The Magic Numbers – Those the Brokes (2006)

Puntaje del Disco: 7

  1. This Is a Song: 7,5
  2. You Never Had It: 8,5
  3. Take a Chance: 8,5
  4. Carl’s Song: 6
  5. Boy: 6,5
  6. Undecided: 8
  7. Slow Down (The Way It Goes): 7
  8. Most of the Time: 7
  9. Take Me or Leave Me: 7,5
  10. Let Somebody In: 6
  11. Runnin’ Out: 7
  12. All I See: 6,5
  13. Goodnight: 7

El Indie rock que domino la escena musical en los últimos años se expandió en diversas ramas y variantes. Dentro del ala más pop y tranquila The Magic Numbers supo ganarse un lugar de privilegio a base a bellas composiciones, melodías encantadoras y coros con cierta añoranza hacia bandas folk de décadas pasadas como The Mamas & The Papas, una verdadera bocanada de aire fresco entre tantas guitarras distorsionadas y garage rock reinante.

Su interesante disco debut les abrió las puertas a presentaciones por todo Europa durante el verano del 2006. Al finalizar dicha gira el grupo ya tenia listo para otoño de ese año su esperada secuela Those the Brokes. Con este nuevo material el grupo compuesto por los hermanos Stodart y Gannon, profundizo lo que tanto se les había elogiado en su anterior trabajo, si temas como “Forever Lost” y “Mornings Eleven” lograron conmoverte y llegarte al corazón en Those the Brokes vas a tener bastante para estar satisfecho. Esta vez son “This Is a Song “, “You Never Had It”, “Take a Chance” y “Undecided” los que remiten a esas formulas del pop hippy y acústico.

Las armonías vocales que alcanzan los hermanos Stodart vuelven a ser un punto fuerte en el álbum, por momentos cansan por repetitivos y la larga duración de algunos tracks, pero en otros logran arrancarte una sonrisa por la falta de grupos de este estilo tan dulce y gentil.

Para promocionarlo el grupo se embarco en una gira más ambiciosa que la del año anterior presentándose en toda Inglaterra, en el festival de Glastonbury en 2007 con buenas críticas y teniendo el privilegio de taloneara a nada mas y nada menos que una de las leyendas vivientes del rock británico The Who.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Attaque 77 – El Cielo Puede Esperar (1990)

attaque-77-el-cielo-puede-esperar-1990-7518349

Puntaje del Disco: 6,5

  1. El Cielo Puede Esperar: 8
  2. Más de un Millón: 6,5
  3. Tiempo Para Estar: 5
  4. Solo Por Placer: 5
  5. Vuelve a Casa: 5,5
  6. Espadas y Serpientes: 8,5
  7. Un Momento de Meditación: 5
  8. Hacelo por Mí: 9
  9. No Te Pudiste Aguantar: 6,5
  10. Donde las Águilas se Atreven: 7,5

Todavía mediocre, pero con algunas mejoras respecto de su álbum debut. Muchos fans de Attaque 77 valoran a El Cielo Puede Esperar por poseer algunos de los temas más conocidos del grupo y por tratarse del primer disco con Ciro Pertusi como cantante tras la salida de su hermano Federico por problemas con el alcohol.

Para el seguidor acérrimo será importante, pero lo cierto es que esencialmente el álbum es casí tan flojo como su predecesor. Punk monótono, primitivo y totalmente intrascendente que fluye a lo largo de su trabajo. Sin embargo, lo que lo diferencia respecto de Dulce Navidad, es que hay (algunas) mejores melodías. Tal es así que llegaron a concebir el primer hit reconocido de su carrera: “Hacelo Por Mí”, un himno conocido de Attaque gracias al cual crecerían mucho en popularidad. Incluso fue el tema cortina del programa que conducía Mario Pergolini a principios de los noventa.

Pero no es el único tema rescatable, “Espadas y Serpientes” es muy buen corte, tiene una de las mejores melodías punk del álbum. La homónima “El Cielo Puede Esperar” y el single “Donde las Águilas se Atreven” tampoco están nada mal. Pero el resto son cortes de punk rock huecos como “Tiempo Para Estar”, “Solo Por Placer” y “Un Momento de Meditación” que no quedaran en la memoria de nadie.

