Poco se esperaba promediando los noventa de los ya olvidados EMF cuando anunciaron el lanzamiento de su tercer lanzamiento discográfico, Cha Cha Cha luego de tres años de ausencia, en 1995.
Su “One Hit Wonder” prematuro, “Unbelievable”, incluído en su placa debut, practicamente los liquido. Nada fue igual desde entonces y las comparaciones odiosas entre sus canciones no se hicieron esperar. Nadie le dio importancia a su sucesor donde demostraron cierta madures Stigma (1992) y menos que menos a este discreto tirando a flojo álbum.
Sin temas pegadizos ni demasiado por destacar el opaco Cha Cha Cha paso sin pena ni gloria y lo esperable ocurrió, al poco tiempo anunciaron su disolución.
Pocos saben que su principal figura, el guitarrista y compositor, Ian Dench, continuó ligado a la música de forma exitosa pero desde otro lado. Fundó un sello independiente y se dedicó a componer canciones para distintos artistas, logrando volver al terreno de los hits en 2007 cuando escribió la exitosísima “Beautiful Liar”, un dueto entre Beyone y Shakira, a quien le componería otros temas en sus discos solistas posteriores.
Los pasos posteriores a la explosión de EMF gracias a su mega hit “Unbelievable” fueron distintos a lo esperado. En 1992 regresarían pero esta vez con un EP, Unexplained, que como mayor atractivo incluyó una muy buena versión del clásico de The Stooges “Search and Destroy”.
Sin perder demasiado tiempo lanzarían a fines de ese mismo año su segundo larga duración, Stigma, un disco que los alejó demasiado de su versión pop alternativo de Schubert Dip hacia un disco más guitarrero y oscuro tanto en sonido como en sus letras. En Stigma se evidencia cierta maduración y composiciones más complejas.
Tal vez esto explique porque no les fue como esperaban y fue un total fracaso comercialmente. Para los fans que los comenzaron a seguir luego de “Unbelievable” logicamente sería una decepcion pero a nivel general se las ingenieron para redondear un disco más rico, demostrando maduración y aptitudes para continuar creciendo a futuro, algo que lamentablemente no ocurriría y a los pocos años debido a otro fracaso comercial se terminarían disolviendo.
Para principios de los noventa todo el mundo conocía a EMF (Epsom Mad Funkers, nombre tomado de un club de fans de New Order) por su inoxidable y adictivo hit “Unbelievable” y una prometedora carrera que los ubicaba a la vanguardia de la música alternativa bailable británica. Hoy en día casi veinte años después solo se los recuerda por “Unbelievable” y no por mucho más a pesar de haber cosechado una carrera con dos discos más hasta su separación en 1997 y un par de reuniones para tocar en conciertos y festivales con más pena que gloria en 2001 y 2007.
EMF consistía en James Atkin en voz, Ian Dench en guitarra, Derry Brownson en teclados y samplers, Zach Foley en bajo y Mark Decloedt en batería.
“Unvelievable” formo parte de un buen primer disco Schubert Dip (1991). Al introducirnos en el nos encontramos con una mezcla de rock comandado por los buenos riffs de guitarra de Dench y tecno con samplers en muchos de sus temas tomando de alguna forma la bandera del movimiento mas importante surgido años anteriores en las islas británicas conocido como Madchester.
«Unbelievable» fue lanzado como single en Gran Bretaña en Diciembre de 1990 mucho antes de la edición de Schubert Dip con bastante repercusión, aunque muchas mas obtendría en Estados Unidos siendo numero uno en ventas en Julio de 1991. La excelencia de su “One Hit Wonder” opaca claramente al resto del álbum y resulta ciertamente decepcionante como un grupo capaz de crear una melodía tan infecciosa (en el buen sentido) no es capaz de levantar cabeza en el resto de su carrera.
F.V.
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