Buddy Guy – I Left My Blues in San Francisco (1967)

Buddy Guy - I Left My Blues in San Francisco (1967)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. Keep It to Myself: 8,5
  2. Crazy Love: 7
  3. I Suffer With the Blues: 9
  4. When My Left Eye Jumps: 8
  5. Buddy’s Groove: 9
  6. Goin’ Home: 8,5
  7. She Suits Me to a Tee: 8,5
  8. Leave My Girl Alone: 9
  9. Too Many Ways: 7,5
  10. Mother-in-Law Blues: 8
  11. Every Girl I See: 8

Admirado por grandes, como Eric Clapton que alguna vez dijo: “Para mi es por lejos y sin dudas es el mejor guitarrista vivo. Significó para mi lo que Elvis para otros”, Buddy Guy es una leyenda viviente y un icono del blues. Sin su influencia muchos de los solos de guitarra que luego escuchamos en Clapton, Hendrix, Stevie Ray Vaughan, entre otros no hubiesen existido.

George “Buddy” Guy nació y se crió en Lettsworth, Louisiana. Aprendió a tocar la guitarra gracias a un “Diddley Bow”, que es un instrumento de cuerda estadounidense originario de África construido en su caseramente en su hogar.

A comienzos de los cincuenta comenzó a grabar demos y se mudaría a Chicago persiguiendo su sueño, donde llegó a tocar con Muddy Waters y gracias a su estilo único para tocar la guitarra lograría fichar para “Chess Records”, que contaba en su catálogo a los mejores artistas de blues y rock and roll.

Lo curioso es que solo después de diez años de grabar para este sello como sesionista, saldría a la venta su primer registro de estudio individual, I Left My Blues in San Francisco (1967), debido a que los hermanos Chess, propietarios de la discográfico, consideraban su trabajo demasiado crudo y ruidoso y según ellos nadie quería escuchar ese ruido, algo que lo frustraba demasiado.

I Left My Blues in San Francisco fue un disco de puro blues con cosas de soul y orquestaciones, donde lógicamente sus particulares y agresivos riffs son los principales protagonistas, incluyendo grandes temas como “Keep It to Myself”, “I Suffer With the Blues”, “Buddy’s Groove”, “Goin’ Home”, “She Suits Me to a Tee” y “Leave My Girl Alone”.

Este virtuoso guitarrista lideró la segunda generación de bluseros de Chicago y es uno de los pocos sobrevivientes de aquellos años de gloria, donde el blues se sentía en la sangre y generaba todo tipo de pasiones, sobre su primer contacto con el blues Buddy explicaría esta curiosa historia en una entrevista hace unos años: “Nací en el campo y mis padres se dedicaban a plantar granos. No supe qué era una radio hasta que tuve entre 14 y 16 años. Antes de eso, me dedicaba a deshacer la tela metálica de la ventana de mi mamá. Dígase de paso que esa ventana era el único acondicionador de aire que podíamos tener en Louisiana, ya que no había electricidad como para poner un ventilador. Y allá hay mosquitos tan grandes que pueden llevarte en andas. Así que, como te decía, sacaba el alambre e intentaba hacerme una guitarra con eso. Y mi hermana me decía: «Ya que estás haciendo que nos coman vivos los mosquitos, saca algún provecho de eso.» Lo intenté, y finalmente logré ayudarlos.”

F.V.

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