Se denota un progreso en El Cielo Puede Esperar y ciertamente algunas canciones le dan valor al álbum. Pero lejos esta de ser una obra maestra punk. Es un disco hecho para los fans nostálgicos de Attaque más que para oyentes que busquen encontrar algo novedoso e interesante.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Fela Kuti – The ’69 Los Angeles sessions (1969)

Puntaje del Disco: 8

  1. My Lady Frustration: 9
  2. Viva Nigeria: 5,5
  3. Obe: 7
  4. Ako: 7
  5. Witchcraft: 8,5
  6. Wayo: 8
  7. Lover: 7,5
  8. Funky horn: 7
  9. Eko: 8
  10. This is Sad: 7,5

El más grande artista nacido en África. Eso es lo que Fela Kuti fue. Un artista sublime, con una capacidad para componer fabulosa y una inagotable creatividad. Inquieto, alegre e impredecible. Fela era un genio.

Oriundo de Abeokuta, de su país natal Nigeria, encontró la respuesta a sus ambiciones sonoras en la combinación de los ritmos autóctonos de su continente con el ya desarrollado sonido funk y jazz del otro lado del mundo. Experimentación y psicodelia. Esta fusión musical logró una sinergia de sonidos única, sin precedentes: el Afrobeat.

Fela Kuti es el abanderado del Afrobeat en el mundo, él lo creo y él lo expandió. Fela le mostró al mundo que África era la base de la humanidad, que la cultura era la salvación del continente y no tembló ni un poco al plantársele a todas las dictaduras de África en busca de la libertad para su pueblo (algo fundamental en su vida y en su carrera musical, que se desarrollará en otra ocasión en profundidad).

En esta grabación encontramos un «proto-Afrobeat»: las bases están, pero el pulido y el maravilloso resultado final se lograría años más tarde. Mencionado esto, el álbum no deja de ser muy bueno. Son diez temas (algo totalmente rarísimo, posteriormente sus discos no tendrían más de 4 temas) que no defraudan ni aburren en ningún momento, sino todo lo contrario: a la conjunción de una base (poli)rítmica avasallante basada en la percusión que Tony Allen le agrega, donde los beats son continuos, se suman los bajos como acompañantes, y Fela haría lo suyo con los teclados y los vientos. Todos tienen su debido momento en los temas, siempre conformando un groove constante.

«My lady frustration», el tema que abre el álbum, tal vez sea la más digna representación del sonido que Fela buscaba, con la hermosa monotonía de la percusión y los vientos irrumpiendo al frente. Este tema es el punto de inflexión en el sonido de Fela, es uno de los que surgieron en Los Angeles en 1969, en el resto encontramos versiones de la época de su anterior banda Koola Lobitos (1964 a 1968, aproximadamente), a la cual rebautizaría como Nigeria 70 para este álbum.

Y esas versiones distan del nivel de «My lady frustration», pero sin embargo encontramos grandes temas como «Witchcraft» o «Wayo», por ejemplo.

Por último, vuelvo a resaltar que es erróneo quedarse solamente con lo respecto a lo musical: Fela Kuti fue un ícono cultural de África, sólo superado por un tal Nelson Mandela. Su activismo y lucha por los derechos humanos lo coronarían como un prócer total para Nigeria y África en su totalidad.

Bari

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Ella es tan Cargosa – Ella es tan Cargosa (2007)

ellacargosa_refugio-9455468

Puntaje del Disco: 7

  1. Donde no van las melodías: 7
  2. Báilame: 7
  3. Llueve: 7
  4. Ni siquiera entre tus brazos: 8
  5. Chica de los ojos amarillos: 7
  6. Ex noche: 6
  7. Comodín: 6
  8. Enero: 7
  9. Refugio: 7.5
  10. Bellos años: 7
  11. No lejos: 6
  12. Carmen: 7

“(I Want You) She’s So Heavy” cantaban The Beatles y la frase fue el nombre que una banda argentina adoptó para identificarse. Ella es tan Cargosa se formó a mediados de 2000 cuando el guitarrista Miguel Puig, Rodrigo y  Mariano Manigot se unieron a Ido Baccega, Pablo Rojas y Guillermo Salinas.

