Puntaje del Disco: 10
- Holy Wars… The Punishment Due: 10
- Hangar 18: 10
- Take No Prisoners: 8,5
- Five Magics: 9
- Poison Was The Cure: 8,5
- Lucretia: 9,5
- Tornado of Souls: 10
- Dawn Patrol: 6
- Rust In Peace… Polaris: 8,5
Creo que no hace falta darle introducción, ni nada a esta joyita musical. Rust In Peace es claramente uno de los mejores discos del Heavy Metal de todos los tiempos, y hasta el día de hoy, sigue sonando super potente y demasiado desgarrador.
Si bien, el Colorado Mustaine anteriormente había consolidado su banda en el 86 con Peace Sells… But Who’s Buying? Lo cierto es que la banda del Colorado apenas estaba empezando a florecer.
Pero en 1990, con más de 9 canciones terminadas, el colorado decide recurrir al virtuoso guitarrista Marty Friedman de la banda Cacophony, para hacer uno de los mejores discos de metal de la historia y probablemente uno de los mejores trabajos musicales de todos los tiempos.
En este disco, Mustaine y Friedman hacen las inolvidables batallas de solos, riffs agonizantes y técnicamente súper complicados, en colaboración de la maravillosa y agresiva batería de Nick Menza combinada con el siempre característico bajo de David Ellefson. Empezando con la agresiva, mítica e inolvidable «Holy Wars… The Punishment Due», una canción que te hace perder la cabeza literalmente, ya que es súper díficil de evitar hacerle un headbang. Hasta ahora el himno del Thrash Metal, junto a la siguiente canción, «Hangar 18», caracterizada por sus aplastantes batallas épicas de solos inolvidables. Y tampoco olvidemos a la bella y progresiva «Lucretia», con sus luminantes acordes y pasajes melódicos.
Pero sin duda, una de las canciones que más resaltan del disco es «Tornado of Souls», con una batería de Nick Menza sumamente brutal, magnífica, riffs pesados, pero a la vez pegadizos y muy melódicos, y contando, sin duda, con uno de los mejores solos de la historia de la música pesada. Una bestial canción.
El resto del disco no está nada mal, solo un bajón en «Dawn Patrol», por las horribles vocales de Mustaine. Pero para nada le restan puntos a esta joya.
En fin, podría decir más palabras, pero como hoy en día es un trabajo sumamente archireconocido por la mayoría de los que algunos escuchamos el género llamado Metal, y seguramente ya ustedes lo conocen, no hace falta analizarlo tanto para darse cuenta de lo magistral que es. Un trabajo excelente, deslumbrante, inolvidable y magnífico en todos los sentidos. El trabajo de Thrash Metal definitivo.
Toto