otros buenos, sino que unos creían y los otros simplemente no creían en nada: ni en dios, ni en el pecado, ni en la justicia, ni en la inmortalidad, en nada; era pura acción vital, sin otro fin que el de seguir existiendo, como desde hacía miles de años lo habían hecho sus antepasados. Libres de culpa y de anhelos inmortales, para ellos sólo existía la sensibilidad. […] Las consecuencias en ambos lados fueron las mismas, pues los dos habían fracasado.»

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

América para los americanos

Quiero dedicar esta digresión al honor de algunos discos sobresalientes de enormes bandas latinoamericanas, cuyo material ha alcanzado un nivel excelso de maestría, de talento, creatividad y excelencia. He aquí los grandes:

  1. Philosopher de los uruguayos Requiem Aeternam. Es un disco rarísimo pero buenísimo. Provoca esa sensación de estar escuchando un disco demostrativo de una banda prometedora con talento emergente. Dan ganas de ponerles un productor con genialidad, visión y experiencia. Además de lo musical, conceptualmente están muy intensos. En la portada hay un anciano filósofo, ciego, con sangre escurriendo por debajo de la venda que cubre sus ojos; así, sin poder ver con los ojos, extiende su mano hacia una luz divina que brilla en el cielo. En la contraportada ya sólo está la venda ensangrentada tirada en el suelo y en total oscuridad, como si el anciano filósofo hubiese encontrado la luz, quizás una luz de conocimiento. También los títulos de las canciones son excelentes: Rectitud, Sabiduría, Libertad, Pensamiento, Anticristo, Desesperación, y como si todo el viaje hubiera sido un largo camino a través de la oscuridad para alcanzar la luz, la última canción se titula Filósofo. Y todo esto ya sin mencionar las innumerables referencias literarias contenidas en el trabajo lírico del álbum. Simplemente genial.
  2. No Ink For A Self Portrait de la banda chilena Genuinos Extractos Nihilistas. Un álbum tristísimo, harto melancólico e impregnado con una desilusión existencial tan tremenda que estremecería a cualquiera que estuviese en posición de perseguir un éxito de antemano fallido. Una obra musical tan excelentemente bien construida, con lágrimas tonales y acordes dolorosos. Lírica y conceptualmente hablando, es uno de los mejores discos que se hayan concebido en la historia de este nuestro continente.
  3. Sea Of Deep Reflections de los también chilenos Lapsus Dei. Qué decir de este discazo sino simplemente que es una tormenta, un huracán, un maremoto musical y conceptual a mitad de este océano mundano que ha inundado los oídos de nuestra generación. ¡Maravilloso, simplemente, maravilloso!
  4. La Quimera De La Perfección de Avernal. Como alguna vez se había dicho ya de este álbum: “¡Un disco excelentísimo! Una pieza del talento argentino que resulta imprescindible para todo oído avezado en el arte de Euterpe. Por una parte, las nueve canciones que conforman este álbum transcurren magnánimas, con letras eminentes y musicalizaciones devastadoras. Musicalmente hablando, es poderoso, complejo, crudo, elevado, maduro y potente. El mensaje lírico es fabuloso, con letras increíblemente destructoras, rebeldes, resistentes, contestatarias, subversivas, pero además inteligentes, profundas, reflexivas, penetrantes e intelectuales incluso; tiene un significado tan humano, tan social, tan superior. Mírese la portada y descúbrase que ésa es exactamente la quimera de la perfección.”
  5. El Retorno A La Obscuridad de los legendarios Luzbel. Aunque en realidad éste es sólo un EP, esta esencial banda mejicana alcanzó con este material un nivel que parecía inalcanzable. El desarrollo compositivo de cada entrega y la inclemente habilidad instrumental de los músicos elevan esta pieza hasta la cima del éxito nacional. Además, porque sería crimen no mencionarlo, aderezado con el sublime y ya de antemano garantizado trabajo de producción a cargo del único y excepcional Dan Swanö.
  6. Mar De Aguas Amargas es una obra maestra nacida en Ecuador. Total Death nos entrega un álbum perfecto en todos sentidos: musical, compositivo, lírico, conceptual, auditivo y visual. El disco tiene de todo: colaboraciones, recitaciones, instrumentos conspicuos, atmósferas oscuras, ambientaciones nostálgicas y pasajes brutales, desesperantes, intensos, destructivos y trascendentales. Es una pieza completa, trabajada por manos expertas e inspiradas; un trabajo puesto en evidencia por la calidad musical de la banda, el talento sensitivo de los productores, la maestría técnica del equipo de grabación, la visión de los ingenieros de audio, el corazón de los ilustradores y la maravillosa hermandad que los une a todos para encumbrar esta magnífica pieza artística. Simplemente, una obra maestra.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Robarse un beso