Las primeras presentaciones fueron en la pizzería que Beccega poseía en la localidad bonaerense de Ituzaingó, interpretando temas como “Ya ni yiro” y “Ni Siquiera entre tus Brazos”. Al año siguiente la banda oriunda de Castelar amplió sus fronteras geográficas llegando a tocar en el bar Mitos Argentinos en el barrio de San Telmo. La crisis de 2001 truncó el crecimiento de la banda, que sin embargo se las ingenió para grabar algunas producciones independientes. La Costa Atlántica se convirtió en un importante foco de conjunción de fanáticos que le dieron al grupo el impulso que necesitaba. Finalmente en 2007 y tras sortear distintos obstáculos con las discográficas, en octubre se grabó el tan ansiado primer disco.

Titulado como la banda, el material está orientado al pop, con ciertos matices rockeros. El estilo del grupo podría definirse ente Los Tipitos y El Bordo, ya que sin llegar a ser netamente rollinga, las melodías son pegadizas y sencillas de escuchar como “Ni Siquiera en tus Brazos” que se transformó en el primer hit en sonar en las radios. El barrio, las amistades, los amores y demás temas cotidianos son el denominador común de las canciones que conforman este disco que obtuvo el reconocimiento a la mejor Banda Nueva en los Premios Gardel 2008 y fue elegida como revelación por los lectores de la revista Rolling Stone.

Piro

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Ozzy Osbourne – Blizzard of Ozz (1980)

Puntaje del Disco: 9

  1. I Don’t Know: 9
  2. Crazy Train: 9,5
  3. Goodbye to Romance: 8,5
  4. Dee: –
  5. Suicide Solution: 9
  6. Mr. Crowley: 10
  7. No Bone Movies: 7,5
  8. Revelation (Mother Eart): 8
  9. Steal Away (The Night): 7,5

A finales de los setentas, la carrera de Black Sabbath, agrupación inglesa primigenia del rock duro posteriormente conocido como heavy metal, sucumbía ante un bajón tanto musical como a nivel comercial. Después de entregarnos trabajos como “Master of Reality”, el magistral “Sabbath Bloody Sabbath” o “Sabotage” y después de la salida de este último pareciera que la creatividad del grupo se había acabado (casi) por completo. La banda arrastraba los excesos y el hartazgo físico, en especial Ozzy Osbourne quien en esos momentos se perdía en un cocktail de drogas y alcohol. Tanto la disquera como Tony Iommi decidieron ponerle un hasta aquí y despidiendo al vocalista se daba punto final a una etapa para la agrupación. Sin embargo para Ozzy fue lo mejor que le pudo haber pasado (sin saberlo él en esos momentos claro está).

Apoyado por su esposa Sharon, quien no solo lo saco del hoyo en el que el cantante se encontraba sino también lo motivo a formar una nueva banda; así el vocalista recluto a músicos de primer nivel entre ellos esa leyenda surgida de Quiet Riot llamado Randy Roads. Originalmente el grupo iba a llamarse Blizzard of Ozz (en honor al famoso libro) pero finalmente solo sería el título de este primer álbum.

Con un estilo neoclásico sobre todo gracias a la guitarra, el álbum se convirtió en todo un suceso que catapulto a Ozzy inmediatamente a las ligas mayores, y no es para menos pues a pesar de tener esa clara influencia black sabbathiana el virtuosismo de Randy en las seis cuerdas irremediablemente nos hace olvidar a Iommi y cia. La contúndete “I Don’t Know” (gran riff), la demoledora “Crazy Train”, ese corte tan soberbio (con esos solos y el intro de sintetizadores) llamado “Mr. Crowley” o el homenaje a Bon Scott (y fuente de problemas para Ozzy en el futuro) “Suicide Solution” se perfilan como lo más “heavy” del álbum. Sin embargo la baladesca “Goodbye to Romance” o la semiprogresiva “Revelation (Mother Earth)”, más ese interludio llamado «Dee» no desentonan para nada en este clásico absoluto del rock duro, básico en la carrera del “príncipe de las tinieblas”.

