Top Ten de Kiss:
- Black Diamond
- Detroit Rock City
- God of Thunder
- Rock & Roll All Night
- I Was Made For Lovin’ You
- Beth
- Hard Luck Woman
- God Gave Rock & Roll to You
- Calling Dr. Love
- Love Gun
Piro
Top Ten de Kiss:
Piro
Puntaje del Disco: 9
El estilo experimental y el éxito de Summerteeth sería revalidado años más tarde por Wilco con su próximo disco: Yankee Hotel Foxtrot. Sin embargo, varios inconvenientes tuvo que superar la banda para que este nuevo trabajo se transforme en una realidad.
En primer lugar, durante las grabaciones del disco crecerían las tensiones internas del grupo, principalmente entre Jay Bennett (guitarrista y tecladista) y el resto, lo cual terminaría con la salida del meticuloso Bennett de Wilco. Además, a la hora del lanzamiento de Yankee Hotel Foxtrot, Reprise Records (una de las subsidiarias de Time Warner) lo rechazaría alegando que “no era comercial”. Wilco tendría que comprar sus grabaciones por 50000 dolares y permitiría la descarga del disco en su página web. Solucionado el asunto, este trabajo logró cosechar muchos elogios de la crítica y permitió que Wilco gane nuevos adeptos.
Yankee Hotel Foxtrot es un disco en el que Wilco acentúa el rumbo artístico que incursionaría a partir de Summerteeth. Jay Bennett junto a Jeff Tweedy terminan de hacer la vuelta de tuerca experimental de Wilco. Esta faceta experimental del grupo significó que Yankee Hotel Foxtrot siga una línea: canciones pop escritas por Jeff Tweedy que pierden el hilo con los arreglos que intencionalmente Wilco coloca para que suenen “anormales”. Es decir, la banda experimenta, o mejor dicho, se las ingenia para sus temas sean algo novedoso cuando en realidad se trata de canciones más bien simples. Este método puede embarrar los temas como sucede en “Reservations”, al cual le sobran 4 minutos.
Sin embargo, estas canciones simples y con su estilo atípico a la vez tienen algo para disfrutar, aunque en su mayoría resultan menos jugosas que los clásicos de Summerteeth. Salvando a “I Am Trying To Break Your Heart”, una canción mágica donde la formula de Wilco en los arreglos funciona, desde su percusión hasta su teclado. Logra acaparar la atención a pesar de su duración (casi 7 minutos) en todo momento, incluso en su desdibujado final a lo “Heroin” de la Velvet Underground.
El resto de los cortes no alcanzan el mismo nivel pero son ciertamente muy buenos, destacándose: “Kamera”, adorable por su guitarra acústica y alegre melodía; “War On War” es atrayente por sus encantador estribillo y al tratarse de una canción que se remite al episodio del 11 de septiembre que cambio al mundo; “I’m The Man Who Loves You”, muy disfrutable con su particular rock a lo Stone.
Con todas sus virtudes y desaciertos, Yankee Hotel Foxtrot se transformaría en su trabajo más vendido y lo ayudaría a Wilco a ser bien considerado y catalogado como los “Radiohead Americanos”.
Persy
Puntaje del Disco: 8
Cuesta encasillar a The Polyphonic Spree dentro de algún estilo particular o compararlo con algún otro grupo, tienen un estilo bastante particular e interesante, ellos mismos se describen como “sinfonía coral de rock”. Oriundos de Dallas, Texas lo integran 10 coristas, un par de tecladistas, un percusionista, baterista, bajista, guitarrista, flautista, trompetista, trombonista, violinista, arpista, entre otros instrumentos comandados por el cantante principal y fundador de la banda a finales de los noventa Tim DeLaughter.
The Beginning Stages of… (2002) fue su álbum debut, aclamado por la critica especializada. The Polyphonic Spree crearon la más eufórica y optimista música imaginable basándose en la orquesta que lo acompaña, evocando por momentos a bandas como Spiritualized y The Flaming Lips y aunque el disco cuenta con momentos difíciles de digerir como los 36 minutos de “A Long Day” en general es un muy buen trabajo debut destacándose “Have a Day/Celebratory”, “Soldier Girl”, “Hanging Around the Day, Pt. 2” y la psicodélica “Middle of the Day”.
