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Creeper – Sex, Death & the Infinite Void (2020)

Puntaje del Disco: 8

  1. Hallelujah!:
  2. Be My End: 8
  3. Born Cold: 6
  4. Cyanide: 9,5
  5. Celestial Violence:
  6. Annabelle: 7
  7. Paradise: 7,5
  8. Poisoned Heart: 9
  9. Thorns of Love: 8,5
  10. Four Years Ago: 8,5
  11. Holy War:
  12. Napalm Girls: 8
  13. The Crown of Life:
  14. Black Moon: 7,5
  15. All My Friends: 7,5

Una de las grandes revelaciones del 2020 fue Sex, Death & the Infinite Void de Creeper considerando los muy buenos comentarios que recibió de parte de la crítica. Sin embargo, es un disco en el cual se aborda el Punk Pop, un género del cual no tengo mucha afinidad. Pero aún así tiene cosas que lo hacen interesante.

Dicho de otro modo, lo peor del álbum es el Punk Pop. Cuando más lo aborda Creeper más genéricos suenan. Aún así el grupo se las ingenia para diversificar en los ritmos que ofrecen, tomando influencia de Bowie, The Cure, Arcade Fire e incluso Joy Division que le quedan muy bien. Cuando más se nota es cuando Will Gould desata su voz grave como vocalista, imprimiendo un estilo que es original. Por otra parte, Creeper parece repetir una misma formula a lo largo de todo el álbum, en los cuales tratan de transmitir un estribillo de una energía intensa, logrando por momentos muy buenos resultados y en otros pasajes haciendo acordar a The Killers, pero no en un buen sentido (como sucede en “Born Cold”).

De todas formas, la formula de Creeper en general funciona y la que mejor la representa es “Cyanide”, que tiene el estribillo más intenso y el ritmo más original que tranquilamente lo transforman en un hit del 2020. Muy bien logrado, de lo mejor del catálogo de Creeper en su corta carrera. “Poisoned Heart” es el segundo mejor tema del álbum, con un ritmo más lento y acústico, en donde destaca la voz grave de Gould. Y un escalón más abajo están “Thorns of Love” (destaca por empezar como si fuese un tema más sesentoso) y “Four Years Ago” (con sus arreglos más orquestales y la incorporación de la vocalización de Hannah Greenwood que le queda muy bien). Y por último se podría señalar a “Be My End” que es el número de Punk Pop más entretenido y menos dañino del álbum.

El resto del disco está marcado por la irregularidad de sus composiciones. Algunas canciones son prometedoras, pero nunca terminan de explotar, mientras que otras son más genéricas. Aún así ningún tema de Sex, Death & the Infinite Void es malo, por eso no deja de ser un muy buen disco del 2020.

Persy

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Nas – I Am… (1999)

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Album Intro: 7
  2. N.Y. State of Mind Pt. II: 8
  3. Hate Me Now: 7,5
  4. Small World: 7
  5. Favor for a Favor: 8
  6. We Will Survive: 7
  7. Ghetto Prisoners: 7
  8. You Won’t See Me Tonight: 8
  9. I Want to Talk to You: 6
  10. Dr. Knockboot: 7,5
  11. Life Is What You Make It: 7,5
  12. Big Things: 8
  13. Nas Is Like: 8,5
  14. K-I-SS-I-N-G: 6,5
  15. Money Is My Bitch: 7,5
  16. Undying Love: 8

Tras un gran nivel y repercusión de sus dos primeros materiales: Illmatic (1994) y It Was Written (1996), resulta esperable que en sus siguientes lanzamientos el rapero de Brooklyn Nas pierda algo de la inspiración y hasta la sorpresa para los oyentes sea menor, algo que evidentemente ocurrió con I Am…, editado en Abril de 1999.

Originalmente diseñado bajo la idea de álbum doble, que vendría a sintetizar y comulgar todas las temáticas y estilos de sus antecesores, esta idea se truncó al filtrarse en internet gran parte del listado de canciones, Nas tuvo que descartar varias de estas y centrarse en producir dos discos individuales que terminaron editándose en el mismo año, algunas de las canciones que se habían filtradas fueron luego lanzadas en algunas de sus compilaciones oficiales como Lost Tapes (2002).