robarse-un-beso-2

¡ I N C R E Í B L E   S U C E S O !

ASALTO AL ASILO

El pasado 21 de marzo del presente año, un grupo de jóvenes irrumpieron en una estancia para ancianos. Armados con metralletas automáticas, los asaltantes despojaron a los viejitos de todos sus besos. Los abuelitos perdieron todos sus ahorros, pues la mayoría había acumulado una gran fortuna de tanto esperar la visita de un familiar. El incidente dejó como saldo un muerto que se negó al robo, argumentando que era pobre y no tenía un solo beso que dar… y que, aunque lo tuviera, no se los daría ni aunque lo mataran. Testigos afirman que el fallecido era un funcionario público jubilado.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Allegro in D minor

allegro-in-d-minor-2

¿Cuántas figuras retóricas se pueden usar para hacer entender a un niño que su padre no regresará más a casa? Una madre utilizaría eufemismos, metáforas, alegorías incluso, cualquier cosa con tal de calmar la ansiedad de su hijo. Una abuela, en cambio, sería directa, sin retórica ni poética. Una tía sugeriría decirle que su padre está muerto. Una prima trataría de evadir el tema, pues la incertidumbre la acecha desde que a ella también la abandonó su padre. Pero una madre utilizaría cuentos, canciones y hasta películas para explicarle a su hijo que a partir de ahora sólo serán él y ella en, contra y a pesar del mundo.

Se pueden poseer decenas de versiones sobre un padre y ningún recuerdo de él. Un adolescente puede creer que su padre murió; que lo abandonó; que está trabajando en Estados Unidos; que es astronauta y está en la luna pero, como allá pasa más lento el tiempo, resulta que un día allá son diez años aquí; que es un hombre importante para el gobierno, casi un héroe nacional, y que por eso no puede visitar a su familia; que fue un hombre bueno; que fue un maldito. Pero cuando llega el primer encuentro sexual, un joven puede olvidar la dubitación de su figura paterna y sustituirla con objetivos más próximos y satisfactorios.

Al llegar el momento de elegir el rumbo de vida, el sendero para la edad adulta, la dirección de un hombre maduro, cualquiera podría perderse en la desgana y el desempleo o, peor aún, en las drogas y el alcohol. No importando que haya crecido con un padre ausente y una madre amorosa ni que haya o no estudiado la preparatoria, cualquiera podría arrojarse a los adjetivos coludidos del paria y el vagabundo. Cualquiera puede echar su vida a perder sólo porque el sisifesco hado del trazado social no es futuro suficiente, ni completivo ni placentero, incluso para un alguien cualquiera.

Un padre sería capaz de cualquier cosa por un hijo. Un padre sería capaz de venderle su alma al diablo y soportar quinientos veinticuatro mil ochocientos treintaitrés siglos de tortura en el infierno a cambio de asegurar el bienestar de su hijo. Un hijo se sentiría súper poderoso y súper resistente a los excesos, y podría gastar su vida rebuscando un ápice de dios en la basura sin enterarse jamás de que su padre está condenado a sufrir las llamas del averno por él. Un padre es capaz de cualquier cosa, incluso es capaz de ofrecer su vida y su virtud a cambio de un hijo estúpido que, a ojos de cualquier otro hombre, no vale la pena.

Lo más confabulado del asunto es que dios dejaría que todo lo anterior pasara en realidad y no haría nada para que el escritor le diera otro final a su cuento.

Kobda Rocha

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)