Con su siguiente trabajo Together We’re Heavy afianzaría su lugar ganado en la escena alternativa actual y continuara sorprendiendo con canciones sinfónicas de alto calibre ideales para bajar un cambio disfrutando de algún momento relajado y de paz. Y no tan recomendables para aquellos que solo buscan hits pegasos o para los que amantes de los sonidos poderosos y el rock pesado.
F.V.
Discos tan malos como los que se pudieron ver y escuchar son los que te hacen llorar, replantearte tu existencia y hasta sensibilizan tu alma. En otras palabras, en los casos más extremos pueden transformarte en un emo… Bueno no, pero son horribles igual. Un doble cero.
Si esto te parecio lastimoso y borchornoso no te pierdas el siguiente compilado de las peores tapas de CDs jamas hechos:
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=WtMn9KixzV8]
Próximamente en el Persi Music, para cerrar el año en diciembre estaremos publicando los mejores 10 discos del 2009.
Puntaje del Disco: 1,5
Existen porquerías inadmisibles en la historia del rock y Lou Reed, como todo músico, habrá tenido también discos malos en su carrera. Pero estoy seguro que ninguno es tan perturbante e irritante como Metal Machine Music.
Metal Machine Music es sin dudas el peor cáncer que compuso Lou Reed en su vida. Es francamente inaguantable. Pero la existencia de semejante bochorno tiene una causa. Al parecer Reed estaba peleado con su compañía discográfica porque lo presionaba para que componga un nuevo trabajo como Transformer. Lou Reed les había regalado un álbum netamente comercial como Sally Can’t Dance para complacerlos. Sin embargo, la discográfica no estaba satisfecha. Por eso Lou Reed los mandó literalmente “a la mierda” produciendo un trabajo provocativamente espantoso como respuesta.
Si se preguntan por qué es tan repulsivo Metal Machine Music la respuesta es muy simple: no hay melodías, no hay vocales, no hay una instrumentación interesante, no hay absolutamente nada atractivo. Con escuchar su primer minuto es suficiente para saber de que se trata íntegramente el disco. Metal Machine Music son más de 60 minutos de ruido y más ruido generados por un par de guitarras distorsionadas que no hacen más que atrofiarte los oídos. Es un conjunto de disonancias y zumbidos muy prolongados que resultan más molestos y perversos que escuchar el camión de la basura y el Kohinoor de tu casa sonando al mismo tiempo.
El disco está dividido en cuatro partes, todas musicalmente (?) iguales. Para diferenciarlas voy a describir las sensaciones que uno siente al oír cada una de ellas: en la primera parte, te preguntas qué es lo que estas escuchando y te dan ganas de cambiarlo como máximo al minuto y medio; si sos valiente y llegas a la segunda parte, el ruido va a empezar a atormentarte los tímpanos; la tercera parte es la mejor por una razón: te termina de aniquilar física y mentalmente (por eso le puse un 2 de puntaje); en el cuarto tramo, te das cuenta que seguis vivo y que tu paciencia esta más allá del bien y del mal, porque el ruido sigue sonando igual a todo lo que venías escuchando antes.
Si ahora se preguntan por qué no le puse un cero redondo, esto se debe a dos razones: 1) el contenido de Metal Machine Music es mejor que cualquier disco de cumbia villera; 2) Lou Reed demostró tener las agallas necesarias para lanzarlo y aún así no perder su prestigio como músico (se nota que Metal Machine Music fue adrede).
Respecto al disco Lou Reed dijo que no conocía a nadie que lo haya escuchado entero salvo él mismo. También dijo que el que llega a la cuarta parte es más tonto que él. Así que si lo quieren escuchar ya están advertidos. Yo fui más estupido que Lou Reed.
Persy
Puntaje del Disco: 5
Hacia 1981 Queen se consagraba como una de las grandes bandas de estadio luego de los multitudinarios mega conciertos que ofrecieron en la gira por América Latina, que incluyó a países como la Argentina, Brasil y México. Se calcula que más de 479.000 personas disfrutaron de dichas presentaciones en vivo. La gran popularidad de Queen también había llevado a que grabaran en aquel año el disco Flash Gordon como soundtrack para la película de ciencia ficción de igual nombre.