Contrario a lo que su título sugiere I Am… no habla de experiencias personales del artista, sino que sus líricas tocan temas que van desde el estado que atravesaba el hip hop, el nuevo milenio, la política, el crimen y la religión desde su perspectiva. Desde lo musical, es poco ambicioso desde sus propios elevados estándares. Así y todo, mantiene samples adictivos con una impecable producción en temazos como “N.Y. State of Mind Pt. II”, “Nas Is Like” y se favorece con las participaciones de Puff Daddy, Scarface, Aaliyah y DMX.

En conclusión, I Am… no es para nada desastroso pero la falta de contenido, profundidad y de imaginación está a la vista en buena parte del material, resultando el peor disco de este referente del género de los noventa hasta ese entonces.

F.V.

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Todos vivimos en un submarino amarillo

  • Ayuda, necesito a alguien. Por favor, ayúdeme. No quiero perderla, y yo la amo.
  • De acuerdo, de acuerdo. Quiero saberlo todo.
  • ¿Por dónde empiezo?
  • Por el principio. Solo apague su mente, relájese y flote en su arroyo.
  • ¿Y eso significa…?
  • Empiece por el principio.

Mi nombre es Juan Pablo, y no me gustan los Beatles. No significan nada para mí. Ni los odio ni los amo, pero estoy más cerca del primer sentimiento que del segundo. Después de todo, son solo un grupo que la pegó por ser comercial. Escuché toda su discografía para poder confirmar mi postura. Pasé por todas sus etapas: De “Twist and Shout” a “Come Together”. Los Beatles, definitivamente, no son para mí, y nunca me privé de mostrar cierto orgullo en esto. Aunque a la vez estoy harto de oírlos en todas partes, aun cuando no suenan sus canciones. Desde gente que manifiesta que todo lo que necesitás es amor, que en juntadas que duran hasta el amanecer mis amigos comenten que aquí viene el sol, que mis propios días sean tan solo un día en la vida. Es desesperante. Esta indiferencia se fue convirtiendo en intolerancia pura, y esto me trajo hasta aquí, con usted. Le voy a contar mi historia.

Una noche cualquiera estaba en un bar con mi novia Eleonora. Habíamos pedido una porción de comida bastante generosa. Un churrasco y pan para mí, y ella había pedido lasaña vegetariana. Ambos charlábamos de nuestras vidas:

  • ¿Qué hiciste estos últimos días? – Pregunté para ponerme al día.
  • Trabajé mucho. Sobre todo ayer. Ayer y hoy. – Respondió ella.
  • Un día muy ajetreado, ¿verdad? – Volví a preguntarle.
  • Sí. Ser recaudadora de impuestos no es tarea fácil.
  • Sabés que podés contar conmigo para cualquier cosa, ¿verdad?
  • Sí. Sabés muy bien que te llamaría si necesitara a alguien.

Mientras que ella se tomaba su tiempo para comer, yo devoraba a lo bestia bruta. Ella lo notó e intentó detenerme.

  • Tomate un poco de tiempo antes de tragar. Sos una morsa.

¿”Soy una morsa”? ¿Cómo la canción de los Beatles? Y no solo eso, sino que todas sus frases estuvieran cargadas de referencias a sus canciones me molestó demasiado. Recién ahí me di cuenta. Intenté razonarlo con ella:

  • Querida, está bien. Te perdono que me compares con una morsa, pero decime por qué tenés que meter referencias a canciones de los Beatles en cada frase – Sí, hasta yo me estaba pegando esa costumbre.
  • Por nada en particular – dijo – ¿Por qué? ¿Qué pasa?
  • Nada, nada.

Entonces, la música empezó a sonar. Justo cuando estaba pensando en los Beatles, sonaron los Rolling Stones. Ni más ni menos que la canción “I Wanna Be Your Man”, compuesta por Lennon y McCartney. Vaya suerte la mía. Ella me invitó a bailar:

  • No me gusta bailar – Rechacé.
  • Por favor, complaceme.
  • Está bien – Me rendí.

Nos despedimos de nuestros asientos y movimos el cuerpo. Giramos y gritamos. Todo el mundo nos observaba con admiración. En medio de la danza, compartimos más palabras aún:

  • Todos nos están mirando – Dije.
  • Sí. Acá, allá y en todas partes – Agregó.
  • ¿Otra vez con canciones de los Beatles? – La situación había pasado de anecdótica a molesta.
  • Oh, querido. ¿Todo tenés que relacionarlo con los Beatles hoy? – Ella empezaba a molestarse por mis acotaciones.
  • ¿Y cómo no hacerlo? Todo me está recordando a ellos esta noche.
  • No le des más importancia. Sigamos bailando. Abrazame fuerte.