Mich

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Pearl Jam en Argentina – Estadio Único de La Plata (13/11/2011)

“Ole, ole, ole, ole, ole, ole, ola/ Ole, ole, ole, cada día te quiero más/ Yo soy de ‘Pearl Jam’/Es un sentimiento, no puedo parar!!!”. Canto de cancha, algo incoherente porque el publico se refirió a Pearl Jam como si fuera un equipo de futbol. O más bien un conjunto de amores. Lo que realmente es y demostró ser en el Estadio Único de La Plata: una pasión.

Y como tal, la procesión de fieles seguidores acompañó a sus ídolos de Seattle hacia una ciudad no preparada para este tipo de eventos como La Plata. Pero los obstáculos (embotellamientos y falta de estacionamientos) no detuvieron la marcha de la acérrima caravana.

La noche se presentaba apacible y las nubes se habían disipado para dejar entrever las primeras estrellas en el cielo de la Ciudad de La Plata. Un Estadio Único colmado de jóvenes expectantes por ver nuevamente a Pearl Jam en suelo argentino, era el marco ideal de lo que prometía ser una cita inolvidable.

Con algunos minutos de retraso que aumentaban la ansiedad del público, la banda norteamericana salió a escena con la suave y serena “Release”. Fueron cuestión de segundos para que toda la energía del grunge saliera a flote con “Go” y “Corduroy” dejando en claro lo que iba a ser Pearl Jam durante toda la noche: una aplanadora de velocidad y energía implacable que se comía sus propios clásicos, deglutiéndoselos y sacándoles el jugo al máximo con su potencia.

Una extensa explosión de rock con temas de Backspacer (“The Fixer”, “Amongst the Waves”) y clásicos como “Hail Hail” y una versión acelerada y brillante de “Given to Fly”, se sucedería con “Even Flow”, con solos de guitarra que sonaban en cada rincón del Estadio. Pero no todo era una vorágine de descontrol inusitado, el show también daba lugar a temas acústicos como “Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town” que eran igualmente bien recibidos por los expectantes, que a lo largo de todo el show vitoreaban e interactuaban constantemente con la banda con fervorosos coreos, cánticos, aplausos y las mayores expresiones de admiración. Una retribución a sus héroes por lo que estaban haciendo. Más los agradecimientos (en un castellano de mierda) con papel en mano de Eddie Vedder: “El estadio luce muy lindo, pero ustedes mejores”. Así se iría la primera parte del show, repasando diversos temas de su prolífica discografía, con “Jeremy” y “Porch” del legendario Ten haciendo el primer cierre con pura emoción.

Momentos después y tras una breve pausa, Vedder volvió al escenario y con guitarra acústica en mano, interpretó una hermosa versión de “Just Breath”, que sumó un condimento lacrimógeno cuando el cantante evocó a sus amigos de The Ramones haciendo “I Believe in Miracles”. Y este intervalo finalizaría con una combinación “rompe culos” entre “State Of Love And Trust” y “Blood”.

Segundo encore, lo mejor todavía no había pasado. “Smile” de No Code encaminaría el arranque, hasta que Eddie tomaría prestado un tema de Rogelio Waters: “Mother”, en una muy buena versión (justamente ayer anunciarían que el ex Pink Floyd tocaría gratis en la 9 de Julio). Y a partir de acá una catarata de clásicos que comenzó a conmover con “Black”, con todo el estadio acompañando con coros. Un momento sublime, al igual que la celebradísima “Better Man”. Y luego otro dueto de Ten, la demoledora “Why Go” junto a la suprema “Alive” que descocaba a todo terrestre con su estribillo y solo de guitarra. Pero eso no era todo, el himno de Neil Young “Rockin’ in the Free World” resonaría para que todos celebren cantando “Keep on Rocking in the free World!!!!!” una y otra vez. Ni los irrespetuosos organizadores que encenderían las luces antes de tiempo los detendrían. Pearl Jam se despediría definitivamente interpretando “Yellow Ledbetter” (que incluyó intervalos de “Little Wing”) con Vedder sentado sobre el escenario e incluso bajando con sus compinches.