Si bien los ochenta habían comenzado de manera auspiciosa para Queen, los renovados sonidos de la década entrante repercutieron también en la música de la Reina. En 1982 se editó el que quizás sea uno de los menos logrados materiales de Queen: Hot Space. De tal magnitud fue la influencia que ejerció la escena musical de aquella época que la política de no utilizar sintetizadores quedó totalmente apartada y permitió que el álbum se basara prácticamente en el uso de los mismos.
Hot Space se caracteriza por apartarse del rock que venía ofreciendo la banda para darle lugar a la experimentación del dance, pop y especialmente dance. En “Staying Power” pueden notarse claramente los sintetizadores al punto que Deacon dejó el bajo para colaborar en guitarra con May. El siguiente track “Dancer” también se sustenta en los sintetizadores pero llama la atención por combinar el dance y ciertos toques de rock que rememoran a “Dragon Attack” de “The Game”.
Un ejemplo clásico de estas nuevas experiencias musicales por parte de Queen, se encuentra en “Body Language”, un tema que no utiliza la guitarra y se aparta totalmente del estilo rockero del grupo. La poca ropa de las participantes del video y la sugestiva letra hicieron que éste se convirtiese en el primer video censurado por la MTV.
La segunda parte del álbum intenta retomar los sonidos tradicionales del grupo como puede apreciarse en “Put Out the FIre”. Luego “Life is Real (Song for Lennon)”, como su nombre lo indica, es un tributo al gran Beatle en el cual se hacen referencia a algunas de sus canciones como solista tales como “(Just Like) Starting Over” y “Beautiful Boy”. Otra mención a acontecimientos sucedidos por aquellos años ochenta (además del asesinato de Lennon en 1980), se destaca en “Las Palabras de Amor”. Esta canción, compuesta por Brian May y que se inspira en el conflicto bélico de las islas Malvinas, surgió como respuesta a la gran relación que la banda había entablado con el público sudamericano.
El disco cierra con el inolvidable clásico “Under Preassure”, editado en colaboración con David Bowie durante las jornadas de grabación en Suiza. La magnífica línea del bajo y la impronta de Bowie hacen que Hot Space sea recordado simplemente por este gran tema.
Piro
Puntaje del Disco: 3
Simplemente hay adjetivos buenos y malos para clasificar determinadas cosas. En este caso, todos los adjetivos malos no alcanza a la hora de expresar lo que uno siente cuando escucha algo tan malo como el disco de covers de los Guns N’ Roses: The Spaghetti Incident?.
Si uno se pone a reflexionar y ve la imagen puesta de Axel Rose, para abrir este festival de discos malos, se puede dar cuenta que quedo así seguramente por la agresión de un fanático hacia él con una bate de béisbol, después de escuchar este material discográfico. Como también se puede hacer alusión que efectivamente la droga te hace mal, como le sucedió a un buen guitarrista dentro de todo como lo es Slash, que de tanto consumir le termino afectando el sentido auditivo de la buena música. Hasta podríamos llegar a decir que es mejor “Get the Fuck Out” de Skid row, que cualquiera cosa semejante a la que incluye este CD.
El análisis de este material, lo voy a hacer desde abajo hacia arriba, para dejar dentro de todo lo mejor para el final.
Comienza con “I Don’t Care About You”, un tema que literalmente te atrofia los oídos (es acá cuando uno piensa, menos mal que se separaron). También en esta categoría de mediocridad podemos sumar a “Atittude”, donde parece que se esta escuchando una banda cover trucha de Green day, intentando llegar a un punk rock de 1:30 minutos, provocando que los Sex Pistols y Los Ramones los quieran enterrar vivos; tampoco hay que olvidarse de “Raw power”, que vulgarmente se podría considerar como “Atittude” pero por mas tiempo y con un teclado de fondo, que tiene menos sentido que la convocatoria de algún jugador de River de la actualidad a la selección.
Luego podemos seguir el análisis dividiéndolo en tres grupos: lo malo, lo mas o menos y lo bueno (dentro de todo).