En ese momento no lo soporté más.  Me cansé, la solté respetuosamente y nos fuimos del lugar tras pagar la cuenta. Todo con la mayor de las sutilezas que podía permitirme. Nos fuimos cada uno por nuestro lado, ya que era muy obvia mi molestia. La acompañé a tomar un taxi sin que ninguno de los dos dijera nada. Se subió al taxi y se fue. La vi parada ahí, esperando el taxi, más preocupada que molesta por mi actitud. Solo me dijo buenas noches. Después volví a mi casa y me fui a dormir.

Cuando me levanté temprano en la mañana, levanté mi cabeza. Todavía estaba bostezando. Vi mi celular y tenía un audio de ella. No lo había escuchado aún. Me sentía avergonzado por mi actitud de la noche anterior. Luego fue que decidí pedir un turno con usted. Necesitaba solucionar mis problemas a la brevedad. Caminé por las calles de la ciudad y veía a toda la gente solitaria. ¡Toda la gente solitaria! Ya me estaba hartando más y más. Originalmente estaba viniendo a contarle de la culpa por cómo traté a mi novia, pero después me di cuenta de que tenía que ver mi problema Beatle. Y aquí estoy.

  • Es una situación muy típica. Odiar algo con fervor hace que de algún modo lo atraigamos a nosotros. Usted tiene que aprender a convivir con los Beatles – dice el psicólogo.
  • ¿Usted cree?
  • Sí. Y también debe hablar con su novia. Pero sea cuidadoso. No estoy seguro si ella lo ama aún.
  • Creo que tiene razón – digo, intentando convencerme a mí mismo -. Gracias, doctor Roberto. Estoy mejorando. Me siento libre como un pájaro – intento ignorar estas referencias –. Adiós.
  • Adiós – me dijo -. Si aún tiene problemas con los Beatles, puede ir a la india – Bromea.

Abandono el complejo. Pongo mi mejor cara de felicidad. “Si cayera en la obsesión, puedo contar con el doctor. Pero lo dudo. En mi vida voy a necesitarlo” pienso. “Realmente tenés poder sobre mí, pero voy a vencerte” Le digo mentalmente a mi problema.

Pasaron los días, y todo más o menos iba encaminado. Alguna que otra referencia menor a algún tema desconocido. Nada grave. Me reconcilié con mi novia. Seguíamos juntos. Parecía que iba a volver todo a la normalidad. Sin embargo, mientras pateaba las calles junto con ella, oí a un tipo interpretando “What You’re Doing”. Nada grave, o al menos eso pensaba. Pasé de largo, hasta que escuché frases al azar de la gente:

  • Ey, mirá lo que estás haciendo – Decía uno.
  • Me siento triste y solitario – Comentaba otro al celular.
  • ¿Qué me estás haciendo? – Gritaba un tercero enojado.
  • Me tenés corriendo, y no es divertido – Veía un corredor decirle a su personal trainer.

Intenté hacer oídos sordos de estas frases, siempre guiándome por lo que me dijo usted. Hasta que en las siguientes cuadras…

  • Ella solo tenía diecisiete. Sabés a lo que me refiero.
  • La forma en la que ella se veía no tenía comparación.
  • ¿Así que cómo podría bailar con otra cuando la vi parada ahí?

Era peor que antes. Ya no solo oía los títulos de las canciones, sino también las letras. La gente hablaba como si estuviera dentro de un musical de los Beatles. Quizás para ellos fuera el paraíso, pero para mí era horrible. Hui lejos de ella:

  • Querido, ¿a dónde vas? – me dice.
  • Lejos de todo.

Corrí. Incluso consideré comprar un boleto para viajar a la India, como usted me dijo en broma, pero me pareció que sería demasiado y no quería sumar más analogías Beatle a mi catálogo de desgracias. Fue ahí que decidí contactarlo de vuelta a usted, doctor.

