Puntaje del Disco: 8
- Tataralí: 8,5
- La Ronda: 8,5
- El Fantasma: 8
- En Cueros: 8
- Revolución: 8,5
- Susanitas: 7,5
- Otro Ritmo: 7,5
- Kari Se Va: 8
- Rendición: 8
- A la Mierda: 8
- Cuadradito: 8
- Forma de Mujer: 7,5
- Como Un Niño: 7
La historia de Onda Vaga comenzó a escribirse en el verano de 2007 en la tranquilidad de las playas de Cabo Polonio, Uruguay cuando Nacho Rodríguez, Marcelo Blanco, Marcos Orellana y Tomás Gaggero, ex integrantes de distintas bandas argentinas, se juntaron a tocar en los bares locales del balneario oriental.
A su vuelta a Buenos Aires incorporan a Germán Cohen en voces y comienzan a moverse en el circuito under porteño, haciéndose un nombre por afuera de los carriles tradicionales, gracias al boca y boca, y lo divertidos que resultaban sus shows haciendo una mezcla de rumba-cumbia-reggae-folk-rock-tango pero todo dentro de un tono alegre.
Su tercer disco grabado entre Enero y Febrero de 2013, Magma Elemental, les permitió sonar donde nunca habían sonado y crecer en popularidad notablemente al punto de realizar la presentación del mismo en el mítico Luna Park en Agosto de este año.
Magma Elemental cuenta con la participación de Adrián Dargelos en “El Fantasma”, Moreno Veloso en “Rendición” y Pablo Dacal en “La Ronda”, este último uno de los temas mas escuchados y que más sonaron en radios junto a “Tataralí”. Aunque si tengo que quedarme con una de las trece piezas elijo a la relajada “Revolución”.
Sorprendentemente Onda Vaga tuvo buena repercusión también a miles de kilómetros de Sudamérica, en Japón, Germán Cohen explicó en una entrevista de hace un par de meses las claves para este fenómeno: “Hay dos factores: uno que me parece que nuestra música está buena y la gente la entiende, aunque no entiendan las letras que es algo muy fuerte en nuestra composición, pero la música es entendible, al menos para el cuerpo de la gente. Por otro lado dio la casualidad que hay un tipo, dueño de un sello independiente muy chico, que nos editó el último disco allá y un compilado de los dos anteriores, y evidentemente sabe cómo hacer las cosas, laburan de una manera muy… japonesa. Muy organizado. Y funciona.”
F.V.