En lo malo pondríamos a “Back Leather”, donde la voz de Axel parece atrofiada por una manguera de bombero, con unos “uhhh” de fondo en ciertas notas vocales llegando a un nivel de homosexualidad cercano al de Dido; y también a “Ain’t It Fun”, que en un principio se puede pensar que estamos en presencia de un buen tema, por la introducción de Slash. Pero llegando al estribillo se empieza a distorsionar, y ya en el mismo estribillo es donde uno se da cuenta que le robaron a mano armada a la hora de comprar este CD.
Dentro del grupo de mas o menos, encontramos a “Down of the Farm” y “You Can’t Put Your Arms Around a Memory”, el cual empieza como algo country, trasladando el tema a un rock blues previamente al estribillo, donde busca a través de quintas sostenidas, volver al sonido clásico de los Guns, aunque nunca puede alcanzar un nivel medianamente aceptable, a pesar que es un “temon” para lo que es el disco.
Por fin se podría decir que llegamos a algo satisfactorio, el grupo de lo “bueno”. En primer lugar hay que nombrar a “Hair of the Dog”, que dentro de lo penoso que es este disco, es de lo mejor. Compuesto por un riff de guitarra constante en la gran mayoría del tema, utilizando talvox, simulador de voz, en el solo de guitarra, intentando algo de variedad y de producción. Luego viene “Buick MacKane”, donde se podría decir que junto con “Hair of the Dog”, pudieron lograr 7 minutos de no sufrimiento sin que él que escucha no se quiera suicidar, pero sin alcanzar un nivel súper aceptable. Por ultimo, el mejor tema de The Spaghetti Incident?, “Since I Don’t Hace You”, el cual luego se pondría en el disco de los grandes éxitos.
Para finalizar, quiero decir que esta es una mancha muy negra, como lo es toda su actualidad, de lo que fueron los Guns N’ Roses en la historia de la música, dentro del genero de hard rock de los 80.
Luquitas Bonjo
Puntaje del Disco: 4,5
Es difícil que un gran artista con la carrera prolífica y de tantos años como Iggy Pop no tenga algún que otro muerto en el placard. En su caso particular no se entiende demasiado como después de recuperarse de unos discos olvidables en los años ochenta, que solo le dejaron como saldo favorable un clásico como “Real Wild Child (Wild One)” en un disco flojo como Blah Blah Blah, volvería a caer en trabajos flojos nuevamente.
Para principios de los noventa la iguana parecía haber recuperado la forma con dos grandes lanzamientos Brick by Brick (1990) y American Caesar (1993) que lo volvieron a posicionar en la escena musical. Pero Naughty Little Doggie (1996) y en particular Avenue B (1999) volverían a mostrarlo desencajado y sin lucidez tanto lírica como musicalmente. Avenue B no funciona. parecería no encontrar la nota correcta en ningún momento con algunas canciones verdaderamente difíciles de definir como “Nazi Girlfriend”, “Long Distance”, “I Felt the Luxury” y “Español”, con Iggy tratando de cantar en español, sin este detalle pintoresco el tema no seria tan malo. Se salvan unas pocas canciones como el cover de Johnny Kidd & the Pirates “Shakin’ All Over”, “Avenue B” y “Corruption”. Otra canción para mencionar es la monótona “Miss Argentina”, dedicada a una novia que tenia Pop por estas tierras.
Lo único bueno que pudo sacar el viejo Iggy como conclusión con Avenue B, es que debe haber comprendido que camino no seguir para sus siguientes incursiones musicales ante el fracaso que significo el álbum y las críticas muy desfavorables que cosechó.
F.V.
Puntaje del Disco: 5,5
Los Rolling Stones no pudieron escapar a la confusión musical de los ochenta y editaron en Marzo de 1986 su disco más flojo hasta el momento Diry Work.
El disco contó con una acotada colaboración de Mick Jagger que estaba abocado a su carrera solista y fue acusado por la banda de guardarse sus mejores canciones, Mick había editado She’s The Boss (1985) al que le seguirían Primitive Cool (1987) y Wandering Spirit (1993).