Habiendo escuchado mi historia, el psicólogo se pone en posición de pensar. Me sigue la corriente:

  • Por lo que me cuenta, su día se rompe, su mente le duele, y todo por los Beatles – dice analizando la situación.
  • Exactamente – le respondo.
  • Sí. Estoy viendo a través de usted. Puedo ver esa angustia, esa frustración.
  • Es tal y como me estoy sintiendo.
  • No se ve diferente, pero cambió. Su tranquilidad se está yendo, y siente que va a perder a esa chica.
  • El amor tiene la costumbre desagradable de desaparecer de la noche a la mañana, y yo estoy haciendo suficiente mérito para que ella me deje. Ayer mis problemas parecían tan lejanos, y ahora parece que están acá para quedarse.
  • Piénselo así, Juan. Todo tiene una razón de ser. Quizás deba volver a la fuente de sus problemas. Al inicio.
  • ¿A qué se refiere, doctor? ¿Debo escuchar otra vez a los Beatles?
  • La solución a su problema podría estar en su música.
  • Si usted lo dice.

Vuelvo caminando a mi casa. Pienso sobre lo que me dijo: “La solución a su problema podría estar en su música”. Me pongo los auriculares, abro Spotify en mi celular y busco “B-E-A-T-L-E-S”. Escucho los temas en el orden en que entraron a mi vida en estos últimos días. Me gustan, pero a la vez no me dicen demasiado. Las vuelvo a escuchar una vez, y otra, y otra. Para la cuarta escucha la cosa me sorprende. ¿Qué es esto? ¿Sus canciones me fascinan? Sí, me FASCINAN. Con mayúsculas. Arreglos impecables, melodías totalmente creativas… Vuelvo a escuchar las canciones para confirmar que no me volví loco. Definitivamente es cierto. Esas canciones son geniales. Decido arriesgarme un poco más y pasar a otras canciones del grupo. El sentimiento es el mismo. Esa banda de música para gente vieja de repente me parece lo más exultante que haya pasado por mis oídos. ¿Cómo puede ser? ¿Cómo pudo este grupo pudo tenerme engañando tanto tiempo, haciéndome pensar que eran una manga de mediocres? Ya en mi casa, me voy a dormir.

Mientras caminaba para venir aquí, me pasó algo sorprendente: ¡No escuché ni una referencia al grupo! Era increíble. Parece que por fin estoy curado. ¿Usted que piensa?

  • Eso es quizás lo que usted necesitaba. Amar a los Beatles. Después de todo, si tras tantas décadas siguen siendo tan queridos, es por algo.
  • Es cierto. ¿Cómo no lo vi antes? Tanto tiempo de mi vida sin apreciar su gran música. Gracias, doctor. Le debo una. Ahora iré a recuperar a mi novia.

Decido irme del consultorio. Tomo el primer taxi que encuentro a la casa de Eleonora. Llego y toco la puerta, y ella me abre:

  • Hola – Le digo.
  • Chau – Me dice e intenta cerrar la puerta, molesta. Yo se lo impido.
  • Esperá. Sé que estuve mal en estos días, con este asunto de los Beatles, y te pido mil perdones.
  • ¿Y cómo sé que no vas a huir despavorido ante la próxima referencia a los Beatles que encuentres?
  • ¿Querés bailar? Tengo la música ideal.
  • Lo voy a aceptar como compensación por el baile que arruinaste el otro día.

Entro a su casa, pongo la música y bailamos al ritmo de los Beatles, como no podía ser de otra manera. Ella parece feliz de nuevo por haberme recuperado tal y como era antes y yo definitivamente estoy feliz por haber superado mi obsesión. Resultó ser cierto que, al final, el amor que recibís es igual al amor que das. Los Beatles lo transmitieron mejor que nadie. Ahora lo comprendo. Gracias, John, George, Paul y Ringo.

Motorik

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(Votos: 2 Promedio: 5)

Yes – The Yes Album (1971)

Puntaje del Disco: 9

  1. Yours Is No Disgrace: 9
  2. The Clap: 8
  3. Starship Trooper: 9
  4. I’ve Seen All Good People: 9,5
  5. A Venture: 8
  6. Perpetual Change: 8

Luego de dos discos aceptables como el homónimo Yes y Time and Word, los ingleses se pusieron de acuerdo en reemplazar a Peter Banks por un virtuoso guitarrista llamado Steve Howe, quien les haría adoptar el sonido clásico de Rock Progresivo a la banda. Y así lanzarían su tercer disco de estudio denominado  The Yes Album, haciendo referencia a ese cambio de estilo. Además, fue un éxito en ventas siendo el primer disco de la banda en llegar al top 10 en Europa y se asentaría bien en los puestos americanos.

