Gustavo Santaolalla – Santaolalla (1982)

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Puntaje del Disco: 8

  1. Vasudeva: 8.5
  2. No te hagas rogar: 8
  3. María de los Angeles: 7
  4. Si me llaman por teléfono no estoy: 7
  5. Hilda y el hermano: 7
  6. Ando rodando: 9
  7. Mamá, amigos, tengo una TV color: 8
  8. Sé que va a salir el sol: 7.5
  9. A través de tí: 8
  10. Compañeros del sendero: 7.5
  11. Hasta el día en que vuelvas: 8

Conocido por las jóvenes generaciones por ser aquel argentino que se alzó con dos Premios de la Academia de Hollywood por sus composiciones en diversas películas, Gustavo Santaolalla encarna la historia de un músico que ha trascendido las fronteras geográficas del rock nacional. En la década del setenta cuando en la Argentina se vivían momentos muy críticos, Santaolalla encontró refugio en Los Angeles, donde con su talento empezó a dar las primeras aproximaciones del rock en español en el mercado estadounidense.

De adolescente Santaolalla formó el grupo Arco Iris con el que grabó algunos discos de corte folkórico y tiempo más tarde, junto a Alejandro Lerner como pianista, dio vida a Soluna. Por entonces entabló una fuerte amistad con León Gieco, a quien ayudó en la producción de “De Usuahia a la Quiaca” y “Pensar en Nada” de 1980. En 1982 Gustavo retornó a la Argentina y produjo su primer material solista. Titulado simplemente con su apellido, “Santaolalla” marcó un quiebre en el rock nacional ya que era uno de los primeros discos bailables. Luego “Clics Modernos” de Charly García reafirmaría esta tendencia que se desarrolló en la década democrática argentina.

Willy Iturry en batería, Alfredo Toth en bajo y Alejandro Lernen en piano acompañaron a Gustavo en este interesante e innovador disco. Como haciendo un pequeño homenaje a sus años en Arco Iris, “Vasudeva” abre el disco, siendo el único del repertorio de la etapa previa de Santaolalla. “No te hagas rogar” en cambio, pasa al ritmo más bailable que luego adaptarían bandas como Virus. Se combinan también un poco de chacarera y folklore, típicos en las raíces del autor y se destacan “Mamá, amigos tengo una TV color” que incluye un ligero acorde de “Day Tripper” y “Ando Rodando”, un maravilloso tema para andar por ahí al ritmo del rock.

“Santaolalla” significó el primer paso como solista de este aclamado compositor y productor y se transformó en uno de los discos fundamentales de la música nacional.

Piro

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Nick Cave & the Bad Seeds – Kicking Against the Pricks (1986)

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Muddy Water: 8
  2. I’m Gonna Kill That Woman: 8,5
  3. Sleeping Annaleah: 7
  4. Long Black Veil: 8
  5. Hey Joe: 9
  6. The Singer (a.k.a. The Folksinger): 8,5
  7. Black Betty: 6
  8. Running Scared: 7
  9. All Tomorrow’s Parties: 7,5
  10. By the Time I Get to Phoenix: 8
  11. The Hammer Song: 7
  12. Something’s Gotten Hold of My Heart: 7,5
  13. Jesus Met the Woman at the Well: 6,5
  14. The Carnival Is Over: 7,5

Kicking Against the Pricks (1986) tercer álbum de Nick Cave and the Bad Seeds tiene varios puntos distintivos que lo distinguen de otros trabajos de este notable cantante australiano. En primer lugar es un disco de covers, las 14 canciones son versiones de temas algunos de artistas más reconocidos y otros ignotos. Entre los reconocibles encontramos versiones de “I’m Gonna Kill That Woman” de John Lee Hooker, una oscura “Hey Joe” tema que popularizo Jimi Hendrix, “The Singer” del legendario Johnny Cash y “All Tomorrow’s Parties” del gran Lou Reed.

Otro punto importante en Kicking Against the Pricks es el debut como integrante del baterista Thomas Wydler un miembro clave en los Seeds de aquí en mas, que ayudaría a consolidar el sonido y darle una explosión al grupo que antes no tenia.

La buena selección de los temas que versionaron les permitieron moverse desde el rock alternativo, clásico, blues y hasta pasajes de pop, donde la soberbia voz de Cave logra destacarse aun mas especialmente en «Something’s Gotten Hold of My Heart».

Particularmente el artista más presente y que mayor admiración le causaba a Nick era la figura de Johny Cash. Además de la anteriormente citada “The Singer” también forman parte del disco otros dos temas que popularizo Cash a pesar de no ser composiciones propias como “Muddy Waters” y “Long Black Veil”. Esta admiración se vería plasmada años mas tardes mas precisamente en 1998 cuando Cash le propuso cantar con el, la elegida fue “I’m So Lonesome I Could Cry” de Hank Williams. Nick, espero tan sólo una hora en los estudios, cuando llegó el maestro, el cansancio y la enfermedad eran evidentes en sus movimientos y un fuerte sentimiento entre admiración, respeto y tristeza le invadió. Pero Cash, como siempre, con esa gran generosidad que desprende lo hizo sentir cómodo y en su casa, Nick le sugirió la canción de Hank Williams, a lo que Cash respondió «Vamos allá Nick…» la banda encendió los motores y grabaron las tomas pertinentes.

F.V.

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