En el marco del 57th & 9th Tour, Sting se presentó en la ciudad de Buenos Aires en la que sería su séptima visita al país. Desde aquellos recordados espectáculos de 1988 con Amnesty International, el británico mantuvo siempre una atracción especial con el público argentino. En esta oportunidad el Hipódromo de Palermo propició de escenario para que el artista renovase sus votos de confianza con los miles de seguidores que se acercaron a disfrutar de sus temas.
Bajo una luna brillante, un cielo totalmente despejado y un clima muy agradable, el icónico Hipódromo transformó su fisonomía para darle la bienvenida a los músicos que acompañarían a Sting. El mismísimo hijo del artista, Joe Sumner, ofreció una breve muestra de su irrefutable parecido vocal y postural con su padre, mientras que The Last Bandoleros, una banda oriunda de San Antonio, Texas, agradecía al público argentino por Manu Ginóbili y brindaba una entretenida antesala a lo que sería el ansiado espectáculo de Sting.
Con una figura envidiable y completamente descontracturado, Sting hizo su aparición a las 21.15 hs. mientras desde su bajo sonaban los acordes de “Syncronicity II” de su etapa con The Police. “Spirits in a Material World” sonó luego para darle paso a “Englishman in New York”, de su era solista y uno de los hits más cantados por el público. “I Can’t Stop Thinking About You”, primer corte difusión de su último disco, fue el siguiente tema que el británico decidió incluir en una lograda lista de canciones que combinarían tanto los clásico de The Police, como los suyos propios de siempre.
A medida que avanzaba el espectáculo y los temas fluían, Sting demostraba su gran versatilidad para pasar de baladas como “Field of Gold” a temas más movidos como “Patrol Head” y retomar con los sonidos suaves como en “Down, Down, Down” o la bellísima “Shape of My Heart” que contó con el condimento emotivo de tener tanto a Sting cantando a dúo con su hijo, como al guitarrista Dominic Miller alternando acordes con su propio hijo, quien también formaba parte del repertorio artístico.
Luego “Messagge in a Bottle”, “Walking on the Moon” y “So Lonely”, alternados con una version de “Ashes to Ashes” a cargo de Joe Sumner, dieron lugar a uno los momentos más destacados con Sting combinando “Roxanne” con el clásico “Ain’t No Sunshine”.
Tras un brevísimo receso Sting regresó a escena con “Next to you” y el infaltable “Every Breath You Take”; para concluir su presentación en guitarra con “Fragile”. Una vez más Sting enamoraba a su fiel público argentino que fue testigo nuevamente de su gran profesionalismo y su enorme calidad musical.
Piro