«Yours Is No Disgrace» es la encargada de abrir el disco y ya deja verse ese particular sonido de la banda con sus destellos progresivos que luego encaminarían a discos como Fragile o Close to the Edge. Junto a otros clásicos como «Starship Trooper» y la pacifica «Ive Seen All Good People´» demostrarían el gran talento del grupo, estando en el podio de las mas grandes bandas del rock progresivo.

También se incluye el primer tema instrumental de la banda, llamado «The Clap» de la mano de Howe, demostrando su gran habilidad con la guitarra clásica. Y para cerrar la épica «Perpetual Change», que tomaría el mismo rol de los temas finales de sus siguiente lanzamientos.

Sin duda The Yes Album es uno de los discos mas solidos en la carrera de Yes y fue una piedra angular de lo que vendría después.

Santi

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 5)

Stone Gossard – Bayleaf (2001)

Puntaje del Disco: 6,5

  1. Bore Me: 6
  2. Fits: 7,5
  3. Pigeon: 8,5
  4. Anchors: 7
  5. Cadillac: 6
  6. Bayleaf: 8
  7. Every Family: 6,5
  8. Unhand Me: 7
  9. Hellbent: 6
  10. Fend It Off: 6,5

Bayleaf (2001), el primer trabajo solista de Stone Gossard el querible y fantástico guitarrista de Pearl Jam, es un disco simple y aceptable, que le dio la oportunidad de probar sus dotes como cantante y a entregar algunos momentos valiosos.

Gossard siempre fue un tipo inquieto. En 1993 en plena efervescencia de la explosión Grunge de la que Pearl Jam era uno de los principales exponentes fundó una agrupación paralela: Brad, con la cual lanzaría tres discos, compraría su propio estudio de grabación en Seattle y a su vez al año siguiente creó su propia compañía discográfica «Loose Groove Records», fichando a conjuntos diversos en especial de hip hop y rock pesado como Queens of the Stone Age.

Volviendo a Bayleaf, se trató de un esfuerzo descomunal de Stone ya que no solo cantó y tocó la viola, sino que en algunos temas se hizo cargo del bajo, el piano, baterías. Se destacan “Fits” con la participación del ex baterista de su famosa banda Matt Chamberlain, la balada “Anchors” y las guitarreras “Pigeon” y “Bayleaf”. Dentro de un listado de temas discreto y parejo.

Con su experiencia solista y también con sus proyectos paralelos, Gossard buscaría de aquí en más buscar algo de oxígeno y cada tanto desarrollar y llevar a cabo ideas y composiciones que en Pearl Jam eran imposibles de desarrollar que se verían plasmadas en posteriores lanzamientos a Bayleaf.

F.V.

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(Votos: 0 Promedio: 0)

Sublime – 40oz. to Freedom (1992)

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Waiting for My Ruca: 6
  2. 40oz. to Freedom: 8
  3. Smoke Two Joints: 7
  4. We’re Only Gonna Die for Our Arrogance: 8,5
  5. Don’t Push: 6,5
  6. 5446 That’s My Number/Ball and Chain: 7,5
  7. Badfish: 8,5
  8. Let’s Go Get Stoned: 8
  9. New Thrash: 6
  10. Scarlet Begonias: 5,5
  11. Live at E’s: 6,5
  12. D.J.s: 6,5
  13. Chica Me Tipo: 7,5
  14. Right Back: 6,5
  15. What Happened: 6
  16. New Song: 6
  17. Ebin: 8,5
  18. Date Rape: 8,5
  19. Hope: 7,5
  20. KRS-One: 8
  21. Rivers of Babylon: 7
  22. Thanx: 8

En su debut discográfico, 40oz. to Freedom (1992), el grupo californiano Sublime expuso toda su frescura e irreverencia juvenil dando como resultado un disco que combina sus mayores influencias como el ska, reggae, punk, hip hop y rock alternativo.

40oz. to Freedom no tuvo demasiada exposición ni relevancia por aquellos años, sin embargo, se fue trasformando en un clásico que desafía el paso del tiempo, en especial tras la trágica muerte de su líder y cantante Bradley Nowell y su auto titulado álbum en 1996.

Sublime fue capaz de hacer honor a sus ídolos musicales un disco inicial, incluyendo seis covers de conjuntos como Bad Religion, The Toyes, Grateful Dead, Toots & the Mayta, The Melodians y The Descendents, y a su vez contienen algunos de sus temas referencias de letras de Beastie Boys, Jimi Hendrix, Bob Marley, entre otros. Si bien el listado de temas tiene sus puntos altos como “Badfish”, «We’re Only Gonna Die for Our Arrogance», “Ebin” y “Date Rape”, por otro lado, la extensión desmedida y algunos rellenos innecesarios atenta contra el puntaje general de lo que podría haber sido un gran disco.

