Puntaje del Disco: 7
- In Old England Town (Boogie No. 2): 6,5
- Momma…: 6, 5
- Roll Over Beethoven: 7,5
- From the Sun to the World (Boogie No. 1): 8
- Kuiama: 7
Las diferencias musicales entre Jeff Lynne y Roy Wood habían sido evidentes desde el debut de Electric Light Orchestra, esto propició que Wood dejara la banda en 1972, llevándose de paso a algunos músicos importantes que habian participado en la producción de No Answer. Este fue el momento donde la joven agrupación llegó a una encrucijada, ahora Jeff tendría que asumir las responsabilidades creativas e ideológicas de la banda
La gran sacudida repercutió en la banda, entrando en un periodo de transición, tal como sucede a muchas bandas que pierden a un líder (Ej. Pink Floyd), de aquí que el segundo disco de ELO fuera un “disco de transición”. Sintiéndose todo un experimentalista Lynne acudió en ayuda al género del rock progresivo (música que esos años iba en alza) y la fusionó con su propio estilo que venía creando (y que prometía mucho), naciendo así ELO 2, un disco que tiene tan poca personalidad como su titulo.
Quizás ahora surjan preguntas ¿Cómo es que hubo un retroceso si canciones de Jeff Lynn como “10538 Overture” y “Mr Radio” prometían mucho en el disco debut? ¿Qué tiene de mala una combinación de rock progresivo, con pop de los Beatles, con instrumentación orquestal?
El asunto aquí es que el concepto en la que se basó el disco fue bueno, la idea era buena, el error estuvo en la ejecución de tal idea. El problema mayor en ELO 2, es la sobreproducción.
Para empezar las canciones pecan de duración, superando todas los seis minutos, pero no son seis minutos con rumbo, ni siquiera son de las conocidas canciones que consisten en múltiples partes distinguibles las unas de las otras (caso común en el rock progresivo). En ELO 2 las piezas son caóticas, desordenadas, un collage de sonidos sin rumbo alguno que no impacta. Tomemos por ejemplo a “Roll Over Beethoven” el cover de Chuck Berry, una canción originalmente corta y dinámica, pues en este disco le pega a los siete minutos, Lynne le agrega un fragmento de la novena sinfonía de Beethoven y unas improvisaciones exageradas de teclados y guitarras, alargando la canción demasiado, sobre produciendo.
De entre todas las canciones, en mi opinión la rescatable es “From the Sun to the World (Boogie No. 1)” ya que suena potente, desesperada y los pasajes no son tan tediosos como en las otras piezas, a esta canción le habría caído bien un recorte para que subieran sus puntos. De las otras tres piezas restantes, no hay mucho de qué hablar.
La idea en si era excelente, por suerte Jeff lograría refinarse para su siguiente trabajo, logrando un equilibrio entre la innovación, la experimentación y el gancho pop y tan solo diez meses después de la presentación de ELO 2, la banda lanzaría su tercer trabajo con el que ELO entraría en su etapa dorada.
Gera Ramos