Esta situación tensaba aun mas la relación conflictiva entre Jagger y Richards que no pasaba por su mejor momento y hacia vislumbrar una ruptura en cualquier momento, prueba de esto es que solo tres de las canciones fueron acreditadas a Jagger/Richards, la menor cantidad desde Out of Our Heads de 1965.
Dirty Work contó con varias colaboraciones, la mas ilustre la de Jimmy Page en el mejor tema del álbum “One Hit (to the Body)», en «Key to the Highway» Ian Stewart pianista y miembro extraoficial de la banda quien falleciera poco después de terminar sus grabaciones y en “Harlem Shuffle” aparecería Tom Waits en coros.
El disco a pesar de tener buenos pasajes como las ya mencionadas “One Hit (to the Body) , “Harlem Shuffle” y “Winning Ugly” en su inmensa mayoría las canciones están fuera de foco dejando en claro los problemas internos en la banda y demostrando que hasta un grupo del calibre de los Stones también puede tener un trabajo olvidable como Dirty Work.
F.V.
Puntaje del Disco: 4
Cuando una banda se encuentra en plena decadencia es muy común que se editen compilados de sus mejores temas y numerosos discos en vivo. En algunos casos también componen trabajos en los cuales hacen su mejor esfuerzo para demostrar que siguen vigentes. Los Kinks forman parte de este tipo de grupos. Su éxito en los sesenta y en parte de los setenta ya los había abandonado. Eran un dinosaurio británico que estaba muy lejos de ser la sensación del momento. Lamentablemente, Los Kinks decidieron terminar de dilapidar su existencia publicando Phobia en la década de los noventa, posiblemente el peor álbum de su carrera, realmente paupérrimo, un claro ejemplo de lo que no debe hacer una banda por diversos motivos.
En primer lugar, por alguna razón los Kinks tuvieron la ridícula idea de llenar su música con un estilo heavy, pero un estilo tipo heavymetalero muy patético. La guitarra de Dave Davies suena superpesada, cargando de un sonido que no les pertenece a las canciones y su hermano Ray por momentos pone la voz ronca como si eso lo hiciera un hardrocker malo de los ochenta. Penoso.
La segunda razón por la cuál Phobia es tétrico se debe a que Ray Davies de un día para el otro perdió por completo su capacidad para componer buenos temas. El tipo es un genio, uno de los mejores compositores que escuche, pero su decadencia en este álbum es notoria. No se le cae una sola idea.
El tercer problema es que son 15 condenadas canciones, la mayoría de cuatro a seis minutos de duración. Por lo tanto hay que aguantar a Phobia durante más de una hora. Toda una prueba de fuego.
En Phobia podemos catalogar los temas en diferentes tipos de acuerdo a su nivel: aquellos que inesperadamente se salvan, los cortes mediocres descartables y las inmundicias insoslayables.
Dentro de los que sobreviven a esta pesadilla se encuentran cosas como: “Wall Of Fire” que viene a ser un rocker tirando a decente y simultáneamente es una ilusión óptica de lo que nos espera por ser el primer corte del disco; y “Somebody Stole My Car”, un número simplemente divertido.
Por otro lado, entre los cortes malos que no son atrocidades están principalmente las insulsas baladas del disco, como por ejemplo “Still Searching” y “Only A Dream”. Esta última es una replica de “Tangled Up in Blue”, un robo a Dylan que demuestra su falta de inventiva.
Pasemos al último pelotón: los infernales indeseados. Hay porquerías de todo tipo, pero tres temas en particular me llaman la atención, porque que son realmente ofensivos y lastimosos para desgracia de los Kinks: “Phobia”, “It’s Alright (Don’t Think About It)” y “Babies”. “Phobia” intenta rockear tomando los resabios más abominables de los ochenta, mientras que “It’s Alright (Don’t Think About It)” parece una versión pedorra y desmejorada de Aerosmith. “Babies” no se queda atrás, es una tentativa de hit muy grotesco en el que te dan ganas de pegarle un tiro a Ray Davies cada vez que dice “Maaamaaa”. Es triste pero cada vez que los escucho me hacen llorar de la risa por lo malos que son. Pero lo más alarmante es que cada vez que repaso al álbum menos me gusta. Así que prefiero parar ahora antes de seguir destruyendo a los Kinks.
Persy