Al margen de esto, y a pesar del paso de los años 40oz. to Freedom es una verdadera experiencia para cualquiera oyente que disfrute la mezcla de estilos que siempre caracterizó a esta mítica banda, en particular el reggae, ska y punk.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Ween – Quebec (2003)

Ween Quebec 2003

Puntaje del Disco: 8,5

  1. It’s Gonna Be a Long Night: 8
  2. Zoloft: 9
  3. Transdermal Celebration: 9,5
  4. Among His Tribe: 8,5
  5. So Many People in the Neighborhood: 5
  6. Tried and True: 8,5
  7. Happy Colored Marbles: 8,5
  8. Hey There Fancypants: 7,5
  9. Captain: 6
  10. Chocolate Town: 8,5
  11. I Don’t Want It: 8,5
  12. The Fucked Jam: 3
  13. Alcan Road: 7,5
  14. The Argus: 8,5
  15. If You Could Save Yourself (You’d Save Us All): 8,5

Después de dos discos geniales como The Mollusk y White Pepper, el octavo álbum de Ween llegaría en el 2003, pero sin llegar a ser valorado como uno de los mejores de la banda por la crítica especializada. De todas formas, Quebec es otro muy buen trabajo de Gene y Dean Ween en el que demuestran lo eclécticos que pueden ser manteniendo su genialidad y originalidad.

Quebec es un disco muy diverso, dispar y poco cohesivo, que puede ser uno de los puntos que más se les crítica. Por ejemplo, para empezar tenemos a un Garage Rock como “It’s Gonna Be a Long Night”, que abre el álbum trasmitiendo mucha energía. Pero luego aparece la excelente “Zoloft”, que con su melodía, atmósfera y armonías vocales logran un Dream Pop, que parece sacado de otro trabajo. Esta variación en sus estilos se repite a lo largo de todo el álbum (y también se pudo apreciar en otros discos de Ween), encontrando su pico en “Transdermal Celebration”, en la cual Rockean con una solidez y justeza que parece más propio de bandas como Pearl Jam.

Sin embargo, Quebec así como diversifica en estilos, tampoco es enteramente consistente. Gene y Dean dan lugar a su locura experimental con tema como “So Many People in the Neighborhood”, que suena a puro relleno, y peor aún en The Fucked Jam”, un pastiche experimental electrónico que en solo 3 minutos demuestra ser un sinsentido repetitivo.

Aún así, en Quebec sobresalen más las canciones buenas que las mediocres y en los distintos géneros que tocan suenan muy bien. En “Among His Tribe” con su guitarra acústica y su atmósfera un tanto más espacial, recuerdan más a Pink Floyd. “Tried and True” también tiene un sonido acústico con una melodía que es digna para ser elegida como Single. “I Don’t Want It” es algo así como la balada Pop de Quebec, que suena bien en su guitarra y sus armonías vocales le agregan un tono celestial que le queda muy bien. Mientras que en “Chocolate Town” abordan un estilo Country Rock que es muy agradable. Hasta que finalmente cierran con “The Argus” y “If You Could Save Yourself”, una muy buena combinación, la primera con un sonido que parece más propio de una banda de Rock Progresivo, y última destacando porque llega a transmitir una fuerza que redondea muy bien este álbum.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 5)

Stevie Ray Vaughan – Live Alive (1986)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. Say What!: 8,5
  2. Ain’t Gone ‘n’ Give Up on Love: 9
  3. Pride and Joy: 9
  4. Mary Had a Little Lamb: 8
  5. Superstition: 8
  6. I’m Leaving You (Commit a Crime): 7,5
  7. Cold Shot: 8,5
  8. Willie the Wimp: 7
  9. Look at Little Sister: 8
  10. Texas Flood: 8,5
  11. Voodoo Child (Slight Return): 9
  12. Love Struck Baby: 8
  13. Change It: 8

El electrizante sonido de la guitarra de Stevie Ray Vaughan necesitaba un trabajo en vivo capaz de retratarlo, así fue como nació Live Alive, editado en 1986 y que documenta la encendida presentación de Stevie y Double Trouble en el Festival de Jazz de Montreaux en el verano europeo de 1985 y algunos tracks para completar que se desprenden otros conciertos en Estados Unidos en el verano del año siguiente.