Qué gran noche. Inolvidable, una de los mejores recitales que presenciamos. Una verdadera lección de cómo debe ser un concierto y cómo debe sonar una banda en vivo. Tocaron casi 3 horas, más de 30 temas, nunca perdiendo el ritmo, ni la actitud y respondiendo a su gente con el mismo entusiasmo que le demostraban. Incluso cuando terminaron de interpretar “Yellow Ledbetter” parecía que tenían ganas de más. Una banda hecha y derecha en suelo argentino. Una pasión: Pearl Jam.

Piro/Persy

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 5)

The Charlatans – Us and Us Only (1999)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. Forever: 8
  2. Good Witch/Bad Witch: 8,5
  3. Impossible: 8
  4. The Blonde Waltz: 8,5
  5. A House Is Not a Home: 9,5
  6. Senses (Angel On My Shoulder): 9
  7. My Beautiful Friend: 8,5
  8. I Don’t Care Where You Live: 7,5
  9. The Blind Stagger: 8
  10. Watching You: 7,5

Luego de alcanzar el pico de su carrera con Tellin’ Stories (1997), el grupo británico comandado por el cantante Tim Burgess, The Charlatans no se durmió en los laureles y dos años después lanzarían Us And Us Only. Disco bastante subestimado por la critica especialmente cuando se lo comparo con su anterior material pero que a decir verdad reafirma el rumbo tomado por el grupo y mantiene tanto el estilo y la vehemencia que supieron demostrar años anteriores.

Us and Us Only replica la atmosfera alcanzada en Tellin’ Stories y logra reunir una cantidad de buenos tracks que no se pueden despreciar como las mas sofisticadas e experimentalesGood Witch/Bad Witch” y “Senses (Angel On My Shoulder)”, la “dylanesca” “A House Is Not a Home”, las relajadas “The Blonde Waltz” y “The Blind Stagger” y algún que otro tema con el sello históricamente característico del grupo como “My Beautiful Friend” y “Forever”.

The Charlatans demuestra con Us and Us Only, con seis discos a cuestas y casi diez años de carrera que a diferencia de sus contemporáneos supieron atravesar las diferentes modas agregándole a su música sonidos modernos y novedosos pero sin perder nunca la esencia, manteniéndose fiel a su sonido base. Tal vez no parezcan tan innovadores como otros grupos que brillaron en los noventa y comenzaron a recorrer la carretera junto a ellos, pero hay que darles crédito por ser tan consistentes y perdurar tantos años dentro de lo más destacado del rock ingles.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Skay Beilinson – Talisman (2004)

skay-beilinson-talisman-2004-1063283

Puntaje del Disco: 8

  1. El Golem de la Paternal: 8
  2. Flores Secas: 8
  3. ¿Dónde Estás?: 9
  4. Dragones: 7
  5. Abalorios: 7,5
  6. Bye Bye: 8
  7. El Gourmet del Infierno: 8,5
  8. Lluvia Sobre Bagdad: 8
  9. La Ley del Embudo: 7,5
  10. Paria: 8
  11. Presagio: 7,5
  12. Boggart Blues: 8

Su muy buena incursión como solista A través del Mar de los Sargazos (2002), alentó a Skay Beilinson a no tomarse un gran recreo para presentar su siguiente material discográfico, así fue como nació tan solo dos años mas tarde Talismán.

En esta oportunidad el ex guitarrista de los redondos contó con el apoyo de una banda ya consolidada que favoreció a encausar la senda que buscaba tomar este nuevo material. Junto a Skay estuvieron Daniel Colombres (batería), Claudio Quartero (bajo), Oscar Reyna (guitarra) y Javier Lecumberry (teclados).

Los riffs inconfundibles y marca registrada de Skay estarían presente en esta nueva placa para alegría de los tantos ricoteros que se volcaron hacia las producciones tanto de Skay como del Indio. Talismán se diferencia un poco de su antecesor, por tener un sonido mas duro y contundente y con letras que se centran en hechos místicos y extraños algo en lo que Skay siempre estuvo interesado. Otro punto a favor en este disco es la voz de Beilinson, su voz carrasposa y áspera, que sorprendiera en la primera placa, termina de tomar una forma definida e identificable convirtiéndose en la “voz de Skay”. En toda esta década en la que las carreras solistas de Beilinson y Solari se fueron consolidando siempre sobrevoló el mito del eterno retorno de Los Redondos. Muchos de sus fanáticos al escuchar los discos solistas de ambos se despachaban con la siguiente frase: “Al Indio le falta Skay y a Skay le falta el Indio”. Mas haya de este deseo Skay siempre fue muy directo y claro al respecto: «No me interesa hacerlo por la plata. Si alguna vez ocurre el regreso de Patricio Rey, tendrá que ser con disco y proyecto nuevo».

