Puntaje del Disco: 8,5
- Spring: 9
- Deeper than Inside: 9,5
- For Want Of: 9,5
- Hain´s Point: 8
- All There Is: 7
- Drink Deep: 9
- Other Way Around: 8
- Theme: 7,5
- By Design: 7,5
- Remainder: 8,5
- Persistent Vision: 7
- Nudes: 7,5
- End on End: 9
Rites of Spring fue una banda norteamericana de post-hardcore con una efímera actividad entre los años 1984 y 1986, época en la que sólo editaron un disco de estudio y un EP publicado después de la disolución de la banda.
A pesar de su corta existencia, los Rites of Spring fueron una de las bandas más influyentes del movimiento hardcore de los 80, y su sonido y filosofía dejaron huella en otros conjuntos posteriores, tales como Superchunk, Nation of Ulysses, Drive Like Jehu o Fugazi, banda esta última fundada y liderada por dos de los miembros originales de Rites: el cantante y guitarrista Guy Picciotto y el batería Brendan Canty.
Con este álbum, los de Washington son considerados como pioneros de la escena emo-hardcore, recogiendo la técnica punk instrumental, salvaje y visceral de bandas previas como Black Flag o Minor Threat y añadiendo a todo esto un toque pasional e íntimo a sus letras.
Sentimientos furiosos y emotivos –de ahí el término “emocore”- se aprecian en estas trece canciones, moviéndose entre estados instropectivos de amor juvenil, representados en cortes como “Spring” o “Drink Deep”, la depresiva “Deeper than Inside”, la angustia melancólica de “For Want Of”, que supone el punto cumbre del álbum, la confesión de “Nudes” y la rebeldía de “By Design” y “Remainder”, temas claramente influenciados por la vieja escuela hardcore de Black Flag y Bad Brains.
Es destacable en todas las canciones la abundancia de los pronombres “You” y “I”, de dos personas –amantes- en mutua y constante comunicación, deseo, pero también dolor y autodestrucción, lo cual refuerza el componente sentimental en las letras de Rites of Spring. También se repiten bastante los ritmos y la línea melódica de las canciones (nótese la similitud musical entre “Spring” y “Other Way Around”), lo cual no resulta a la postre aburrido para el que lo escucha.
Nos encontramos ante un disco muy homogéneo, en el que no hay un solo tema flojo y sí momentos memorables en la historia del punk americano. Toda esta declaración de sentimientos, hecha con gran sinceridad y emoción, acaba con la frenética y desaliñada “End on End”, y es que, a pesar del título de esta canción, esta aventura musical no acaba realmente aquí, y continuará dejando huella años después desarrollándose de manera más enfocada en Fugazi.
Ruben S.