Puntaje del Disco: 9
- Nectar: 8,5
- Tyed: 8,5
- Sweet, Sweet Man Pt. 1: –
- Whiskey and Water: 9,5
- Blood: 7
- City Sickness: 9
- Patchwork: 7,5
- Marbles: 8,5
- The Walt Blues: –
- Milky Teeth: 9
- Sweet, Sweet Man Pt. 2: 8
- Jism: 8,5
- Piano Song: 8
- Tie-Dye: 8,5
- Raindrops: 8,5
- Sweet, Sweet Man Pt. 3: 8,5
- Her: 9
- Tea Stain: 6,5
- Drunk Tank: 8
- Paco de Renaldo’s Dream: 9
- The Not Knowing: 9
Formados a comienzos de la prolífera década del noventa, en materia musical, en la ciudad británica de Nottingham Tindersticks recibió desde el comienzo una espléndida acogida por parte de la crítica especializada.
El sonido entre elegante y alternativo del grupo tiene su sello distintivo en la profunda voz de barítono de su vocalista y líder Stuart Staples, con toques tan particulares que sorprenderían a cualquiera que nunca lo escuchara antes, emulando por momentos a Nick Cave o Ian Curtis pero con una imponente y oscura voz difícil de igualar. Otra pieza clave en el sonido tan particular de Tindersticks es lo que aporta el guitarrista Dickson Hinchliffe con guitarras podridas en algunos casos y en otros tocando una gran variedad de instrumentos que contribuyen al sonido ecléctico del grupo. Entre ellos están el piano, violín, trompeta y órgano Hammond.
Su disco debut Tindersticks I (1993) tubo bastante repercusión en el Reino Unido señalado como disco del año por la prestigiosa revista Melody Maker y como uno de los debuts musicales mas prometedores de la epoca. La atmosfera densa que se percibe durante los 21 tracks (buen numero para un disco inicial) alcanza su mejor momento en temas como “Whiskey and Water”, “Raindrops”, “Milky Teeth”, “Her”, “The Not Knowing” por solo nombrar algunos en un álbum bastante parejo y consistente.
La música y las letras de Tindersticks son tan particulares como su carrera, actualmente cuentan con ocho discos y tienen su base de seguidores pero es difícil aspirar que alcancen al gran público y seguramente es algo que tampoco busquen y se sientan cómodos en la categoría de banda de culto y para determinadas elite. El mismo Staples afirmaba en una entrevista reciente acerca del estilo de la banda lo siguiente: “Hacer buenas canciones, componer música hermosa, transmitir credibilidad a lo que cantas. Y hacer todo eso con una producción y un vestido sonoro realmente exquisito y cuidado. No está bien que lo diga yo mismo, pero estoy convencido de que los Tindersticks son sinónimo de una manera de hacer y degustar música muy específica. Quiero decir, que más allá de que yo puedo componer unas melodías así o asá, existe detrás un trabajo de arreglos y de instrumentación en directo que nos convierte en un producto no sólo inclasificable sino casi único».
F.V.
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