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Keith Jarrett – Köln Concert (1975)

Puntaje del Disco: 10

  1. Parte I: 10
  2. Parte II A: 9,5
  3. Parte II B: 9
  4. Parte II C: 9,5

Keith Jarrett es un pianista nacido en Pennsylvania en el 1945. Se caracteriza por crear un jazz muy cercano a la música popular, hasta el punto de volverse difícil de clasificar.

Empezó a ser conocido a principios de los años 70, colaborando con grandes artistas como Miles Davis o Gary Burton, y a partir de ahí, el mundo tardaría poco en darse cuenta de que tenía delante a uno de los grandes maestros del jazz de vanguardia.

Se trata de un pianista inagotable, ha liderado tríos, cuartetos, quintetos, ha interpretado a compositores barrocos como Händel y Bach, y ha creado algunas de las improvisaciones más espectaculares del género, renovándose y creciendo con el tiempo.

En el 1975, se grabaría a un Keith Jarrett de 29 años de edad en una actuación en el “Cologne Opera House”, en Köln, Alemania. En esta, Keith Jarrett improvisa durante más de una hora sobre unos pocos acordes (durante los últimos y magníficos 6 minutos de la primera canción improvisa únicamente sobre el acorde de La mayor) y muestra su frenética creatividad pasando en segundos de acariciar las notas del piano suavemente a aporrearlas, y concibiendo la actuación que se convertiría en uno de los puntos más altos de su carrera, y que, además, sería el disco solista de jazz más vendido de todos los tiempos.

Pese a todo, la falta total de preparación de los temas provocaría que en algunos minutos, estos se quedaran algo colgados, algo que no pasa en la primera canción, “Parte I” (si tuviera que decir lo peor del disco sin duda serian los nombres de las canciones, exageradamente complejos), la más destacada del disco y una de las mejores de toda su carrera, especialmente por los minutos centrales en los que más pasión muestra, gimiendo, golpeando el piano como si de un bombo se tratase y impregnando a todo aquel que lo escucha, de la emoción y energía con la que toca.

Mauricio G.

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Death in Vegas – The Contino Sesssions (1999)

Puntaje del Disco: 8

  1. Dirge: 7
  2. Soul Auctioneer: 7.5
  3. Death Threat: 7
  4. Flying: 8
  5. Aisha: 8
  6. Lever Street: 7.5
  7. Aladdin’s Story: 8
  8. Broken Little Sister: 7
  9. Neptune City: 7

Dead Elvis, como originalmente se iba a llamar el grupo, fue el disco debut de Death in Vegas, ese dúo británico conformado por Richard Fearless y Tim Holmes. No produjo un gran revuelo ni generó muchas sorpresas, sino que sería el siguiente material, The Contino Sessions el que marcaría una mayor atención en el estilo que los músicos proponían.

Lanzado a la venta en 1999, el segundo disco de Death in Vegas se alejaba un poco de lo electrónico del primer disco, aunque manteniéndolo por momentos, como en el arranque con “Dirge” que utiliza la batería eléctrica. “Death Threat” también está abocado a lo instrumental usando la electrónica como principal motor. En realidad esa mezcla de sonidos se expande a lo largo de todo el trabajo y se ve matizado con condimentos de rock.

Por primera vez el dúo acude a reconocidos cantantes para participar en algunas canciones que le aportan colorido a los instrumentales. Iggy Pop le da voz a “Alisha” mientras que “Soul Auctioneer” tiene a Bobby Gillespie y “Broken Little Sister” a Jim Reid. “Aladdin’s Story”, junto al góspel de Londres, es uno de los puntos destacados de este disco que tuvo buenas críticas, pero que en definitiva no significó nada nuevo en el horizonte.

Piro

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)