Les Mentettes – Songs for an Imaginary Film (2011)

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Puntaje del Disco: 8,5

  1. Broken Dream: 9
  2. Ghost Girl: 9
  3. Don’t Make Me Over: 8,5
  4. Bird Song: 8
  5. Weird Days: 8,5
  6. Suzanne: 8,5
  7. Ballad of Desperate Love: 8,5
  8. It’s Over: 8
  9. Tide: 8
  10. Dust In Space: 8,5

Un grupo que ha crecido mucho en estos años es Les Mentettes, y logró consolidar su buen momento con este, su tercer disco de estudio: Songs for an Imaginary Film. El álbum puede ser definido como su propio título lo sugiere: “Songs For An Imaginary Film”, canciones que uno puedo imaginarse integrando el soundtrack de una película.

El gran avance del disco respecto a sus predecesores es que el grupo esta más maduro en lo que hace. Adrian Rivoira nos sigue ofreciendo temas en inglés preocupándose más en el nivel de lo que compone que en la búsqueda de diversificar basándose en sus influencias (como en su álbum debut). Así y todo, las canciones de Songs For An Imaginary Film se diferencian lo suficiente entre sí siendo siempre muy buenas y sólidas.

Todas las canciones tienen algo para estacar en esta película imaginaria. “Broken Dream” es un tema excelente, bien psicodélico, que se remite a los Beatles del Sgt. Pepper, más precisamente a Harrison y toda su artimaña hindú. “Ghost Girl” es divertida, tiene una melodía pegadiza, sus “Uiuh Uiuh” funcionan. “Don’t Make Me Over” parece un tema perdido de Arcade Fire.

También hay que resaltar a Eugenia Brusa que toma la posta como vocalista desatando una penumbra más oscura pero que tiene su encanto en temas como “Bird Song” y “Tide”. Y cuando se combina con Rivoira también logra buenos resultados como en la bella balada acústica “Weird Days”.

Ya en la segunda parte del disco, tenemos a “Suzanne”, una joyita pop simpática,  el tema de western “Ballad of Desperate Love”, o incluso “Dust In Space” que cierra el disco como si fuese un tema de Bowie de Ziggy Stardust.

Un disco buenísimo de principio a fin, a punto tal que a uno le gustaría ver todas estas canciones en una película. Y si es solo por el soundtrack la vería.

Persy

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Battles – Gloss Drop (2011)

Puntaje del Disco: 9

  1. Africastle: 8,5
  2. Ice Cream: 10
  3. Futura: 9
  4. Inchworm: 9
  5. Wall Street: 8,5
  6. My Machines: 9
  7. Dominican Fade: 8
  8. Sweetie & Shag: 9
  9. Toddler: 8
  10. Rolls Bayce: 7,5
  11. White Electric: 8,5
  12. Sundome: 9

Pese a la partida del guitarrista Tyondai Braxton en el 2010 que podía preocupar a más de uno respecto a lo que le depararía a Battles, el resto de la banda no solo supo suplir su ausencia sino que se desquitó con uno de los mejores discos y uno de los más desapercibidos del 2011: Gloss Drop.

En este, el segundo disco de Battles, las canciones no son solo cortes instrumentales interesantes desde lo técnico, sino que le agreguen un condimento de divertimento que Mirrored no tenía. Mucho tiene que ver la colaboración de vocalistas invitados que demuestran que las canciones de Battles son aun mejores cuando hay una interpretación vocal que las acompañe. Sino fijense en “Ice Cream” con el chileno Matías Aguayo cantando, es uno de los mejores fucking hits del año!! Es una locura total sobre un “helado derritiéndose”. También tenemos a “My Machines” con Gary Numan como protagonista en vocales, aunque lo cierto es que por lo que más te atrapa es por la performance aplastante del batero John Stainer. El tipo se ceba y la rompe (bah, la gasta en todo el álbum). Además me gusta “Sweetie & Shag” en el que aparece la niña “ponja” Kazu Makino (de la banda Blonde Redhead), un tema que mezcla electrónica con mucho descontrol. Casualmente otro oriental, Yamantaka Eye de Boredoms, es el encargado de colaborar en el último corte del álbum, “Sundome”, en el que imprime una espeluznante interpretación vocal que hace bizarrísimo al tema. Y eso que es el más largo de Gloss Drop, pero te mantiene siempre prendido.

Sacando a estas cuatro, nos queda Battles como grupo en el resto de Gloss Drop. Lo cual significa mayormente canciones instrumentales de Math Rock. Que a decir verdad me gustan más que las de Mirrored. Ya sea la modernosa y paranoica “Futura”, la pegadiza “Inchworm” o la oscura “Africastle”.

El álbum es variado, tiene un sonido más alto y una vibra diferente a la de su predecesor, por lo cuál los más matemáticos pueden llegar a sorprenderse e incluso desconcertarse. Porque Gloss Drop no es solo para “ñoños calculines”, es entretenimiento puro.

Persy

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Catupecu Machu – El Mezcal y la Cobra (2011)

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Puntaje del Disco: 8

  1. El mezcal y la cobra: 7.5
  2. Metrópolis nueva: 8.5
  3. Aparecen cuando bailamos: 8
  4. Baile guerrero – Golpe certero: 7.5
  5. Danza de los secretos: 8
  6. Cristalizado: 8
  7. Musas: 7
  8. Vi llover: 7.5
  9. El toro terciopelo: 8
  10. Klimt… pintemos: 7
  11. Intermezzo: – 
  12. Shakulute peruano: 7.5

La nueva década encontró a Catupecu Machu con algunos cambios en su formación histórica. Agustín Rocino, ex bajista de Cuentos Borgeanos, reemplazó a Javier Herlein y el mánager que siempre acompañó a la banda también dejó su lugar, que fue ocupado por Pablo Mayer, amigo de Fernando Ruiz Díaz. Con estas modificaciones, el grupo orientó sus esfuerzos en producir lo que sería su octavo disco de estudio, El Mezcal y la Cobra, que se convirtió no sólo en uno de los más apreciables en la carrera de Catupecu, sino también en uno de los destacados del año.

El tema que da título claramente define lo que este material se basa. “El reptil que cambia la piel” podría asemejarse a los cambios de estilo y sonidos que el grupo ha explorado durante su trayectoria, pero que siempre ha mantenido una identidad. “Danzas de los Secretos”, la quinta canción se remonta en cierto modo a discos anteriores como Laberintos entre artistas y dialectos de 2007 y Cuadros dentro de Cuadros. En “Metrópolis Nueva” la letra hace una referencia al mundo del cine y con mucho ritmo impone uno de los hits del disco

Los teclados y los arreglos de guitarra le otorgan al disco una impronta característica al rock sinfónico. Por supuesto que las letras cumplen un rol fundamental y muestran la notoria evolución del grupo. “Musas” baja un poco los decibeles, que pronto se elevan en “El toro terciopelo”, una estricta explosión de rock.

Catupecu Machu ha consagrado en 2011 un muy buen disco, que lo siguió posicionando como una importante banda del Rock Nacional y que promete, seguirá por varios años más.

Piro

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