The White Stripes – The White Stripes (1999)

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Jimmy the Exploder: 8,5
  2. Stop Breaking Down: 7,5
  3. The Big Three Killed My Baby: 7,5
  4. Suzy Lee: 7
  5. Sugar Never Tasted So Good: 9
  6. Wasting My Time: 6,5
  7. Cannon: 7,5
  8. Astro: 7
  9. Broken Bricks: 7,5
  10. When I Hear My Name: 6,5
  11. Do: 7,5
  12. Screwdriver: 7
  13. One More Cup of Coffee: 7
  14. Little People: 8
  15. Slicker Drips: 6,5
  16. St. James Infirmary Blues: 7,5
  17. I Fought Piranhas: 8

“Fui aceptado en un seminario en Wisconsin, y estaba decidido a convertirme en sacerdote, pero en el último instante pensé, tengo un nuevo amplificador en mi habitación y no creo que acepten que lo lleve conmigo”. Así explicó Jack White en una entrevista concedida a Mike Wallace en el programa “60 Minutes” en el año 2005 como su vida pudo haber sido distinta a lo que afortunadamente termino sucediendo y en lo que se convirtió. Un ícono del rock de nuestra generación.

Antes de comenzar con The White Stripes, Jack White (bajo su verdadero nombre John Gillis) comenzó como baterista de un ignoto grupo de Detroit Goober & the Peas y así fue ganando espacio en la escena roquera de Detroit hasta que en 1997 junto a Meg White, a quien conoció cuando ella trabajando de mesera y con la que se casaría en 1996, formaría The White Stripes.

Juntos comenzaron a tocar en bares locales y en 1998 firmaron su primer contrato discográfico con Italy Records una pequeña e independiente disquera de Detroit y luego con otra disquera independiente Sympathy for the Record Industry editarían su homónimo disco debut.

The White Stripes (1999) sirve como una muestra preliminar de toda la energía que el dúo de Detroit era capaz de ofrecer aunque sin grandes composiciones a cuestas. La voz singular de Jack comenzó a llamar la atención así como también su inocultable capacidad para generar riffs adictivos con su guitarra.

The White Stripes sirve tan solo como introducción del sonido que pocos años después con De Stij y White Blood Cells comenzaría a sonar en todas las radios alternativas y que luego se refinaría y popularizaría con sus siguientes trabajos que los acercaría a audiencias masivas.

Jack White dedicó este primer trabajo al fallecido músico de blues Son House. De quien se declaró fanático en muchas entrevistas y de quien rescato el tema «Grinnin’ In Your Face» como su canción favorita de todos los tiempos.

F.V.

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