Lo más jugoso de la selección de canciones se encuentra sin dudas en la primera mitad con la presentación en la ciudad suiza, desde una gran introducción instrumental “Say What!”, pasando por buenas versiones de “Ain’t Gone ‘n’ Give Up on Love” y “Pride and Joy” y en tanto en su segunda parte en temazos como “Texas Flood” y la versión de Jimi Hendrix de “Voodoo Child (Slight Return)”.

El álbum tiene sentido solo porque nos da la posibilidad de inmortalizar la forma de tocar de Vaughan en directo, su destreza y capacidad para improvisar, así y todo, también tuvo sus detractores porque por momentos se desaprovecha su sonido característico, y porque tampoco se encontraba en perfectas condiciones personales y de salud para tocar como el sabe.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Bad Company – Desolation Angels (1979)

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Rock ‘n’ Roll Fantasy: 8,5
  2. Crazy Circles: 8
  3. Gone, Gone, Gone: 8
  4. Evil Wind: 7,5
  5. Early in the Morning: 7
  6. Lonely for Your Love: 7,5
  7. Oh, Atlanta: 8
  8. Take the Time: 6,5
  9. Rhythm Machine: 7
  10. She Brings Me Love: 7,5

Hacia finales de los setenta resultaba evidente que Bad Company se estaba cansando de su reconocible Hard rock y sería con Desolation Angels (1979), en donde modernizarían su música comenzando a experimentar con sintetizadores, teclados e instrumentos de cuerda.

A pesar de significar una mejora con respecto lo que venían haciendo, este cambio de aire no fue suficiente para revitalizar definitivamente la carrera del grupo británico. Como siempre la pasión y los dotes vocales de Paul Rodgers marcan la diferencia en sus mejores sencillos como el clásico “Rock ‘n’ Roll Fantasy”, “Gone, Gone, Gone” y “Oh, Atlanta” sin embargo otros cortes lucen algo forzados y sin demasiada magia en especial las baladas “Early in the Morning” y “Take the Time”.

Desolation Angels suele ser considerado como el último álbum fuerte de Bad Company con su formación original. Por aquellos años la banda se encontraba desmotivada por tocar en grandes estadios y Peter Grant (su manager y también el de Led Zeppelin) perdió interés y entró en depresión tras la muerte del baterista John Bonham el 25 de septiembre de 1980. Todo esto derivo en que luego de su siguiente álbum Rough Diamonds de 1982, la banda se desarmara y retornaría años más tarde con el cantante Brian Howe reemplazando a Rodgers.

F.V.

 

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Car Seat Headrest – Making a Door Less Open (2020)

Puntaje del Disco: 8

  1. Weightlifters: 8
  2. Can’t Cool Me Down: 7,5
  3. Deadlines (Hostile): 9
  4. Hollywood: 8,5
  5. Hymn (Remix): 7
  6. Martin: 8
  7. Deadlines (Thoughtful): 7,5
  8. What’s With You Lately?: 8
  9. Life Worth Missing: 7,5
  10. There Must Be More Than Blood: 8
  11. Famous: 7,5

Desde hace una década Will Toledo inició, primero como solista y luego bautizado como Car Seat Headrest, su ambicioso proyecto de indie rock y “lo-fi”, logrando buena repercusión e imponer un estilo propio y reconocible.

Para sorpresa de muchos en 2020 lanzaría Making a Door Less Open su primer lanzamiento con temas nuevos desde el suceso Teens of Denial de 2016, con un marcado cambio de estilo influenciándose en especial por el sonido electrónico de 1 Trait Danger, banda paralela de Toledo con el baterista Andrew Katz. Agregando al indie rock guitarrero conocido por todos, un sonido más limpio dominado por teclados, sintetizadores y maquinas rítmicas.

Este radical ajuste les da nueva vida a sus composiciones, ampliando el abanico de posibilidades dejándolo patente en canciones dominantes como “Deadlines (Hostile)”, “Hollywood”, “Martin” y “There Must Be More Than Blood”.

En conclusión, estamos ante otra gran entrega de Will Toledo, evidenciando una progresión y una efectiva vuelta de tuerca, evitando repetir o desgastar formulas exitosas y buscando nuevos rumbos, sin perder su propia identidad.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)